Antonio Calera-Grobet escribe Sed Jaguar, un libro que habla para otros, un libro que se sale de la onda irónica y yomísmica de la poesía en turno. Trae 60 imágenes del artista Demián Flores y las palabras de Eduardo Milán y Luis Felipe Fabre.
Ciudad de México, 10 de noviembre (SinEmbargo).- El nuevo libro de Bonobos, Sed Jaguar, Antonio Calera-Grobet, trae 60 imágenes del artista Demián Flores y las palabras de Eduardo Milán y Luis Felipe Fabre. Como dice precisamente Luis Felipe, “son palabras que hablan al otro y en sus mejores momentos hablan otro”.
Como se trata de Antonio, el libro es desbordante, propone otras cosas de acuerdo a la mirada y no puede uno dejar de verlo, de analizarlo, en medio de un maremoto de libros de poetas.
“Sed Jaguar. Porque no basta un vaso de agua, ni la gota que derramó el vaso, es que Calera Grobet escribe estos brindis, estos bebederos subterráneos, hambrientos de amor y sedientos de justicia. Más que el mar, la sal de la tierra”, dice Fabre.
En su mar, este promotor cultural, escritor, cocinero, creador de Hostería La Bota, Mantarraya Ediciones y La Chula Foro Móvil, la poesía se construye. Ya desde uno, ya desde los que edita en su sello.
Su lema: Antes del fin de este mundo, escribiremos otro, se encuentra a veces con muchos obstáculos. Sabe del Centro Histórico, pero más sabe de México y de todas las rutas que lo llevan a la muerte de su querido padre, a estar siempre en familia, con su madre Adriana, con sus hermanos en la hostería, a sabiendas siempre de que la comida “representa la cultura de un pueblo”.
La poesía es, en todo caso, esa mano desesperada a encontrarse con esas dificultades y buscar, pedir, sentido común, algo que nos lleve a cierta calma, después de la guerra.
–¿Sed Jaguar es un poco el volver a ser poeta?
–Eso me recuerda a una frase de Juan Gelman. ¿Qué se siente regresar al barrio?, fue la pregunta y su respuesta fue: Nunca me he ido del barrio. Lo que siento es que el poeta no se va nunca, es una guardia permanente.
–Hay un estilo más demandante
–Sí, me di cuenta de que no solamente no mantenía una relación laxa con mis referentes, sino que se había recrudecido la sensación de decir. Este es el libro más barroco, más denso, que he escrito. Son poemas largos y poemas a veces un tanto críticos, pero no podía decirlo de otra manera. Es el libro más cercano al contexto social, porque vivimos en un México que nos obligaba a escribir de esa manera.
–La ciudad, el país…
–Una especie de cartografía de los temas que se tratan acá, no hay ninguno banal, superfluo, accesorio. Son las grandes heridas. Una cosa histórica cultural de cuajamiento de una personalidad mexicana que no termina por cerrar su pensamiento. El feminicidio, los asesinatos, de manera que es un libro un tanto solemne.
–Es el más mexicano, por cierto
–Están los estudios de principios del siglo XX, el descubrir el perfil idiosincrático del mexicano. Está Ramos, está Paz, está Rulfo, es doloroso, un tanto sanguinario, chorrea, está cercano a la filosofía y a la antropología más que a la literatura.
–El libro también es una catarsis
–Ahí está cuajado ese sentimiento. Ahí está emancipado, concretado, un aullido, para decirlo como Ginsberg. Lo que quería con las imágenes de Demián Flores era aprovechar y echar mano de quien es considerado uno de los más importantes artistas mexicanos. Es un gran pintor y lo que quería era presentarlo como un revés del catolicismo. Creo que ese marco de referencia de pedir, aunque no sea católico, era importante para mí. Descansas de esa flagelación con las imágenes, que tienen que ver con la vida de los santos. Hay una culpa y creo que eso le vino bien al libro.
–¿Cómo haces para atraer tanto a la gente y al mismo tiempo tener ese recogimiento que hay que tener para escribir poesía?
–Es la tensión pendular. En un dominio eres un ser colectivo, social, promotor que tiene que ver con todas las actividades y por otro lado te vuelves un anacoreta para escribir. Me he dado cuenta que ambas cosas se nutren a sí mismas. En todo caso cargarme de mundo me fomenta la escritura.
–¿Qué papel cumple el editor?
–Santiago Matías y Amelia Flores llevan un tiempo trabajando con esa editorial, que me parece muy pulcra, muy completa. Me interesó elegir este sello para este libro, porque ellos mantienen una solemnidad editorial que me seduce. Me sentí muy descansado, sobre todo porque el oficio artesanal del editor ya no se encuentra mucho y en ellos sí, peleaban las imágenes, vieron la portada, hicieron un sello con los textos de Eduardo Milán y Luis Felipe Fabre, algo que yo no hubiera hecho. Ellos son amigos cercanos y le pedí a Raúl Zurita que escribiera un prólogo y lo que me dio fue un cintillo. Ya no pude sustraerme a utilizarlo.
–¿De qué poeta es este libro?
–Me doy cuenta de que soy un escritor viejo, una voz cansada, si yo tuviera que apretar un poco el análisis de este libro diría que intenté hablar con mis amigos en un juicio oral para atacar a la gente que nos hace daño. No creo que sea el agua de uso de la literatura que está de moda, que es un poco más liviana, más ligera, más irónica. Soy tan viejo que hablo, con titubeos, del amor, ¿quién se atreve a hablar del amor en la poesía? ¿Ese tipo de rescates simbólicos de la civilización? Sienta bien eso, aunque tenga 44 años, está genial hacerlo. La gente escribe en un registro de onda, pero lo mío es más dispar, tiene más picos.
RETRATO EN LA GUERRA Y SIN FUSIL
Sáquele punta a su lápiz que no se entiende lo que escribe. ¿O con ese lápiz se irá a la escuela? ¿Con ese fusil se irá, según usted, a ganar la guerra? No señor, nada de eso. Antes que nada comprenda. No se entiende lo que escribe usted. No se entiende. Sáquele filo a sus ideas. Porque si así se nos va a la guerra, sin su fusil, sin un buen parque de ideas, permítanos despedirnos de usted y decirle, querido amigo, de antemano, que ya lo hemos perdido.
GUSANO REVOLUCIONARIO
Esa causa para ti tan importante que decías, ya lo vi, lo fue justo para dieras tu pulgar arriba, tu corazón rojo de bytes a torcer, pero no para hacerte salir a la calle a cantar y menos a demoler. De reír. Vaya, ni fuiste para hacer lo tuyo: eso que gritabas tan importante para ti, ya lo vi, ni para subirlo a tu cara que es un muro, una pared que atravesar. “¿Para qué pelear””, pensaste. “¿Mancharme yo las manos de pianista? ¡Que se joda el mundo! Yo soy un artista”.
SENTIDO COMÚN DE LAS COSAS
Una guerra de la más alta intensidad se vive en Tamaulipas y en ella los civiles no importan. Indagarán muerte de 7 por fuego cruzado mientras que en el último año, al menos 26 policías han desaparecido en Guanajuato: 14 en Dolores, 4 en Celaya y 8 en Irapuato. Ya lo dice la canción, ahí donde se vio, la vida no vale nada. Sobre lo demás puedes descargar una aplicación para ello o en e 911 las autoridades atenderán cualquier emergencia de inmediato. Mira, por lo pronto sube tus pasos apoyando a México, ya que si eres uno de los 5 más votados pasarás a la fiesta inolvidable. En otro orden de ideas, la cantina “La Mundial” presenta sellos de clausurado mientras tú, nos avisas en gótica que cuatro corazones rojos y saldrás en pijama por unas patatas fritas, un sundae de caramelo y vainilla. Las opciones de maquillaje para hombre van creciendo como las fosas, pero tú, nos dices airadamente, te nos has quedado sin cigarros.