A diferencia de lo que podría pensarse, en México existen varias cintas del género de terror que ponen en alto el nombre de sus creadores. Películas que vale la pena darles una tarde para explorar sus historias.
Ciudad de México, 1 de noviembre (SinEmbargo).– El miedo ha estado presente en el séptimo arte desde tiempos remotos. Las películas de horror siempre concurren en la cartelera, y no sólo en vísperas de Halloween.
En México, los años 30 vieron nacer este género. A través de las décadas, con altos y bajos, se contaron historias que abordaron la literatura universal y leyendas nacionales.
Varios fueron los exponentes que dirigieron cintas de horror dándoles la personalidad del director. En este artículo hablaremos de los cinco cineastas más representativos México que dieron forma a este género y mencionaremos algunas de sus obras que aún estás vigentes. La mayoría de ellas disponibles en YouTube.
CHANO URUETA
El chihuahuense Santiago Eduardo Urueta Sierra fue uno de los primeros exponentes del cine de terror en México. Sus películas Profanación (1933) y El signo de la muerte (1939) – una adaptación de Salvador Novo y con Cantinflas como protagonista–, fueron de los primeros filmes que marcaron este género en México.
En 1953, Urueta se consagraría como uno de los directores destacados en los años dorados del cine de terror con El monstruo resucitado protagonizada por la actriz Miroslava en el papel de Nora, una periodista que investiga al Doctor Ling que busca secuestrarla por medio de su última creación utilizando el cuerpo de Ariel.
Chano Urueta, como era llamado, además puso la pauta para que personajes de la lucha libre incursionaran en el género de terror en el cine con La magnífica bestia (1952). Sin mencionar que fue él el que dio a Blue Demon su paso a la pantalla grande con Blue Demon el demonio azul (1965), la primera de varias cintas que le seguirían.
En su repertorio también se encuentran películas como La Bruja (1954), El espejo de la bruja (1962) y La cabeza viviente (1963).
El trabajo de Urueta Sierra, que incluye 117 películas, no sólo se centró en el cine de horror, el también guionista escribió grandes obras como El escándalo (1934), Clemencia (1935), Los de abajo (1940), El Conde de Montecristo (1942), entre otros. Además de dirigir títulos como Jalisco nunca pierde (1937), Los hombres del mar (1938) y La noche de los mayas (1939), por mencionar algunas.
FERNANDO MÉNDEZ
Originario de Zamora, Michoacán, Fernando Méndez tiene 40 títulos realizados en el cine mexicano, siendo el género de horror el más destacado en su repertorio.
Cintas como Ladrón de cadáveres (1956), El vampiro (1957) y Misterios de ultratumba (1958) sobrealen en su filmografía.
El vampiro, protagonizada por el actor Germán Robles –un papel que marcaría su carrera para posteriores interpretaciones–, es una película considerada en el lugar número 35 dentro de la lista de las 100 mejores películas del cine mexicano, realizada por especialistas para revista Somos en 1994.
En la carrera de este cineasta también destaca su trabajo como guionista en cintas como Los tres García (1947) y Los hijos de María Morales (1952), ambas protagonizadas por el ídolo Pedro infante.
CARLOS ENRIQUE TABOADA
Taboada es un recocido cineasta mexicano en el género de horror. Su trabajo como director y guionista en decenas de filmes lo han colocado como una de las figuras más representativas en el rubro.
Su famosa tetralogía del terror conformada por Hasta el viento tiene miedo (1969), El libro de piedra (1970), Más negro que la noche (1975) y Veneno para las hadas (1984) le han valido el reconocimiento.
De hecho con la película Veneno para las hadas, protagonizada por Ana Patricia Rojo, Taboada recibió cuatro premios Ariel en las que destacan las categorías de Mejor Película y Mejor Director.
JUAN LÓPEZ MOCTEZUMA
Originario de la Ciudad de México, el director, actor y locutor de radio Juan López Moctezuma es una de las figuras representativas del cine de terror gótico en el país con la realización de cinco películas: La mansión de la locura (1972), Mary, Mary, Bloody Mary (1974), El alimento del miedo (1994), Matar a un extraño (1983), y su obra sin duda más represiva: Alucrada, la hija de las nieblas del año 1978.
Alucarda, protagonizada por la actriz Tina Romero, estuvo basada en las novelas Carmilla de Sheridan Le Fanu y Justine del Marqués de Sade. Narra la historia de dos jóvenes que viven en un convento y son poseídas por un demonio.
El mismo Guillermo de Toro mencionó que Alucarda es una de sus películas favoritas, de hecho define a Moctezuma como un poeta maldito.
“Me hizo comprender que era factible hacer cine de horror en México; y no únicamente con remedos facilones, creo que hay [en el género una diferencia entre directores revisionistas y directores clásicos. López Moctezuma era una mezcla de ambos: estaba muy interesado en las raíces del género, pero era muy moderno en su enfoque. En eso él era único. Sus cintas no fueron recibidas bien. Hay quienes piensan que son filmes de culto, algunos más los aprecian y hay un pequeño grupo que lo considera seriamente como director. Pero la mayoría de los críticos lo desdeñan y eso le ha ganado una reputación de poeta maldito. Creo que a él le hubiera gustado esa clasificación”, dijo el director ganador del Oscar en durante el festival de cine fantástico de Sitges en 2002.
El trabajo de López Moctezuma además estuvo muy influenciado por el chileno Alejandro Jodorowsky, de quien fue su productor de cabecera en películas como Fando y Lis (1968) y El topo (1970).
GUILLERMO DEL TORO
El ganador del Oscar 2018, Guillermo del Toro es reconocido por su trabajo realizado tanto en live action como la animación. El director, guionista y productor es caracterizado por hacer un cine lleno de fantasía y mundo mágicos, además de llenar las pantallas de monstruos, y claro, también terror.
Su ópera prima fue Cronos (1993), una cinta de terror y fantasía que aborda al mítico vampiro que le valió ganar varios premios Ariel. A esta película le siguió Mimic (1997), que narra la creación de una mortal especie de insectos para acabar con una plaga de cucarachas, pero que sale de la manos de sus creadores.
Pero la obra que destaca en la obra de terror de Del Toro es El espinazo del diablo (2001). La historia que se centra en Pablo, un niño que vive en un orfanato de España en los años 30 que se encontrará con los oscuros secretos que se encierran en esa vieja construcción.
Más adelante, Del Toro produjo El orfanato (2007), dirigió Crimson Peak (2015) y en 2017 la cinta con la que haría el Oscar a Mejor Director y mejor Película, The shape of water.
"Lo que me atrae del género es la poesía, los elementos como el miedo o la sangre me atraen menos, y por eso me interesa realizar películas con la mecánica del cuento de hadas pero con la estética del terror, porque, en el fondo, hay mucha poesía oscura en el cine de horror", dijo Del Toro en la 50 edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges en 2017.
