Los investigadores han analizado durante un año los datos y comportamientos de higiene personal de 213 mujeres con casos confirmados de vulvodinia, un dolor crónico y debilitante de la vulva.
MADRID, 30 de mayo (EUROPA PRESS).– Un estudio desarrollado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston (BUSM), en Estados Unidos, ha demostrado que usar pantalones apretados cuatro o más veces por semana o quitar el vello del pubis duplica el riesgo de sufrir vulvodinia.
Para este trabajo, publicado en Journal of Lower Genital Tract Disease, los investigadores han analizado durante un año los datos y comportamientos de higiene personal de 213 mujeres con casos confirmados de vulvodinia, un dolor crónico y debilitante de la vulva que afecta al 16 por ciento de las mujeres, y 221 féminas sin antecedentes de malestar vulvar.
En este sentido los hallazgos del estudio han concluido que las mujeres que utilizan pantalones ajustados cuatro o más veces a la semana presentan el doble de probabilidades de sufrir vulvodinia que aquellas cuyo uso es más reducido.
Asimismo, las mujeres que conformaban ambos grupos han afirmado que eliminan el vello púbico, sin embargo, quienes lo quitaron del monte de Venus o mons pubis tenían un 74 por ciento más de riesgo de padecer esta afectación.
En comparación con las mujeres que destacaron solo quitar el vello de la zona del bikini menos de una vez al mes, aquellas que lo eliminaban del monte de Venus semanalmente o más tenían casi el doble de probabilidades de experimentar vulvodinia.
Así, el doctor Bernard Harlow, profesor de Epidemiología en la BUSM y autor del estudio, ha explicado que "con un aumento en la prevalencia de la eliminación del vello púbico directamente de la región vulvar, especialmente en niñas y adolescentes, las microabrasiones a esta zona sensible pueden llevar a las mujeres jóvenes a sufrir complicaciones inmunitarias".
Del mismo modo ha concluido que el uso de pantalones ajustados puede desarrollar un ambiente que produzca el incremento de las infecciones del tracto genital, dolencia que se asocia con el inicio del dolor vulvar.