La huelga estaba en su cuarto día en Matamoros, ubicada al sur de Brownsville, Texas, y en donde el viernes más de 25 mil obreros abandonaron sus puestos de trabajo en 48 plantas de fabricación de autopartes, equipo médico, plásticos y otros productos. Más de un tercio de las 130 maquiladoras de la ciudad resultaron afectadas.
Ciudad de México, 29 de enero (AP).— Trabajadores en huelga de la ciudad mexicana de Matamoros informaron el lunes que llegaron a acuerdos en 18 de 48 plantas de ensamblaje, con incrementos salariales del 20 por ciento.
La huelga estaba en su cuarto día en Matamoros, ubicada al sur de Brownsville, Texas, y en donde el viernes más de 25 mil obreros abandonaron sus puestos de trabajo en 48 plantas de fabricación de autopartes, equipo médico, plásticos y otros productos. Más de un tercio de las 130 maquiladoras de la ciudad resultaron afectadas.
El Sindicato de Trabajadores de la Industria Maquiladora y Ensambladora de Matamoros informó que 16 compañías, que cuentan con un total de 18 plantas, acordaron los incrementos salariales y el pago de un bono único de alrededor de 32 mil pesos.
En tanto, el lunes continuaba el bloqueo ferroviario por parte de maestros que exigen pagos atrasados en el estado de Michoacán, en el oeste del país, sin que haya una solución a la vista. Los bloqueos han provocado enormes pérdidas al impedir el paso de trenes de carga y de mercancía.
La Asociación Mexicana de Ferrocarriles advirtió que los bloqueos están perjudicando a la economía nacional. Dijo que las siderúrgicas que reciben los servicios de los trenes de Michoacán han tenido que suspender sus operaciones debido a que no se ha podido entregar mineral de hierro y chatarra. Dijo que los bloqueos han provocado la acumulación de carga en los puertos y han causado problemas para las automotrices y evitado la entrega de cargamentos de petróleo y granos.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador tradicionalmente ha sido aliado de los sindicatos de maestros más radicales, pero incluso él dejó entrever que el bloqueo ferroviario ya había sido excesivo.
“Tengo entendido que ya están pagando, sin embargo, están ellos demandando otras cosas”, dijo el mandatario. “Nosotros no vamos a caer en ninguna provocación. Si son fines políticos, no vamos nosotros a ceder ni a reprimir. Cada quien se va a hacer responsable de sus actos”.
“Cuando hay una actitud de intransigencia, cuando no hay una causa justa por la que se protesta, sino son otras razones, la misma gente se da cuenta y esto no ayuda a ninguna organización”, dijo sobre los maestros.
Sin embargo, muchas de las políticas de López Obrador parecen haber contribuido a la oleada de medidas sindicales.
Las huelgas en Matamoros estallaron después de que el Presidente anunció un plan para duplicar el salario mínimo en las comunidades fronterizas con Estados Unidos a 176,20 pesos diarios, el equivalente a 9,28 dólares al tipo de cambio actual. Los trabajadores que perciben por encima del salario mínimo en las plantas de Matamoros no se habrían beneficiado del incremento y estaban molestos por la medida.
El nuevo salario mínimo fronterizo es superior al mínimo existente en el resto del país, que es de alrededor de 5,34 dólares diarios. Sin embargo, el costo de vida a lo largo de la frontera es mucho más elevado que en el resto de México.
El movimiento laboral en México había sido asfixiado durante décadas por líderes sindicales de la vieja guardia y contratos proteccionistas a favor de las compañías que a menudo se firmaban a espaldas de los trabajadores, e incluso antes de que abrieran las fábricas.
López Obrador prometió garantizar la libertad sindical y prometió mantenerse alejado de los asuntos internos de los sindicatos.