Esta mañana, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, y el director del Departamento de América Latina del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Alexandr Schetinin, dieron a conocer en eventos separados que no intervendrían sobre Venezuela; llamaron a una transición pacífica.
Moscú/ Washington, 1 de febrero (EFE/SinEmbargo).- Esta mañana, dos de las grandes potencias mundiales en discusión por la problemática política y social de Venezuela, Rusia y Estados Unidos, descartaron posibles intervenciones sobre ese país sudamericano.
John Bolton, el asesor de seguridad nacional del Presidente estadounidense, Donald Trump, descartó que Estados Unidos, Brasil o Colombia estén planeando una intervención militar inminente en Venezuela, al asegurar que desea una “transición pacífica”.
Durante una entrevista con el programa de radio conservador de Hugh Hewitt, Bolton respondió que “no” a la pregunta de si dicha intervención es inminente por parte de EU, Brasil, Colombia o una combinación de esos países, aunque recordó que Trump mantiene “todas las opciones sobre la mesa” ante la crisis en Venezuela.
“Nuestro objetivo es una transición pacífica del poder. Y por eso hemos estado imponiendo sanciones económicas, aumentando la presión política en todo el mundo”, aseguró el asesor de Trump.
Bolton generó revuelo al comparecer ante la prensa el pasado lunes sosteniendo un bloc de notas en el que podía leerse, tal y como captaron los fotógrafos, la frase “5,000 tropas a Colombia”.
Preguntado al respecto, el asesor de Trump dijo que dar más detalles sobre las opciones militares de EU “sería imprudente, como diría (el ex Presidente estadounidense) George H. W. Bush”.
Un exfuncionario que trabajó en temas latinoamericanos en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Fernando Cutz, dijo esta semana a EFE que la anotación en el cuaderno de Bolton podría formar parte simplemente de una “operación psicológica” para provocar que los militares venezolanos rompan con Maduro.
Horas después, el Gobierno Rusia reiteró ante embajadores de América Latina y el Caribe su rechazo a "la interferencia externa destructiva" en Venezuela, tras el apoyo de EU y varios otros países al autoproclamado presidente interino del país suramericano, Juan Guaidó.
El director del Departamento de América Latina del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Alexandr Schetinin, se reunió con los diplomáticos en el marco de un "intercambio regular de puntos de vistas sobre asuntos internacionales y regionales", si bien la conversación se centró en la situación en Venezuela.
El Gobierno ruso aprovechó la reunión para reiterar a una serie de socios latinoamericanos acreditados ante el Kremlin que "considera inadmisible la interferencia destructiva externa, especialmente si es por la fuerza, en los asuntos de Venezuela", indicó el departamento que dirige Serguéi Lavrov en un comunicado.
Schetinin rechazó además "la presión mediante sanciones" contra Venezuela, como las que ha impuesto EU a la petrolera estatal Pdvsa, y defendió la importancia de que el país resuelva sus problemas a través de un "diálogo pacífico e interno".
La crisis política en Venezuela se agravó el pasado 23 de enero cuando el dirigente del Parlamento opositor, Guaidó, se autoproclamó "presidente encargado" del país al considerar que los comicios en los quue reelegido Nicolás Maduro en mayo pasado fueron fraudulentas y que el gobernante está "usurpando" el poder.
Guaidó recibió el respaldo inmediato de Estados Unidos, Canadá y del Grupo de Lima, integrado por una docena de países latinoamericanos, mientras que Maduro cuenta con el respaldo de Rusia y China, además del de Bolivia, Nicaragua y Cuba.
México y Uruguay, que mantienen una postura neutral, así como la Unión Europea tratan de lanzar procesos para resolver la crisis en Venezuela.