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Bad Blood, de Netflix, coloca al canadiense Kim Coates entre los grandes actores de la industria

21/12/2018 - 12:02 am

Es cierto que puede ser una serie documental, que narra las hazañas de un famoso, interpretado por el creíble Anthony La Paglia, el mafioso Vito Rizutto, pero al final es una serie shakespearana que de la lealtad pasa a la venganza y en eso, Kim Coates es maestro.

Ciudad de México, 21 de diciembre (SinEmbargo).- Hay que decirle al actor canadiense Kim Coates (1958) que le queda mejor el bigote y la barba candado con la que salió en Sons of Anarchy, una serie de la que ha hablado hace poco al conocerse el spin off por parte de su creador, Kurt Sutter: Mayans MC.

“Kurt Sutter hizo un gran trabajo al finalizar este bebé en siete años, 92 episodios, justo de la manera que él y el presidente de FX, John Landgraf, querían. Creo que la serie se volvió ultra violenta al final. Ni siquiera sabía a quién más íbamos a matar. Estoy muy agradecido de que, durante lo que duró el show, hubiese suficiente para hacer para mí y para el resto del reparto. Me encantó de principio a fin”, dijo.

En esa serie, Kim Coates era leal, sobre todo leal a Jax Teller (Charlie Hunnam). Hacía de Alexander "Tig" Trager y se movía, efectivamente, muy bien en esas alegorías en las que hacía descansar a todo su elenco de moteros el sabio guionista Sutter.

Era buen actor, sin embargo, no podríamos decir que era un actor como Al Pacino, como Robert de Niro, esos pesos pesados que justifican el oficio y nos hacen creer en papeles imposibles. Pero ahora hay que compararlo con ellos. Con la serie canadiense Bad Blood, Kim Coates hace un salto para ser considerado uno de los mejores actores del mundo.

Paul Sorvino muere como Vito Corleone. Foto: Netflix

BAD BLOOD, CON ALEGORÍA Y MUCHA MAFIA

¿Cuándo la lealtad se convierte en venganza? Esta es una historia de mafiosos y como tal de familia, lealtad, engaño, poder, avaricia y, finalmente, venganza. El jefe de la mafia de Montreal, Vito Rizzuto, es un criminal anómalo. Determinado a llevar la paz a las dispares alas del mundo criminal de Montreal del día, Rizzuto los unifica con éxito, sirviendo como un CEO de facto y asegurando un lucrativo día de pago para todos. Cuando Rizzuto es arrestado repentinamente y extraditado a la prisión de Supermax de Colorado por los asesinatos de 1981 de tres miembros de la familia del crimen Bonanno, el poderoso imperio que construyó comienza a desmoronarse. Rizzuto observa impotente hasta su liberación de la prisión en octubre de 2012, cuando comienza a desarrollarse una historia de venganza de Shakespeare.

El guionista Simon Barry no tiene miedo de que veamos la serie y la comparemos con Los Soprano, con El Padrino (ahora hay una campaña por Internet que la nombran como la película perfecta). Hay profundas alegorías sino copias, como cuando asesinan al padre de la familia (un genial y anciano Paul Sorvino) en la huerta donde planta tomates, al final de la casa.

Es cierto que puede ser una serie documental, que narra las hazañas de un famoso, interpretado por el creíble Anthony La Paglia, el mafioso Vito Rizutto, pero al final es una serie shakespearana que de la lealtad pasa a la venganza y en eso, Kim Coates es maestro.

Kim Coates en un papel esencial. Foto: Netflix

Ahora va a haber una segunda temporada, no sabemos en qué se va a centrar, pero esta entrega empieza y termina con todo el martirio de Declan Gardiner.

“Declan es un mafioso, pero es un personaje legítimo. Él hace cosas malas, pero no miente. Es minucioso y viene de un lugar de pureza. Es uno de los mejores personajes en mi vida", ha declarado Kim Coates, en un trabajo exquisito.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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