Los cargos de los que el Gobierno de EU acusa a Guzmán Loera se relacionan con el narcotráfico. Son once acusaciones y la principal es dirigir una empresa criminal de forma continua, que desde 2003 habría exportado y distribuido a EU 457 toneladas de cocaína, heroína, marihuana y metanfetaminas. La Fiscalía presentará pruebas de que el capo, que llegó a estar en la lista de los más ricos de la revista Forbes, está vinculado con decenas de asesinatos como líder del Cártel de Sinaloa, el principal exportador de droga a EU desde México.
De acuerdo con las autoridades, como resultado de esa empresa criminal, Guzmán posee una fortuna de más de 14 mil millones de dólares que buscan confiscar.
Nueva York, 4 nov (EFE).- Joaquín "El Chapo" Guzmán afrontará a partir de mañana en Nueva York un juicio por narcotráfico que le puede costar la cadena perpetua, un proceso muy mediático que se prevé dure más de tres meses y que empezará con la elección del jurado.
A casi dos años de su extradición a EU comenzará una nueva etapa en la carrera delictiva de Guzmán Loera, de 61 años, considerado el más poderoso y buscado capo de la droga, quien durante años mantuvo en vilo a las autoridades de México, de EU, con un proceso liderado por una respetada fiscal de Nueva York de origen argentino.
"El Chapo" fue extraditado a Nueva York para hacer frente a cargos por narcotráfico como jefe del Cártel de Sinaloa, el mayor exportador de drogas a EU, según la Agencia Antidrogas (DEA), aunque también le reclamaban los estados de Texas, California, Arizona, Illinois y Florida, y aún tiene imputaciones pendientes en México.
Será un juicio histórico, uno de los más mediáticos, tal vez el más esperado por el Gobierno de EU en mucho tiempo, la prensa y el público, ya que el interés por la vida de este mexicano, de baja estatura, -de ahí su alias-, cabello muy oscuro y que a simple vista parece inofensivo, sobrepasa las fronteras de su país, y ha llegado hasta a series para la televisión a nivel internacional.
El presunto capo ha acaparado la atención tanto por los delitos que se le imputan y su lujosa vida al margen de la ley, como por evadir a las autoridades, su relación con la actriz Kate del Castillo y sus dos espectaculares fugas de prisiones en México, la primera tras haber cumplido casi ocho años de prisión.
La abogada de origen argentino, Andrea Goldbarg, estará al frente del grupo de fiscales de EU. que presentará las pruebas o evidencias con las que buscarán condenar al mexicano, quien se enfrenta a cadena perpetua.
Guzmán -uno de los hombres más buscados del FBI y la Interpol y ahora detenido bajo aislamiento bajo estrictas medidas de seguridad en una cárcel federal en el distrito de Manhattan por su historial de fugas al más puro tipo de Hollywood- se sentará en el banquillo de los acusados en un proceso judicial que se podría durar varios meses.
El juicio comenzará con la selección del jurado, cuyos nombres no se conocerán por decisión del juez Brian Cogan que preside el caso, como parte de las medidas de seguridad que se han tomado para protegerles.
En este proceso, en el que se espera que su joven esposa Emma Coronel, con quien tiene hijas gemelas de 7 años, se sitúe en primera fila como ha ocurrido durante las audiencias previas al juicio, la defensa la encabezarán el conocido abogado neoyorquino Jeffrey Lichtman y Eduarzo Balarezo, nacido en Ecuador.
El juicio, inicialmente previsto para abril de este año y luego para septiembre, arrancará en noviembre después de una serie de alegatos de su defensa en audiencias previas, entre ellas, por su estricto confinamiento o las medidas extremas que se tomarán para su traslado al tribunal y de fracasados intentos para que se pospusiera hasta inicios del 2019.
El Cártel de Sinaloa, que se alega dirigió durante dos décadas y que controla el tráfico de drogas en varias regiones de México, en particular en la costa del Pacífico, es el de mayor expansión internacional, en comparación con otros cárteles mexicanos.
Mantiene centros de distribución en varias ciudades de EU y la droga llega a través de puntos a lo largo de la frontera de México con California, Arizona, Nuevo México y el oeste de Texas.
La DEA identifica como sus líderes, además de a Guzmán Loera, a Ismael Zambada García y Rafael Caro Qintero, aún fugitivos, y Dámaso López Núñez, extraditado este año a EU.
CLAVES DEL CASO
Estas son las claves de un juicio que puede durar más de tres meses:
EXTRADICIÓN: Tras haberse escapado en dos ocasiones de prisiones de máxima seguridad en México, Guzmán fue arrestado en enero de 2016 en su país y extraditado a EU un año después gracias a la autorización del Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, con la condición de que no se le impusiera la pena de muerte.
Guzmán, que batalló legalmente para evitar su extradición, llegó en enero de 2017 a Nueva York, una de las seis jurisdicciones de EU que le reclamaban, esposado y fuertemente escoltado por agentes de la Agencia Antidrogas (DEA) y del Departamento de Seguridad Nacional, en un avión militar que aterrizó en Long Island.
Fue llevado, con un convoy de vehículos hasta la cárcel federal en Manhattan, confinado en solitario y bajo extremas medidas de seguridad en las que está desde entonces.
Sus abogados creen que en el proceso de su extradición se violaron sus derechos.
CARGOS: Los cargos de los que el Gobierno de EU acusa a Guzmán Loera, que fue experto huyendo de las autoridades y cuya vida ha sido llevada a la televisión, se relacionan con el narcotráfico, lo que incluye blanqueo de dinero y porte de armas. Son once acusaciones y la principal es dirigir una empresa criminal de forma continua, que desde 2003 habría exportado y distribuido a EU 457 toneladas de cocaína, heroína, marihuana y metanfetaminas.
La Fiscalía presentará pruebas de que el capo, que llegó a estar en la lista de los más ricos de la revista Forbes, está vinculado con decenas de asesinatos como líder del Cártel de Sinaloa, el principal exportador de droga a EU desde México.
De acuerdo con las autoridades, como resultado de esa empresa criminal, Guzmán posee una fortuna de más de 14 mil millones de dólares que buscan confiscar.
GOBIERNO Vs DEFENSA: El Gobierno de EU está representado en este proceso judicial por un grupo de fiscales liderados por Andrea Goldbarg, de origen argentino, de la fiscalía del distrito federal para el este de Nueva York, en Brooklyn, una experta en cómo operan los cárteles de México, una mujer "estricta, estudiosa y rigurosa con los procedimientos y los plazos que fija", según sus colaboradores.
A Guzmán le representa desde hace un año el abogado radicado en Washington Eduardo Balarezo, un ecuatoriano nacido en Guayaquil pero con cuatro décadas en EU y que tuvo entre sus clientes al narcotraficante mexicano Alfredo Beltrán Leyva, que cumple cadena perpetua en EU tras declararse culpable.
Su colega en este caso es el estadounidense Jeffrey Lichtman, que abrió su despacho en Nueva York en 1999, y es conocido sobre todo por haber logrado que John A. Gotti, hijo del difunto líder mafioso de la familia Gambino, John Gotti, esquivase la cárcel al declararse nulo un juicio en el que se enfrentaba a varios cargos por crimen organizado.
Además, Guzmán ha reclutado a los abogados William Purpura, que llega de la mano de Balarezo, y Marc Fernich, que trabajó antes con Lichtman.
JURADO: La selección del jurado, que comienza mañana y puede durar varios días, figura como uno de los puntos claves de este proceso ya que se hará fuera de la vista pública, con una limitada presencia de miembros de la prensa en la sala del proceso.
Los miembros del jurado elegidos serán mantenidos en secreto por su seguridad, ya que se teme por la venganza de los socios de "El Chapo", una práctica de seguridad no muy común pero usada en otros casos en diferentes cortes del país.
El juez del caso, Brian Cogan, dijo que debido al historial de violencia de "El Chapo" mantendrá en secreto sus nombres, lugar de trabajo y direcciones, y que serán protegidos por policías de la corte armados desde y hasta sus hogares.
TESTIGOS: La seguridad se extiende también a los testigos del Gobierno, entre ellos ex socios, subordinados o rivales de Guzmán en su presunto imperio de la droga, algunos de los cuales cumplen sentencias en prisiones de EU y se les mantiene en celdas protegidas o están bajo el programa de protección de testigos, con nueva identidad.
El Gobierno estadounidense teme que haya también actos de venganza contra ellos ya que los tentáculos del Cártel de Sinaloa se extienden mucho más allá de la frontera de México, por lo que los nombres de los testigos se mantienen en secreto, si bien algunos documentos públicos dan pistas sobre algunos de ellos.