Una denuncia anónima alertó a la Agencia de Investigación y la Secretaría de Marina (Semar) de que los buques participaban en el robo de hidrocarburos en el puerto de Dos Bocas, donde estaban anclados en instalaciones de una terminal petrolera.
Medios de prensa indicaron que al menos 10 personas de la tripulación, incluidos los capitanes de ambos buques, han sido detenidos y se espera que sean presentados ante la Fiscalía General de la República (FGR).
México, 28 de enero (EFE).– Un par de buques con 840 mil litros de hidrocarburos fueron asegurados por las autoridades mexicanas en el puerto de Dos Bocas, en el estado mexicano de Tabasco, ante la sospecha de que transportaban combustible robado, informaron este lunes medios de prensa.
Una denuncia anónima alertó a la Agencia de Investigación y la Secretaría de Marina (Semar) de que los buques participaban en el robo de hidrocarburos en el puerto de Dos Bocas, donde estaban anclados en instalaciones de una terminal petrolera.
Medios de prensa indicaron que al menos 10 personas de la tripulación, incluidos los capitanes de ambos buques, han sido detenidos y se espera que sean presentados ante la Fiscalía General de la República (FGR).
Las autoridades han comenzado a hacer análisis para determinar de qué tipo de combustible transportaban las embarcaciones.
La prensa del estado mexicano de Tabasco destacó que este es el primer decomiso de este tipo en Dos Bocas, luego de que a mediados de enero, el Presidente Andrés Manuel López Obrador denunciara que en esta terminal se llevaba a cabo el llamado huachicoleo de petróleo y combustibles.
El Gobierno de López Obrador lanzó el pasado 20 de diciembre una estrategia para combatir el robo de combustibles que tan sólo en el 2018 le costó al país un total de 65 mil millones de pesos (unos tres mil 421 millones de dólares).
Durante el primer mes de esta estrategia, ocurrió una explosión en una toma clandestina en la localidad de Tlahuelilpan, estado de Hidalgo, que hasta el momento ha dejado 115 muertos y una treintena de heridos que están en hospitales.
De acuerdo con la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, el robo de combustible en México era "prácticamente una empresa paralela" dedicada a robar y vender en el mercado negro el hidrocarburo ilegal.
El Gobierno mexicano ha reforzado con miles de agentes la seguridad en los ductos y se transportó más gasolina con camiones cisterna, lo que ha causado una crisis de desabastecimiento en diez estados del país, con estaciones de servicio cerradas y compras de pánico.
Durante 2018 en promedio se robaron 56 mil barriles diarios, la cifra llegó en noviembre a 82 mil barriles y en los primeros 20 días de diciembre el robo fue de 76 mil diarios.
DETIENEN A 9 PRESUNTOS HUACHICOLEROS
El Ejército mexicano informó el sábado pasado que decomisó más de 12 mil litros de combustible robado y capturó a nueve personas al anular un centro de robo de hidrocarburos en el suroriental estado de Tabasco.
Al cumplir una orden de cateo en un predio de Huimanguillo, Tabasco, los militares decomisaron equipo, vehículos y depósitos con un total de 12 mil 620 litros de hidrocarburo, manifestó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En los operativos se detuvo a nueve personas, se decomisó un arma, siete vehículos, tres de los cuales tenían reporte de robo, precisó el Ejército en un comunicado firmado por la séptima y la trigésima zona militar, ambas estacionadas en el estado de Tabasco.
Asimismo, se incautaron un predio, dos tractocamiones, dos motocicletas, una máquina excavadora, 125 contenedores de diferente capacidad, tubería y tanques de gas y de oxígeno, además de los 12 mil 620 litros de hidrocarburo, explicó.
El Gobierno del Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, puso en marcha al tomar posesión de su cargo el 1 de diciembre pasada, una estrategia para combatir y disuadir el robo y comercio de hidrocarburo ilícito.
El robo de combustible en México ocasionó pérdidas al país del orden de 65 mil millones de pesos (unos tres mil 421 millones de dólares) tan sólo en el 2018, informó López Obrador.
De acuerdo con datos oficiales, se calcula que en el país había al menos 15 mil tomas clandestinas en los ductos por los que se transporta el combustible, por lo que el Gobierno decidió reforzar la seguridad y utilizar vehículos cisterna para mantener el suministro.
En al menos 10 estados se ha registrado desabasto de combustible, principalmente gasolina y diesel.
Para hacer frente al problema de distribución y desabasto, el Gobierno de López Obrador ha comprado 672 camiones cisterna con un costo de 92 millones de dólares.
El pasado 18 de enero, explotó una toma clandestina en Tlahuelilpan, en el central estado de Hidalgo, que hasta ahora ha dejado un saldo de 114 muertos y 33 heridos, que son atendidos en diversos hospitales.