En las comunidades rurales de México, 93 por ciento de diabéticos complementan su tratamiento médico con medicina tradicional.
Ciudad de México, 4 de mayo (SinEmbargo).- La diabetes sigue en crecimiento y México está sufriendo una pandemia de esta enfermedad. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 8.7 millones de mexicanos sufren diabetes.
“Ocupamos el noveno lugar entre las naciones con más diabéticos, y para 2025 ascenderemos al número siete. Es un problema de salud que seguirá creciendo”, afirmó Adolfo Andrade Cetto, académico de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM.
Es común que en las comunidades rurales de México los diabéticos usen medicina tradicional de manera complementaria al tratamiento médico, en prácticamente todos los casos: “93 por ciento combina ambos; cinco por ciento usa sólo fármacos y dos por ciento únicamente plantas”.
Los principios activos en plantas para controlar la diabetes son el principal objetivo de Andrade para darle un enfoque etnofarmacológico. Para ello, contacta a pacientes en diferentes comunidades del país y determina las plantas a estudiar. “Platicamos con la gente para ver cómo entiende la enfermedad y cómo la trata”.
“Sería ideal que en una comunidad los diabéticos utilizaran la misma planta hipoglucemiante, la misma parte (hoja, tallo, raíz) y preparación, pero eso no ocurre”. En un sitio existen alrededor de 30 plantas para este uso y con diversos grados de confianza.
Trabajando en conjunto con su equipo realizaron un estudio total de las plantas que la gente utiliza para determinar cómo actúan. “Nuestra idea es aislar los principios activos para hacer un fitofármaco que tenga actividad hipoglucemiante”.
El experto desarrolló una ecuación que ayuda a validar el conocimiento tradicional. La fórmula incluye variables como dónde se recolecta la planta, en qué tiempo, cómo se prepara y sus efectos secundarios. “Las plantas no tienen principios activos todo el tiempo: su composición química cambia de acuerdo con el momento de su colecta”.
Muchas se usan para tratar la enfermedad; en ellas, el denominador común parece ser la inhibición de la síntesis de glucosa en el hígado (gluconeogénesis); es el caso de las especies Cecropia obtusifolia, Malmea depressa, Smilax moranensis o Rhizophora mangle. “Pero hay que considerar que sólo en ciertas concentraciones los extractos son capaces de tener ese efecto”.
Las investigaciones continúan con la meta de que en las cajas de los medicamentos aparezca el extracto de una planta, en lugar de la síntesis química de la Metformina (que proviene de la planta Galega officinalis). “Es posible encontrar moléculas más potentes y con menos efectos secundarios”.
El objetivo sería atacar la resistencia a la insulina. “Encontrar una planta o fármaco que la evite en músculo, tejido adiposo e hígado, sería una contribución fundamental”.