Ana Karen Castro Aguilar tenía apenas 16 años, era hija única y vivía junto con su madre, Soledad Aguilar Sánchez, en la unidad habitacional Quetzalcóatl, en la colonia El Espinal. La madrugada del lunes, la menor fue encontrada sin vida, aparentemente asfixiada, y envuelta en un sarape, atado con hilo, junto al zaguán de una cuartería ubicada en avenida Netzahualcóyotl y calle 15 de la mencionada colonia, cerca de su casa.
No es la única tragedia. También hoy se informó de una enfermera del IMSS, Beatriz Vázquez Osorio, vecina de Ciudad Mendoza, quien fue secuestrada el 6 de enero y apareció muerta. Los días de horror no cesan en Veracruz.
Por Antonio Osorio
Orizaba, Veracruz/Ciudad de México, 18 de enero (BlogExpediente/SinEmbargo).– Ana Karen Castro Aguilar, la adolescente de 16 años de edad asesinada la madrugada del lunes y encontrada encobijada en una cuartería de la colonia Espinal, vivía sola con su madre, a quien ayudaba trabajando en un puesto de picaditas para conseguir el sustento diario, pero hoy su progenitora no cuenta con el dinero suficiente para hacer frente a los gastos funerarios.
Por ello, en las últimas horas decenas de vecinos, amigos y conocidos de se volcaron en apoyo de la madre de la menor para pedir la colaboración de la ciudadanía e instancias del Gobierno, debido a que la mujer no cuenta con el dinero suficiente para hacerse cargo de los gastos funerarios de su hija.
Ana Karen Castro Aguilar tenía apenas 16 años, era hija única y vivía junto con su madre, Soledad Aguilar Sánchez, en el andador 7 de la unidad habitacional Quetzalcóatl, en la colonia El Espinal.
La madrugada del lunes, la menor fue encontrada sin vida, aparentemente asfixiada, y envuelta en un sarape, atado con hilo, junto al zaguán de una cuartería ubicada en avenida Netzahualcóyotl y calle 15 de la mencionada colonia, cerca de su casa.
Desde hace aproximadamente un año, la adolescente terminó sus estudios en la escuela secundaria general “Quetzacóatl”, pero debido a la falta de recursos ya no pudo continuar con ellos. La falta de una figura paterna y de un empleo formal para su madre, la orilló a buscar trabajo, por lo que se acomodó en un local donde venden picaditas y desayunos.
Mientras su madre se encargaba de vender gelatinas, la menor trabajaba todos los días para ganarse unos centavos y así poder sobrevivir con su progenitora. Por las mañanas laboraba y en las tardes, los quehaceres del hogar la esperaban, lavar los trastes, arreglar su cuarto y pasar horas junto a su madre, que desde pequeña la quiso tanto, según cuentan sus conocidos.
Sin embargo, el pasado lunes, a Soledad se le vino el mundo encima cuando le avisaron que su hija había aparecido muerta.
Ahora, una doble desgracia la envuelve, ya que por un lado perdió a su única hija, y por otro, ha quedado sola y sin dinero para poder hacer frente a los gastos funerarios, situación por la que sus vecinos y conocidos han salido a apoyarla para pedir ayuda.
“Ana Karen murió en manos de gente mala sin corazón, la niña era una mujer como tú y como yo, o como tu mamá, tu hermana, tu hija, en fin, Karen vivía sólo con su madre, no había una figura paterna, por eso mismo las dos trabajaban muy duro para ir día a día sobreviviendo”, según comentan los vecinos, amigos y conocidos de las mujeres.
Karen, acusan, tenía 16 años y trabajaba en un puesto de memelitas, mientras que su mamá vendía gelatinas. “Como podrán darse cuenta, ellas tenían pocos recursos, por eso mismo les pido su ayuda, si alguien gusta cooperar con alguna moneda, billete, o algo en especie ya que como les mencioné, la señora ha quedado sola y no tiene los recursos para el funeral de Karen. En la capilla de la Unidad Quetzalcóatl, junto al féretro de Karen hay una cajita donde pueden dar su granito de arena, sea mucho o sea poco le servirá de mucha ayuda a su mami, hoy fue Karen, pero mañana podría ser cualquiera… Muchas Gracias y Que Dios Los Bendiga”, escribió un usuario de Facebook en la página de Noticias de Orizaba Online.
El féretro con el cuerpo de la menor fue llevado a la capilla de la unidad habitacional, junto a la cancha de futbol, donde fueron convocados los vecinos y conocidos de la menor, para acudir a velarla y de paso dar un poco de ayuda a su madre, ya sea en efectivo o en especie.
Algunos amigos, mediante las redes sociales pidieron que el Ayuntamiento, a través del DIF, ayude a la madre de la menor, para pagar aunque sea una parte de los gastos funerarios; otros condenaron el caso y propusieron que se haga una marcha de protesta ante las autoridades para exigir justicia, ya que Ana Karen fue privada de la vida siendo una niña trabajadora.
Otros ciudadanos lanzaron reclamos contra el Gobierno y aseguraron que a pesar de que vivieron en Orizaba, actualmente temen regresar a la ciudad, debido a los altos índices de violencia que se han registrado en los últimos años.
Horas después del feminicidio, agentes de la Policía Ministerial capturaron al ex policía municipal de Orizaba, Rufino “N”, de 27 años, alias “El Chiquilín”, quien habría sido delatado por vecinos como el presunto asesino de la menor, a quien luego abandonó en el pasillo de la cuartería.
Se conoció que aún cuando negó haber matado a la adolescente, el sujeto admitió que durante la noche del domingo convivió con ella y estuvieron tomando bebidas alcohólicas en su domicilio. Por ello, quedó a disposición de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Familia, como presunto responsable del delito de homicidio calificado.
ENFERMERA ES ASESINADA POR SUS SECUESTRADORES
De Ixtaczoquitlán era la enfermera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Beatriz Vázquez Osorio, vecina de Ciudad Mendoza, y quien había sido secuestrada el 6 de enero.
Se presume que los familiares de la víctima no lograron pagar el rescate que exigían los plagiarios, quienes terminaron matando a la mujer y arrojando su cuerpo a orillas de la carretera.
El hallazgo ocurrió la noche del pasado martes cuando habitantes de la zona descubrieron que un cuerpo en estado de descomposición, envuelto en unas sábanas y atado con hilo. Se encontraba en un cañal, a orillas de la carretera mencionada, en el tramo Fortín-Cuautlapan, a la altura de la entrada al cerro de “Las Antenas” o “Microondas”.
Tras ser alertadas las corporaciones, al sitio se trasladaron policías estatales y ministeriales, así como peritos y personal de la Fiscalía, quienes realizaron inspecciones y ordenaron el levantamiento del cuerpo, mismo que fue enviado al Semefo de Orizaba.
Fue hasta este jueves cuando familiares de la víctima acudieron a las oficinas de la Fiscalía de Orizaba y posteriormente al Semefo, donde identificaron el cuerpo de la enfermera.
Beatriz Vázquez, quien además de ser enfermera del Seguro Social también era madre de familia, fue privada de la libertad el pasado 6 de enero cuando salió a buscar los “Reyes” para su hijo.
Se presume que a pesar de que los plagiarios tuvieron contacto con los familiares, no lograron reunir el monto millonario que como rescate era exigido y debido a eso fue asesinada.
El nuevo feminicidio volvió causar indignación de familiares, amigos, conocidos y compañeros de trabajo de la víctima, quienes la reconocieron como una mujer de trabajo, buena madre y compañera.
Beatriz se convirtió en la víctima número 27 de casos de feminicidios en el primer mes y medio del Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.
Además se trata del tercer caso de secuestro con desenlace fatal, durante el mismo periodo, luego de que en diciembre, en circunstancias similares, fueran asesinados una joven en la zona norte del estado y un dirigente de transportistas en el sur de la entidad.
El 15 de diciembre, el primer caso fue el de Itzel Mar Betancourt, de 17 años, madre de un niño, e hija de la empresaria ferretera Gabriela Mar Betancourt, del municipio de Naranjos.
Tras un mes y cuatro días de haber sido secuestrada, la joven fue encontrada sin vida, maniatada y vendada de la cabeza, con dos impactos de bala, en un camino de terracería que conduce del poblado El Águila hacia El Bajío, perteneciente al municipio de Tancoco.
Itzel había sido secuestrada desde el 8 de noviembre en el centro de la colonia Las Delicias, cuando acudió a recoger a su hijo a la escuela.
En un mensaje que se difundió en las redes sociales y en los medios de comunicación, la madre de la joven pidió perdón a su hija porque no pudo pagar su rescate.
El crimen causó indignación de familiares, conocidos y de la sociedad en general, luego de que inicialmente la empresaria diera a conocer el plagio de su hija y después, al enterarse de su muerte, le pidiera perdón.
Un día después, el 16 de diciembre, en Coatzacoalcos, fue ejecutado Marcos Medina Castellanos, dirigente sindical de la Unión de Transportistas de la CTM en el municipio de Moloacán, luego de que sus familiares tampoco lograran reunir 10 millones de pesos, que como rescate exigían sus captores.
De manera similar al caso de Itzel, tras permanecer secuestrado 15 días, el hombre fue encontrado sin vida, maniatado, en medio de unos matorrales, a orillas de la carretera Coatzacoalcos-Minatitlán, a la altura de Las Matas.