El déficit con China descendió y se ubicó en marzo en 28 mil 300 millones de dólares, el menor nivel en tres años.
Las importaciones estuvieron impulsadas por el alza en la factura energética y los automóviles; y el incremento de las exportaciones se basó en la subida de las ventas de soja.
Por Alfonso Fernández
Washington, 9 may (EFE).- El déficit en el comercio internacional de bienes y servicios de Estados Unidos se amplió levemente en un 1.5 por ciento en marzo, hasta los 50 mil millones de dólares, pese a registrar el menor nivel con China en tres años.
Según el informe del Departamento de Comercio dado a conocer hoy jueves, las importaciones ascendieron un 1.1 por ciento, hasta los 262 mil millones de dólares; mientras que las exportaciones subieron algo menos, un 1 por ciento, hasta los 212 mil millones de dólares.
Las importaciones estuvieron impulsadas por el alza en la factura energética y los automóviles; y el incremento de las exportaciones se basó en la subida de las ventas de soja.
Por su parte, el acumulado de los primeros tres meses de 2019 mostró un descenso del saldo comercial negativo del 3.7 por ciento, respecto al mismo periodo de 2018.
Con la Unión Europea (UE), el saldo negativo aumentó en 3 mil 400 millones de dólares, hasta los 15 mil 800 millones.
El déficit con China, muy sensible políticamente para el Gobierno estadounidense, descendió y se ubicó en marzo en 28 mil 300 millones de dólares, el menor nivel en tres años.
El presidente de EU, Donald Trump, lanzó una agresiva agenda proteccionista que ha incluido la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y México, y la imposición de aranceles a China, así como la amenaza de nuevas sanciones comerciales a la Unión Europea.
China y la UE han respondido con medidas recíprocas contra productos estadounidenses.
Precisamente hoy jueves se espera que los jefe negociadores de EU y China sostengan en Washington una nueva ronda de conversaciones para alcanzar un acuerdo comercial después de que Trump amenazase a comienzos de semana con imponer aranceles adicionales a centenares de importaciones chinas si no se llegaba a un pacto en la medianoche del jueves al viernes.
Liu He, el viceprimer ministro chino, se verá con el jefe negociador estadounidense, el Representante de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, así como el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin en la capital estadounidense con la presión de la cuenta atrás impuesta por el mandatario estadounidense.
Este miércoles, Trump aseguró en un mitin en Florida que Pekín "había roto el acuerdo" y señaló no tener problema alguno en aumentar los gravámenes sobre productos chinos.
"Durante diez meses China ha estado pagando aranceles a EU del 25 por ciento sobre 50 mil millones de dólares en bienes tecnológicos, y del 10 por ciento hasta los 200 mil millones de dólares en otros bienes (...). Los del 10 subirán al 25 por ciento el viernes", señaló Trump el pasado domingo.
Estas tensiones han provocado inquietud en los mercados financieros, que han registrado notables descensos toda la semana a la espera de ver si se concreta esta nueva subida arancelaria a las importaciones china.
Las dudas continúan este jueves en Wall Street, que abrió con pérdidas y donde el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, bajaba un 1.05 por ciento minutos después del comienzo de la sesión, mientras que el selectivo S&P 500 retrocedía un 1.13 por ciento.
Dado que se trata de las dos mayores economías mundiales, la disputa comercial se teme que tenga repercusiones globales.
En abril, el Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó sus últimas previsiones de crecimiento global, que redujo en dos décimas respecto a lo calculado en enero, hasta el 3.3 por ciento como consecuencia de los efectos sobre la actividad económica mundial de estas tensiones comerciales.
Sin embargo, la economía de EU mantiene su buena salud con un ritmo de crecimiento en el primer trimestre del año del 3.2 por ciento, el mejor desde 2015; y la tasa de desempleo sigue en niveles próximos al pleno empleo, en el 3.6 por ciento, cifra no vista en casi medio siglo.