Estela está por cumplir un mes en el hospital. Y su familia tiene que pagar cada tercer día medicamentos y un tratamiento para las quemaduras. Su hija Daysi duerme con su madre en el suelo del nosocomio. De contrabando consiguió colar una cobija para no sufrir el cruento frío de las noches. A veces come con los familiares de otros enfermos, quienes le invitan un taco.
En estado de ebriedad, el esposo atacó a Estela con gasolina. Se le incendió la falda, se quemó rodillas, piernas y el vientre. La vieron arder sus hijos de 9, 13 y 16 años. Uno de ellos la abrazó para apagarla, pero no funcionó.
Puebla, Puebla, 10 de octubre (Periódico Central/SinEmbargo).– Estela Cruz Clemente permanece en el Hospital de Traumatismo y Ortopedia, en Puebla, desde el 20 de septiembre. Tiene 40 por ciento de su cuerpo quemado, desde el abdomen hasta las rodillas. Está al cuidado de su hija Cindy Guadalupe Cruz, quien repite, con dolor, la historia de cómo su padre le aventó una botella de gasolina y le prendió fuego porque “no pudo soportar” que lo ignorara cuando, borracho, le pidió un taco.
A Estela la casaron a los 13 años, por la fuerza. En México todavía sucede, y más de lo que se reconoce. Desde entonces su vida ha sido de humillaciones que ha suavizado con el amor de los hijos.
Estela tiene dolor hasta para orinar. El hombre que la ha maltratado le quemó hasta las vías urinarias y la vagina. Necesita medicamentos, muchos, y ninguno de ellos es barato. Cuestan alrededor de 800 pesos y deben ser surtidos cada tres días para ayudar a su recuperación. Pero ni ella ni su familia tienen dinero para adquirirlos. Se trata de ácido ascórbico, multivitamínico y una pomada nitrofural. La cuenta es de 869 pesos y debe ser pagada, si quieren que se recupere.
La noche del 19 de septiembre, su esposo Paulino, con quien fue obligada a casarse desde los 13 años, llegó borracho a la casa y le tiró una botella de gasolina justo al fogón en donde ella cocinaba. “De la panza a las rodillas está completamente quemada, le duele ir al baño, tiene sonda”, relató en entrevista Cindy Guadalupe Cruz, su hija de 20 años.
Cindy viajó desde Xalapa, Veracruz, para cuidar de su madre de tiempo completo.
“Como prende lumbre con leña, estaba con mi hermana de 16 años y mi papá llegó muy ebrio y empezó a discutir, a llamar la atención; que quería que le regalaran un taco. Volvió a alegar y no le dijeron nada. Lo ignoraron. Subió a su cuarto y bajó una botellita de Manzanita Deliciosa. Nunca pensaron que era gasolina. Él volvió a llamar la atención pero nadie le hizo caso. Lo volvieron a ignorar. En ese instante aventó la botella de gasolina a la lumbre”, contó la hija.
A Estela se le incendió la falda, se quemó rodillas, piernas y el vientre. La vieron arder sus hijos de 9, 13 y 16 años. Uno de ellos la abrazó para apagarla, pero no funcionó. “No reaccionaron a tiempo. Bajó los escalones gritando que se estaba quemando. Mi hermano Patricio la abrazó para que se apagara. Le aventaron una cubeta de agua. Me dijeron que era muy malo apagarla así. Pero solo así pudieron”.
Estela está por cumplir un mes en el hospital. Y su familia tiene que pagar cada tercer día medicamentos y un tratamiento para las quemaduras. Su hija Daysi duerme con su madre en el suelo del nosocomio. De contrabando consiguió colar una cobija para no sufrir el cruento frío de las noches. A veces come con los familiares de otros enfermos, quienes le invitan un taco. Para asearse tiene que utilizar las regaderas que rentan a un costado del hospital, localizado al norte de la capital de Puebla. Pero entiende que todo lo que sufre no se compara al dolor que enfrenta su madre.
“Pues no es nada fácil. Pasamos frío, no dormimos. Eso no nos importan tanto, porque lo que nos importa es mi mamá. Al pasar a verla todos los días, tiene fiebre. Es una impotencia no poderle ayudar a ir al baño. Porque le cuesta ir al baño. Está muy quemada [...]. Es una impotencia”, dijo Daysi en entrevista, afuera del hospital.
La familia de Estela no solamente necesita apoyo para los medicamentos y para los gastos que enfrenta su hija Daysi, quien está pendiente en el hospital. Sus tres hijos menores se quedaron sin quién cuide de ellos. No cuentan con despensa, ni alimentos. Su mamá se los procuraba.
La familia de Estela ha abierto una cuenta para solicitar depósitos. Es en BanCoppel. El número de la cuenta se encuentra a nombre de su hija Daysi Guadalupe Cristóbal Cruz. Es: 10299254106. En caso de que haya donadores que puedan entregar transferencias económicas la clave interbancaria es: 137659102992541064.
El caso de Estela fue apoyado también por la activista Olimpia Coral Mero, fundadora del Frente Nacional para la Sororidad. Pudo ingresar a su cuarto y notar lo grave de las heridas. En la visita de Olimpia, Estela narró un poco lo ocurrido cuando Paulino la quemó.
Paulino fue detenido esa misma noche, porque los vecinos llamaron a las autoridades. El hombre tenía un machete cuando los uniformados llegaron. Fue puesto a disposición del Ministerio Público solo por portación de objeto prohibido y quedó en libertad de inmediato, pues todavía no se denunciaban los hechos. Estela aclaró que ya rindió su declaración y presentó la denuncia correspondiente. Dijo que cuando se recupere, no va a regresar a vivir con Paulino.
Se desconoce si las autoridades han decidido detenerle otra vez por cargos relacionados a lo que, de acuerdo con su familia, cometió: un intento de feminicidio.