La colección de artistas nacionales podrá apreciarse en la exposición “Arte Mexicano contemporáneo Sonora 2.0” a inaugurarse el miércoles 28 de noviembre en Hermosillo, capital de la entidad.
Figuran obras de Alberto Castro Leñero, Graciela Iturbide, Gabriel de la Mora, Miguel Fernández de Castro, Pedro Friedeberg, Mauro Giaconi, Magali Lara, Carla Rippey, Betsabeé Romero, entre otros.
Ciudad de México, 17 de noviembre (SinEmbargo).- El museo Musas es increíblemente bello. Hace unos años fuimos a conocerlo a Hermosillo y sus paredes largas, grises, llenas de una arquitectura moderna a cargo del despacho de Arquitectura Puebla, te dejaban con la boca abierta.
Sin embargo, sus paredes carecían de obras o sus muestras eran pasajeras. Faltaba presupuesto para tener un legado permanente y a partir de ahí su director, Rubén Matiella, dedicó todo su esfuerzo a lograrlo.
Tal es así que el Museo de Arte de Sonora (Musas) presenta su colección de arte con un acervo conformado con piezas de artistas locales y nacionales que tiene un valor estimado de 980 mil dólares.
Este proyecto del Musas tiene dos vertientes principales, por un lado la creación de un acervo que dé cuenta del proceso plástico en la región en las últimas décadas y trazar su propia historia en el arte desde la perspectiva de esta mirada y por otro, la integración de una colección de arte moderno y contemporáneo a nivel nacional para participar de las discusiones desde el noroeste del país con exposiciones, préstamos e investigaciones en torno a la historia del arte mexicano en general y en particular de la plástica mexicana.
Gabriela Gutiérrez, Graciela Iturbide, Cisco Jiménez, Enrique Jezik, Magali Lara, Isabel Leñero, Hugo Lugo, Berta Kolteniuk, Jorge Marín, Gustavo Monroy, Lucía Oceguera, Ariel Orozco, Miguel Ángel Ortega, Adán Paredes, Marta María Pérez Bravo, Alejandro Pintado, Ricardo Rendón, Carla Rippey, Betsabeé Romero, Oswaldo Ruiz, Agustín Santoyo, Benito Salazar, Luciano Spano, Roberto Turnbull, Rafael Uriegas, Iker Vicente y Yuri Zatarain, entre otros, conforman el acervo del Musas.
La muestra abrirá al público el próximo miércoles 28 de noviembre a las 19:30 horas en las instalaciones del Museo en la ciudad de Hermosillo.
–¿Se dedicó a romper el centralismo que hay en las artes en México?
–Este museo se abre al público en el 2009, con una arquitectura hermosa, tiene una estructura espléndida, una de las más notables de este país, sin embargo, no se le dotó de una colección propia. Un museo para tener una rea viabilidad tiene que tener una colección propia, sobre todo en espacios tan enormes como el Musas. Eso obliga a tener siempre el museo activo, llevando exposiciones en forma permanente. Era una necesidad imperante desde un inicio tener una colección, pero no había presupuesto. Entendimos que había que buscar mecanismos alternativos. Comenzamos a pensar en una colección basada en la colección. Eso no es fácil. A nadie le gusta donar. Fuimos encontrando a artistas importantes que se interesaron por el Musas. Sobre todo por el gran centralismo mexicano, ¿por qué no romper con ese esquema? El Musas tendió un puente de igualdad entre un noroeste que nadie volteaba a ver y un centro en el que todo sucedía. Betsabeé Romero fue la que primera se acercó, tanto ha trabajado con la frontera y era un espacio desde donde ella podía trabajar en sus proyectos y nos fue acercando a otros artistas. Fue catapultándose esta idea de apoyar en el norte a este museo.
–¿Los artistas tienen en su obra a este espacio maravilloso?
–Sí, claro. Han descubierto muchas cosas. La maestra Graciela Iturbide, que ha llevado a México a todo el mundo. Hace 30 años realizó un trabajo con la nación Zeri y tuvo un éxito muy grande. Se ha convertido en un ícono de Graciela, quien pasó meses en Sonora. El año antepasado estuvo con nosotros y fuimos a visitar a los zeris, se reencontró con ellos, fue un momento muy emotivo. La maestra, de una manera generosa, se volcó a este proyecto y nos donó 8 obras de su trabajo para enriquecer esta colección. Además, de su apoyo moral, sus consejos, su gestión, nos sirvieron mucho.
–¿Cómo es la muestra?
–Luego de un año y medio de estudio e investigación narramos la historia o lo más importante del arte sonorense del año pasado. Estamos hablando de 36 autores que componen esta muestra, en 66 obras al día de hoy. Ya son del Musas. Esto no ha sido tarea fácil ni mérito de nadie en particular. Edgardo Ganado Kim encontró varias formas de enriquecer la muestra, una de ellas es la donación directa, otra es el pago de impuestos a través del sistema del pago de especies. Edgardo y yo visitamos a los artistas que a nosotros nos interesaban de acuerdo al discurso expositivo y de la colección, con objetivos precisos y hablar con ellos para que hicieran su pago en impuestos a través del Musas. Otro de los proyectos es reunirnos con referentes sociales en el noroeste, platicándoles acerca de la colección y ellos se abocaron generosamente a comprar obra y donar al museo. De esa forma, llevamos cerrados a ocho artistas y hay ocho familias que esperan que nosotros le digamos qué artistas queremos. Estamos creando ese espacio de mecenazgo tan importante para este tipo de espacios. Debo decir también que esos artistas venden a un precio simbólico, no es el mercado el que dictamina los precios.
–¿Cuál es el discurso expositivo del museo?
–El discurso expositivo es una muestra del quehacer en la República Mexicana a partir de los años ’70. Artistas nacionales o nacionalizados. Hay que combatir el centralismo, pero no combatirlo como una guerra, sino con aportes, con discursos, con muestras. El Musas se va a consolidar como un espacio desde el cual se puede dialogar en forma horizontal con cualquier otro espacio.
PRESENTACIÓN EN LA FIL EN GUADALAJARA
Como parte de la promoción nacional del acervo de MUSAS, en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) Guadalajara, será lanzada la obra Arte Sonorense. Sonora 1.0. Apuntes para una colección, escrito por Octavio Avendaño y editado por Minerva Salguero.
La presentación se realizará el lunes 26 de noviembre a las 18:00 horas en el stand de la Secretaría de Cultura (G5).
Entre los artistas incluidos en el acervo sonorense destacan Alejandra Avilés, Ethel Cooke, Juan Carlos Coppel, Mónika Ejerhed, Carlos Iván Hernández, Alfredo Karam, Helga Krebs, Paula Martins, Gustavo Monroy, Mario Moreno Zazueta, Roberto Parodi, Alejandra Platt, Sergio Rascón y Miriam Salado.
En la obra, el curador de arte Octavio Avendaño hace una reflexión sobre la evolución del arte sonorense en el periodo histórico que va de 1972 a 2006, a través de cuatro núcleos curatoriales; el primero presenta a Sergio Rascón, Abigael Bojórquez y Aristeo: pintor, poeta y artista sonoro respectivamente, que enmarcaron el espíritu de época de las décadas de 1970 y 1980.
En el segundo núcleo se encuentran artistas que recurren a estrategias modernas, mayoritariamente influidos por la generación de la ruptura, cuyo papel trascendental se encuentra en su labor como gestores culturales, además de ser artistas.
El tercer núcleo abarca creadores de distintas generaciones que abordan problemáticas de género y culturales en Sonora. Finalmente, en el cuarto núcleo se encuentran los artistas jóvenes que se distinguen por su inserción en el arte contemporáneo nacional e internacional.
