La bodega fue hallada entre las poblaciones de Cumuapa, el Macayo y Reforma, situadas entre los límites de Chiapas y Tabasco, sitio que es custodiado este sábado por miembros del XXXVII batallón de infantería.
Villahermosa, 1 jun (EFE).- Un almacén de acopio masivo de combustible clandestino fue descubierto por el Ejército de México en los límites de los estados de Chiapas y Tabasco, informó este sábado una fuente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
"En el área cercana donde se aseguró un tráiler con cocaína, ahí se logró detectar un centro de acopio masivo de combustible", dijo a medios locales el comandante de la XXX Zona Militar en Tabasco, Pedro Escalera Cobián.
La bodega fue hallada entre las poblaciones de Cumuapa, el Macayo y Reforma, situadas entre los límites de Chiapas y Tabasco, sitio que es custodiado este sábado por miembros del XXXVII batallón de infantería.
Miembros del Ejército hallaron en la periferia de la bodega cuatro vehículos y dos camiones cargados con "huachicol" (combustible extraído de forma ilegal de ductos) y están a la espera de una orden judicial de cateo para ingresar al inmueble.
"Está el lugar custodiado por personal del trigésimo séptimo batallón de infantería para posteriormente que autoricen la orden de cateo entraremos al lugar. Desde afuera se vislumbran 16 vehículos que usan los delincuentes", reportó el comandante Escalera Cobián durante la celebración del Día de la Marina en la ciudad portuaria de Frontera, en Tabasco.
El pasado 26 de mayo, la Secretaría de la Defensa Nacional reportó el "aseguramiento histórico de cocaína" en los estados de Chiapas y Tabasco, con un total de 239.8 kilogramos del narcótico.
En ese operativo fueron decomisados dos tráileres, uno de ellos con 120 paquetes del alcaloide en las cercanías del almacén masivo de combustible dado a conocer hoy por fuentes militares.
De acuerdo con el Gobierno, el robo de combustible provocaba pérdidas de 65 mil millones de pesos anuales (unos 3.400 millones de dólares) en todo el país.
Por eso, tras asumir la Presidencia el 1 de diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador optó por combatir este fenómeno desplegando a militares que evitaran los sabotajes de los oleoductos de Pemex por parte de ladrones.
Además, decidió que el combustible se trasladara mediante camiones cisterna, lo que provocó una distribución más lenta de la gasolina y una crisis de desabastecimiento durante enero en la capital y varios estados del país.