El disco empieza con “Río Negro”, unas cuerdas que adelantan el sonido por el que irán las hermosas canciones de Santiago Auserón, quien acaba de lanzar Vagamundo, su compacto junto a la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia dirigida por Ricardo Casero y los arreglos de Amparo Edo Biol.
“Desde mediados del siglo XX, la canción popular española ha venido integrando influencias lejanas –especialmente la mezcla de tradiciones europeas y africanas proveniente del Nuevo Mundo– con la propia tradición lírica peninsular. A mi generación le tocó en suerte renovar una circulación internacional de ritmos y melodías en la cual la Península había participado activamente siglos atrás. Explorando primero con Radio Futura el horizonte de la canción urbana, recuperando luego con Juan Perro sones de raigambre diversa que parecen querer hablar una misma lengua, el compromiso vital con el verso cantado se ha convertido en viaje apasionante a lo largo de diversas fronteras. Tal es el significado de este nuevo trabajo: Vagamundo, otra manera de decir “vagabundo” en la literatura medieval y del Siglo de Oro. El castellano preserva resonancias profundas que pueden ser compartidas en el universo contemporáneo. Con la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia dirigida por Ricardo Casero y los arreglos de Amparo Edo Biol, he tenido el privilegio de asistir a la recreación de mi repertorio –algunas piezas antiguas y otras recientes– por obra de un gran equipo de músicos y técnicos que me han ayudado a proyectar hacia delante la búsqueda sonora. Lejos de resultar adormecidas por la sonoridad clásica, las canciones de este álbum germinan con vigor renovado y abren camino a la imaginación. La formidable máquina de la orquesta, en la que se juntan quienes dedican su vida a la perfección en cada instrumento, se acerca a la canción popular para exigirle vuelo poético y contribuir a transformarla”, escribe el compositor español tan conocido y tan querido.
El disco ya está en Spotify, en YouTube y en las otras plataformas digitales. Es increíble pensar que más allá de las cosas que explica Santiago, sus canciones se expanden con clarividencia certera. No parece esas juntadas de una orquesta con un grupo, que se dan a menudo fruto del mercado musical, sino la continuidad del diálogo, el tú a tú con un creador, un cantante sin par, y los arreglos de Amparo Edo Biol que hacen recalcar aún más su valía.
Para escuchar con oídos de cuento de hadas, para regocijarse con la música, ese consuelo hinóptico.
