Bolsonaro aseguró que "vi atrás con buenos ojos lo de" Embraer, otra empresa estratégica para Brasil por ser el tercer mayor fabricante de aviones del mundo y que fue privatizada en la década de 1990 con una cláusula que le permite al Estado vetar cualquier negocio de la compañía que considere contrario a sus intereses.
El Presidente electo afirmó que aprovechará un viaje que realizará a Brasilia este martes para conversar sobre Petrobras con su equipo económico y con el futuro presidente de la estatal, en caso de que ambos coincidan en la ciudad.
Río de Janeiro, 19 de noviembre, (EFE).- El Presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó hoy que una parte de la petrolera estatal Petrobras, la mayor empresa del país, puede ser privatizada en su Gobierno, que comienza el 1 de enero, pero que no pretende vender la compañía que considera estratégica.
"Alguna parte puede ser privatizada, pero no toda. Es una empresa estratégica", afirmó Bolsonaro en declaraciones a periodistas al ser interrogado sobre la decisión de su equipo económico de nombrar como nuevo presidente de Petrobras al economista liberal Roberto Castello Branco, que ha defendido la privatización de la compañía.
El diputado ultraderechista afirmó que ha conversado sobre un plan para privatizar algunos sectores de la empresa con el economista Paulo Guedes, a quien ya anunció como su futuro ministro de Economía.
"Estamos conversando con él sobre eso. No soy una persona inflexible, pero tenemos que, con mucha responsabilidad, llevar adelante un plan como ese (de venta de partes de la empresa)", afirmó.
Bolsonaro aseguró que "vi atrás con buenos ojos lo de" Embraer, otra empresa estratégica para Brasil por ser el tercer mayor fabricante de aviones del mundo y que fue privatizada en la década de 1990 con una cláusula que le permite al Estado vetar cualquier negocio de la compañía que considere contrario a sus intereses.
"Podemos conversar, pero entiendo que es una empresa estratégica que puede ser privatizada solo en parte", agregó al dejar claro su rechazo a la posible venta de las principales operaciones de Petrobras.
En unas declaraciones a la prensa este mismo lunes, el vicepresidente electo de Brasil, el general de la reserva del Ejército Hamilton Mourao, fue más específico y aclaró que las áreas que pueden ser privatizadas son las subsidiarias para actividades como distribución o refino de combustibles, pero no la producción.
"Lo que hemos dicho es que el núcleo duro de Petrobras, que es la extracción (de petróleo), que es donde está la inteligencia, el conocimiento... eso no va a ser privatizado", afirmó Mourao.
"Pero podemos negociar la venta de áreas como distribución, refino... Eso es algo que puede ser negociado", dijo.
El Presidente electo afirmó que aprovechará un viaje que realizará a Brasilia este martes para conversar sobre Petrobras con su equipo económico y con el futuro presidente de la estatal, en caso de que ambos coincidan en la ciudad.
Bolsonaro afirmó que la elección de Castello Branco como presidente de Petrobras fue una decisión de Guedes pero que él le dio "carta blanca" a su futuro ministro de Economía para que escoja a todo su equipo.
"Yo lo único que le exijo es productividad, que pueda reducir la máquina y hacerla funcionar para bienestar de la población", dijo.
Agregó que todo el equipo económico escogido por Guedes es una "parte importante de nuestro plan de Gobierno", de cuyos integrantes dijo que "no pueden equivocarse. No tienen derecho a equivocarse. No pueden tomar una decisión y volver atrás porque será una señal negativa para el mercado".
Dijo, sin embargo, que todos los miembros del equipo escogidos por Guedes ya fueron "probados por el mercado", que ha reaccionado positivamente a sus nombramientos.
Sobre el actual presidente de Petrobras, Ivan Monteiro, afirmó que puede ser mantenido en el equipo económico de Gobierno y que tal vez pueda ser anunciado como el futuro presidente del Banco do Brasil.
Castello comandará en los próximos años una de las mayores petroleras del mundo y que se encuentra en proceso de recuperación después de cuatro años de resultados negativos en los que acumuló más de 19.380 millones de dólares en pérdidas.
En el período la empresa enfrentó una grave crisis económica e institucional a raíz de la caída de los precios del petróleo y por el descubrimiento de una gigantesca red de corrupción que desvió miles de millones de dólares de la compañía entre 2004 y 2014.