El ejercicio físico se torna fundamental. "La actividad física es una prevención excelente para muchas patologías, incluido el dolor de espalda", resume la experta, porque "a lo largo de la vida todos vamos a tener episodios de dolor de espalda, sobre todo ante alguna sobrecarga". La buena noticia es que lo habitual es que estos dolores sean de fácil resolución.
Ciudad de México, 11 de agosto (Europa Press).– Demasiado tiempo sentados, demasiado tiempo de pie, malas posturas... Casi todo el mundo sufre dolor de espalda en algún momento, y las causas pueden ser variadas. Las más frecuentes se concretan en posiciones corporales mantenidas a lo largo del tiempo y falta de ejercicio físico.
"Actualmente, la principal causa del dolor de espalda es el desequilibrio muscular de los grupos que aseguran un correcto funcionamiento de nuestra espalda como consecuencia del sedentarismo y de posiciones mantenidas de forma frecuente", explica la decana del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid, Aurora Araujo Narvaéz, que agrega que "esto hace que tengamos la musculatura cada vez más débil y eso suele traducirse en aparición del dolor".
También la falta de ejercicio físico puede cronificar el dolor de espalda. "En efecto, ese descondicionamiento físico es un potente factor de perpetuación del dolor de espalda", confirma la experta, que además derriba el mito de que el dolor de espalda se soluciona con reposo. Únicamente "en contadísimas ocasiones y sólo ante dolores muy agudos o secundarios en procesos muy concretos, como las fracturas", apunta Araujo. "La necesidad de reposo absoluto es muy infrecuente", insiste la decana del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid.
En este contexto, el ejercicio físico se torna fundamental. "La actividad física es una prevención excelente para muchas patologías, incluido el dolor de espalda", resume la experta, porque "a lo largo de la vida todos vamos a tener episodios de dolor de espalda, sobre todo ante alguna sobrecarga". La buena noticia es que lo habitual es que estos dolores sean de fácil resolución.
"La vida sana es un buen comienzo para evitar que la aparición de dolor se convierta en algo frecuente o que se prolongue demasiado en el tiempo", continúa Araujo. Pero hay que ser precavidos. "Lo importante es que sea actividad sensata", según la experta, ya que "no todos tenemos la misma forma física". La actual moda de iniciar una actividad física intensa habiendo sido el sedentarismo la forma de vida pasada tampoco ayuda.
Por lo tanto, la clave es "estar activos, procurar mantener la misma posición el menor tiempo posible o hacer pausas en la actividad que estemos realizando para movernos un poco", apunta la decana del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid. A su juicio, estos son "buenos consejos para cuidar nuestra espalda y mantenerla sin dolor".
La mejor manera de realizar una actividad física es "hacerla de manos de profesionales bien formados en el campo de la actividad física y la prevención para conseguir una adecuada progresión", expone Araujo. El deporte en cuestión no es determinante, aunque es importante "que sea algo que nos guste para facilitar la adherencia y que la mantengamos más allá del breve período de tiempo que dura nuestro objetivo de la mejora de una lesión o dolor", recomienda la experta.
SI NO CESA
Sin embargo, si el dolor de espalda no cesa de forma espontánea aun con las indicaciones proporcionadas anteriormente, Araujo aconseja acudir a un profesional sanitario. El objetivo es descartar "causas más importantes de dicho dolor y que nos oriente hacia la forma adecuada de manejarlo", según la experta.
"Lo habitual es que el dolor mejore con fisioterapia y, en caso de ser necesario, haría falta derivar a otro profesional para realizar otro enfoque del mismo o la necesidad de pruebas complementarias", hace hincapié Araujo.