El promedio de diez personas de una lista de vigilancia pilladas diariamente por Seguridad Nacional se convierte en el arresto de “10 terroristas”, ignorando el hecho de que esa cifra incluye a sospechosos de terrorismo también.
¿Cómo justifica la Casa Blanca esa afirmación? A partir del informe que empezó todo esto hace casi un año, que habla de un promedio diario de “encuentros” con personas de una lista de vigilancia, no de terroristas.
Estos diez terroristas, sin embargo, existen solo en una estadística del gobierno que Trump usa para presentar a los migrantes que llegan de México como una amenaza.
Por Calvin Woodward
Washington, 13 de diciembre (AP).— Desde hace algún tiempo, Donald Trump viene promoviendo la idea de que México es un trampolín desde el cual terroristas internacionales invaden Estados Unidos. Dice que diez de ellos fueron atrapados en tiempos recientes por las fuerzas de seguridad. “Son gente muy peligrosa”, aseguró.
Estos diez terroristas, sin embargo, existen solo en una estadística del gobierno que Trump usa para presentar a los migrantes que llegan de México como una amenaza.
Es cierto que hay temores de que posibles extremistas islámicos ingresen a Estados Unidos por tierra. Pero ese temor se enfoca más que nada en la frontera con Canadá, donde Trump no planea levantar muro alguno.
Repaso a la forma en que se fue gestando el mito de los 10 terroristas peligrosos:
En julio del 2017, un informe del Departamento de Estado sobre terrorismo detalló las posibles amenazas que enfrenta el país, el cual no coincide con la descripción que hace Trump sobre el peligro que viene del sur.
Dice: “No se tiene noticias de organizaciones terroristas internacionales que operen en México, pruebas de que alguna agrupación terrorista tenga en la mira a ciudadanos estadounidenses en territorio mexicano ni información verosímil de ningún integrante de una agrupación terrorista que haya viajado a México para tratar de ingresar a Estados Unidos”.
A lo sumo, señala, “funcionarios del gobierno mexicano notan un aumento en la cantidad de simpatizantes que tienen organizaciones terroristas en las redes sociales en este territorio comparado con el año pasado”.
El informe se enfoca mucho más en el vecino del norte y afirma que hay “extremistas violentos en Canadá, inspirados por agrupaciones terroristas como ISIS (Estado Islámico) y al-Qaida y sus filiales y partidarios”. Canadá, por otro lado, ha registrado varios episodios de terrorismo perpetrados por simpatizantes de esas organizaciones y, según el informe, enfrenta “un desafío particular al juzgar a individuos que vienen del exterior para participar en terrorismo por las dificultades para demostrar su asociación con organizaciones terroristas o que han cometido acciones terroristas específicas”.
El Departamento de Estados dice que tanto Canadá como México han cooperado con Estados Unidos en sus esfuerzos por combatir el terrorismo. Y no hay evidencia alguna de que estén ingresando terroristas desde Canadá tampoco.
En enero, un informe conjunto de los departamentos de Seguridad Nacional y de Justicia dijo que Seguridad Nacional había registrado 2.554 “encuentros” en todo el mundo con personas en listas de posibles terroristas que trataron de viajar a Estados Unidos. La gran mayoría (2.170) intentaron hacerlo por aire. Del resto, 335 lo hicieron por tierra y los demás por mar. No se menciona vínculo especial alguno con México.
Al mes siguiente, el Vicepresidente Mike Pence tergiversa ese informe, diciendo que todos esos “encuentros” se produjeron en la frontera con México. “Ayer me enteré de que en el puesto fronterizo de Hidalgo... seguimos deteniendo a mil 100 individuos por día, que tratan de ingresar a este país ilegalmente, incluidos siete individuos diarios que son conocidos terroristas o se sospecha de serlo”.
Hay más cosas erróneas en ese comentario.
A la gente atrapada por Seguridad Nacional se le negó el ingreso a Estados Unidos, pero no hubo arrestos masivos, como dice Pence.
Además, es probablemente una exageración decir que todos en la lista de vigilancia son terroristas o posibles terroristas. Esa lista es un primer paso en la identificación de gente que, por razones valederas o no, puede generar alguna inquietud.
En junio, el promedio de siete por día sube a diez, sin que se anuncien estadísticas nuevas. “Mi departamento ahora impide que un promedio de diez terroristas o sospechosos de terrorismo diarios viajen o traten de ingresar a Estados Unidos”, manifestó la secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen.
En septiembre circula un nuevo informe del Departamento de Estado, que dice que “no hay evidencia creíble que indique que agrupaciones terroristas internacionales hayan establecido bases en México, trabajado con los carteles de las drogas mexicanos o enviado agentes a Estados Unidos a través de México”. La frontera sur sigue siendo vulnerable al potencial tránsito de terroristas, aunque es probable que las agrupaciones terroristas busquen otras formas de ingresar a Estados Unidos”. Se perciben más episodios de terrorismo en Canadá, destaca.
A fines de mes el gobierno de Trump expresa su preocupación por los migrantes centroamericanos que se encaminan al norte y el Presidente insiste en su pedido de fondos para construir un muro. Apela a las últimas estadísticas y nuevamente se dan datos erróneos.
“En el último año fiscal detuvimos a más de 10 terroristas o sospechosos de terrorismo por día en nuestra frontera sur“, descritos como personas oriundas de otros países que no son México, expresó Pence. “Me refiero a la región del Medio Oriente”.
El promedio subió de nuevo, a “más de 10”. Y Pence insistió en que todo esto sucedió en la frontera con México.
Esta vez se le hace notar la discrepancia a la oficina de Pence, la cual reconoce el error. Ese mismo día, el Vicepresidente corrige la falla y dice que los arrestos se produjeron en todos los puntos de ingreso al país.
Trump, sin embargo, sigue alimentando el temor sobre extremistas islámicos que vienen a Estados Unidos desde México y sobre los migrantes. El 22 de octubre dijo en un tuit: “Tristemente, parece que la Policía Militar de México no puede frenar la caravana que se dirige a la frontera sur de Estados Unidos. Delincuentes y desconocidos del Medio Oriente se entremezclan. Le he dicho a la Patrulla de Fronteras y a los militares que esta es una Emergencia Nacional. ¡Hay que cambiar las leyes”.
Al día siguiente declara a periodistas en su despacho: “Hablé con la Patrulla de Fronteras esta mañana... Dicen que a lo largo del año, a lo largo de varios años, han interceptado gente buena y gente mala, incluidas personas del Medio Oriente”.
Admite, de todos modos, “que no hay pruebas de nada”.
Este mes, el muro que Trump quiere levantar en la frontera con México es el epicentro de una batalla en torno al presupuesto nacional que amenaza con paralizar partes del gobierno a partir del 21 de diciembre si no se llega a un acuerdo.
En su hostil reunión con los líderes demócratas Nancy Pelosi y Chuck Schumer, Trump habla de numerosas amenazas originadas en México y dice que las personas que tratan de ingresar a Estados Unidos desde ese país portan enfermedades --algo que no sustentó con pruebas-- e incluyen delincuentes.
El promedio de diez personas de una lista de vigilancia pilladas diariamente por Seguridad Nacional se convierte en el arresto de “10 terroristas”, ignorando el hecho de que esa cifra incluye a sospechosos de terrorismo también.
¿Cómo justifica la Casa Blanca esa afirmación? A partir del informe que empezó todo esto hace casi un año, que habla de un promedio diario de “encuentros” con personas de una lista de vigilancia, no de terroristas.