Se desconoce la causa de siniestro, que inició aproximadamente a las 00:30 horas de este jueves, afortunadamente no había personas en su interior al momento de la conflagración; bomberos declaran que fue pérdida total.
Saltillo, Coahuila, 18 de julio (Vanguardia).- Un incendio de gran magnitud consumió anoche la Casa Roja, mejor conocida como la Casa Alameda, recinto cultural que fue construido hace más de 100 años, en la esquina de Purcell y Ramos Arizpe, en el centro de Saltillo.
El siniestro fue reportado al 911 a las 00:51 horas de hoy por personas que pasaron por el lugar. Tras el reporte, elementos de Bomberos de Saltillo llegaron al sitio, sin embargo, las llamas ya se habían propagado de inmediato debido a que la mayor parte de la construcción es de madera.
Alrededor de las 2:00 horas, los rescatistas aún no controlaban el fuego y desconocían que lo originó. Por la magnitud del incendio al lugar llegaron cuatro camiones cisterna de Bomberos y una unidad de rescate de Protección Civil, quienes hasta sacaron agua del lago de la Alameda para combatir las llamas.
Ante el temor de que el fuego se extendiera y para evitar personas intoxicadas, los rescatistas desalojaron una tienda de conveniencia Oxxo que se encuentra a unos metros del siniestro.
Al sitio también acudieron elementos policiacos, quienes acordonaron el área contigua a la Casa Alameda y cerraron la vialidad de Purcell, desde Victoria hasta la calle Ramos Arizpe, mientras que ésta última fue interrumpida desde Salazar. Ante el hecho unas 60 personas observaban el incendio y algunas lamentaron el hecho por considerarla una casa emblemática e histórica de la ciudad de Saltillo.
El inmueble de estilo alemán, construido en adobe y cuyo característico rojo y blanco de la fachada lo ha identificado como la “Casa roja de la Alameda” ha albergado a más de una institución.
Varias escuelas se instalaron en ella, como la Academia Jaime Balmes, el desaparecido Instituto Excélsior, y luego la Escuela Superior de Música de la UAdeC.
También albergó los Juzgados y el Tribunal Supremo del Estado.
Pero sin duda la historia que más resuena en la memoria de los ciudadanos es la que sucedió cuando el gobernador Ignacio Cepeda Dávila se suicidó en julio de 1947.