Sé parte de una sesión espiritista en Séance, la obra de teatro que transcurre en completa oscuridad y rodeada de sonidos que te harán estremecer, poner en duda tus pensamientos y sentir verdadero miedo. La experiencia se mantiene en esa delgada línea entre la realidad y la ficción porque puedes sentir todo, pero no estar seguro de que lo que sucedió fue real.
Ciudad de México, 6 de agosto (SinEmbargo).– Una experiencia totalmente introspectiva se vive en Séance, la obra de teatro que te enchina la piel y te hace dudar de todo, la cual estará abierta al público todo el mes de agosto a las afueras del Museo Tamayo.
SinEmbargo asistió a una de las funciones de este tipo de teatro inmersivo que transcurre en completa oscuridad y te lleva sólo por sonidos. Esta fue nuestra experiencia:
El teatro se disfruta de muchas formas, desde el clásico a la italiana hasta callejero, pero llegar a la estrecha cabina de Séance te introduce a una experiencia que sabes que será totalmente diferente.
Cuando llegas, parte del equipo de Séance te indica tu lugar al recibir tu boleto. Es una larga y angosta mesa rodeada por 30 asientos distribuidos en dos hileras. Desde que das los primeros pasos dentro, puedes percibir el olor, e incluso, ver el humo del incienso escabullirse por todo el lugar.
La cabina tiene poca luz. En las paredes vino está colocados los audífonos arriba de cada asiento. Uno a uno van entrando los asistentes. Es raro encontrarse cara a cara con personas que no conoces a la expectativa de lo que pasará –así tal cual como en la combi– pero ahora con un ánimo más relajado y ansioso porque ya empiece.
Todos cruzamos miradas, pero nadie dice nada hasta que llega la chica de producción de Séance que comienza a dar indicaciones: “Vamos a estar en total oscuridad. Apaguen sus celulares. Si alguien llega a tener mucho miedo, puede retirarse los audífonos. Si desean salir, pueden decirlo en voz alta y nosotros le ayudaremos”.
En este punto nadie sabe en qué se ha metido, la chica sigue con las indicaciones: “Si alguno de ustedes es claustrofóbico y quiere salir antes de la experiencia, puede hacerlo”, un segundo después una mano de los 15 asistentes que estábamos ahí dentro pide salir, su novia le sigue los pasos. Y sí, todos los demás nos pusimos más nerviosos.
La chica explica que la experiencia estará guiada por un médium que nos indicará qué hacer y nos pide respetar las indicaciones para llevar a cabo la función que duraría 15 minutos. Indica que nos pongamos en un momento los audífonos y nos deja para que inicie el acto.
Un señor robusto y de pelo largo canoso recuerda a la madre de su pareja para bajar el nerviosismo mientras terminaban de llegar los últimos asistentes: “Sólo espero que no venga con nosotros mi suegra del más allá. Eso sí me da miedo”, todos soltamos una risa nerviosa; hasta su esposa, que estaba enfrente de él.
Arriba de nosotros cuelgan un par de campanas. No sabemos nada aún, sólo nos colocamos los audífonos.
De pronto, las luces comienzan a apagarse y a prenderse. Esa era la señal de que ya iba a empezar. De un momento a otro, todo ya estaba en completa oscuridad. El medium llega y nos pide poner las manos en la mesa para empezar con la sesión y dar paso a los espíritus que serían parte de ella.
(No ahondaré mucho en lo que ocurrió en los siguientes 15 minutos para dejar que ustedes también se sorprendan, sólo diré que la experiencia te hace dudar de tus pensamientos. Te hace sentir un poco expuesto al no saber qué sucedería en el siguiente momento.
La piel se te enchina, quieres quitar las manos de la mesa el menor movimiento que percibes, pero la misma trama te hace mantenerlas ahí. Te imaginas toda la escena, puedes ver todo lo que escuchas aunque estés en completa oscuridad. El sonido de las campanas te hace estremecer, pero hay más ruidos que te hacen recordar tu infancia, cuando pensabas que había algo debajo de tu cama).
Al final se vuelven a encender las luces. Todos en la sala tienen la misma risa nerviosa como la del inició. “¿Qué demonios pasó?”, esa era nuestra expresión.
La experiencia en Séance se mantiene en esa delgada línea entre la realidad y la ficción porque se siente todo, pero no se está seguro si lo que sucedió fue real. Séance estará disponible hasta el 1 de septiembre en la explanada del Museo Tamayo. Las funciones, con un costo de 150 pesos, son todos jueves y viernes de las 16:00 a las 20:00 hrs, y sábado y domingo de las 10 a las 20 hrs. Para consultarlas puedes entrar aquí.