ADVERTENCIA: VIDEO E IMÁGENES FUERTES
Eduardo tenía 20 años de edad; este martes fue abatido por policías mientras asaltaba a un automovilista en la alcaldía de
Álvaro Obregón. Familiares y amigos llegaron al lugar para despedirlo como si se tratara de un héroe: con balazos al aire y vertiendo Coca Cola sobre su sangre derramada.
Estado de México/Ciudad de México, 12 de diciembre (AFondo/SinEmbargo).- La tarde de ayer, un joven delincuente fue abatido a balazos por policías cuando intentaba asaltar al conductor de una camioneta, en calles de la alcaldía Álvaro Obregón, en la Ciudad de México. El momento quedó perpetrado en video, mismo que fue compartido en redes sociales.
En las imágenes se observa el cuerpo sin vida de Eduardo, el asaltante de 20 años de edad, acaecido tras el enfrentamiento con los policías capitalinos, y a pocos centímetros de él, un arma de fuego con la que amagara a su víctima y después enfrentase a los uniformados.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 14:30 horas en el cruce de Avenida Central entre calle 4 y Ferrocarril de Cuernavaca, cuando el Lalo asaltaba a un automovilista.
Con una pistola tipo escuadra, asediaba las calles de la colonia, asaltaba negocios, transeúntes y automovilistas, todo mundo lo conocía, y hasta los policías del sector lo ubicaban esperando el día que lograran capturarlo.
Fue hasta este martes cuando fue sorprendido por dos uniformados, cuando encañonaba a un automovilista ordenando que entregara sus pertenencias.
Al verse rodeado por la pareja de oficiales, no tuvo más remedio que enfrentarlos, antes de que fuera detenido y pisar la cárcel prefirió jugarse la vida.
De un balazo a la altura del estómago, el joven delincuente cayó al suelo, aunque los oficiales pidieron una unidad médica, falleció en el lugar donde pronto llegaron familiares y amigos, quienes ya sabían lo que podría suceder en su carrera delictiva.
Asimismo, en el material se muestra a familiares y amigos arribar al lugar de la balacera y llorar la muerte del joven delincuente, mientras los policías permitían que el automovilista asaltado se fuera del sitio. Su madre, se hincó y tomó al joven entre sus brazos, llorando desconsoladamente.
El delincuente fue despedido por sus familiares al estilo del narco: con balazos al aire, rociando Coca Cola en su sangre y gritos como “eres mi chingón”, luego de ser abatido por un oficial del sector Plateros.
Peritos de la procuraduría capitalina realizaron las diligencias correspondientes, levantaron los indicios y al cargarlo para el traslado a la morgue, se escucharon 10 detonaciones al aire.
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