Las personas habrían sido asesinadas por un grupo de la delincuencia organizada entre 2010 y 2018, de acuerdo con un mapa y un escrito al que tuvo acceso Blog Expediente, en él se indica que seque son “40 cuerpos de ciudadanos de Coatzacoalcos que estarían enterrados ahí y que pertenecen a personas que fueron secuestradas”. Autoridades y colectivos de Veracruz piden investigar en áreas concretas dentro del penal.
Durante los años de Humberto Moreira en Coahuila, Los Zetas utilizaron el penal de Piedras Negras como un campo de exterminio: según los testimonios, allí murieron y fueron disueltos en ácido o calcinados los cuerpos familias enteras.
Por Ignacio Carvajal
Coatzacoalcos, Veracruz, 7 de mayo (Blog Expediente/SinEmbargo).– Hasta 40 cadáveres podría haber debajo de diversos inmuebles dentro del Centro de Readaptación Social (CERESO) de Coatzacoalcos, según un mapa anónimo al que Blog Expediente tuvo acceso.
El mapa es acompañado por un escrito en el cual se indica que son “40 cuerpos de ciudadanos de Coatzacoalcos que estarían enterrados ahí y que pertenecen a personas que fueron secuestradas”.
En el escrito se señala a un cártel de la delincuencia organizada de haber perpetrado estos actos entre 2010 y 2018.
El documento dice que las autoridades y los colectivos de madres en búsqueda de sus hijos desaparecidos, deben “revisar el área que se ubica a un lado del lavadero, en la área verde, cerca de campo, de la iglesia y el área de enfermería”.
Entre las víctimas estarían quienes “no quisieron pagar cuotas, rescates así como abogados que han desaparecido”, indica el documento.
VIOLENCIA EN EL PENAL
Durante los años del Gobierno de Javier Duarte de Ochoa y Fidel Herrera, en el penal de Coatzacoalcos persistió el auto gobierno implantado por el grupo criminal dominante en ese entonces, Los Zetas.
En septiembre del 2015, un joven de la zona rural de Coatzacoalcos, quien ingresó al penal por faltas administrativas, denunció que un grupo de internos lo llevó a un gallinero, donde le dieron 37 tablazos por no pagar 15 mil pesos.
Los 15 mil pesos eran la cuota para no efectuar la “talacha” dentro del penal, es decir, los trabajos a los que son sometidos para el mantenimiento de áreas comunes y áreas verdes, y que llegan a ser extenuantes, bajo el sol.
“Tuve una riña con un señor en el rancho, enseguida llegó la policía y me llevaron directo al CE.RE.SO., sin pasar por la preventiva o algo así, ya dentro me pasaron a un gallinero y me dieron de tablazos y golpes en la nuca; según fui detenido por amenazas de muerte”, dijo ese joven, bajo anonimato, en una rueda de prensa en el parque de Coatzacoalcos, que reprodujo la mayoría de medios de comunicación.
Uno de los puntos señalados en el mapa en cuestión, precisamente, es es sitio conocido como La Gallera, y otras áreas donde incluso en los últimos años se construyeron edificios donde hay algunos comercios.
En diversas ocasiones han entrado al penal los colectivos de búsqueda de personas, sin embargo, los presos tienen miedo a relatar las numerosas historias que se cuentan en los pasillos del CERESO. y se sabe que no han dado información suficiente para localizar víctimas.
En 2016, en la víspera del 10 de mayo, madres del colectivo Solecito de Veracruz recibieron el mapa de cómo llegar a Colinas de Santa Fe, en el puerto jarocho.
Después de haber realizado varias búsquedas infructuosas, las mamás dieron con lo que hasta ahora es la fosa clandestina más grande en América, con casi 300 cadáveres, de los cuales muy pocos han sido identificados.
Actualmente, existe la Comisión Nacional de Búsqueda, que encabeza Karla Quintana quien en una de sus última visita al sur del estado, dijo que cuentan con numerosos reportes anónimos de personas que está “poniendo” lugares donde hay fosas, y no descartó que en el sur aparezcan más entierros de grandes dimensiones.
En junio del 2014, fueron privados de la libertad varios ciudadanos de Oteapan y Chianameca por personal de la Secretaría de Seguridad Pública que en ese entonces operaba el duartista Arturo Bermúdez, hoy bajo proceso por ese tipo de delitos.
Diversos testimonios dados por los sobrevivientes señalan que esas personas estuvieron recluidas ilegalmente en el CE.RE.SO. de Coatzacoalcos o cerca del mismo, bajo la custodia de personal de la SSP.
Hasta la fecha siguen desaparecidos Felipe Martínez Martínez y su esposa, Guillermina Pérez; Otoniel Morales Martínez y Víctor Manuel Antonio Morales.
Por este caso, se indica, ya hay varios elementos de la SSP recluidos por desaparición forzada.
