Es muy joven, pero sabe muy bien hacia dónde quiere llegar. Disfruta mucho la música y ahora lanza su tercera canción en plataformas digitales. “Maldición de amor” cuenta la historia de dos amantes: “La vida en dos horas/Pero eso es mejor que nada/”, dice Carla, con esa voz transparente y su firme de voluntad de caminar por el arte.
Ciudad de México, 23 de septiembre (SinEmbargo).- Las plataformas digitales son los nuevos puertos de los músicos jóvenes. Para Carla Merchant, con apenas 22 años, ya no se trata sólo de discos. Lo suyo son los sencillos y darlos a conocer por Facebook, por YouTube, pero fundamentalmente tiene una voluntad estética y cómo quiere encarar su profesión.
“Decidí sacar sencillos aislados, que no conforman un material discográfico, para poder explorar todos los géneros que me interesan sin que las canciones tengan necesariamente un hilo conductor entre sí. Descubrí un amor particular por la cumbia al estar estudiando composición, me la asignaron como tarea y encontré un vínculo muy natural entre el género y mi sonido”, dice.
El 4 de octubre se presentará en el teatro Pablo Tobón Uribe, ubicado en Medellín, Colombia, que nació por haberse conectado creativamente con la cantautora Luisa Fernanda Álvarez García. Ambas hicieron un disco de 11 canciones llamado "Conexión" y es así como la carrera se volvió internacional, con la presentación en el Consciencia FEST, el 21 de octubre en Villa Alegría, en el municipio de Santa Elena, Colombia.
“Para mí es increíble todo esto que está pasando porque significa ampliar mis horizontes, descubrir y explorar nuevos espacios en donde quiero que se escuche mi música. En este momento de mi vida todo es ganancia, todo es una posibilidad y por eso estoy sumamente feliz”, explicó la cantautora que ha compuesto y registrado 250 canciones, que empezó a escribir desde los 12 años.
“Todo esto empezó –cuenta Carla- cuando vi como una posibilidad profesional real a la música. Fue a los 17 años que estaba estudiando canto, piano y guitarra y, en la escuela de canto un día se me ocurrió enseñarle mis canciones al maestro y me dijo: están increíbles; deberíamos hacer un video y lo subimos a YouTube. Así que mi mamá fue un día y con el celular lo grabó. Fue un video súper casero, el sonido era ambiental y la imagen estaba temblorosa, pero muy rápido genero más de un millón de vistas”.
“Me llegaban mensajes de Turquía, de Alemania… yo tenía que meterlos al traductor para entender qué me estaban diciendo, entonces vi esa avalancha que se generó y sentí claramente que podía hacer cualquier cosa, me quería comer al mundo, (bueno, todavía), pero en ese momento me pegó de una manera impactante y me di cuenta de que la música que hacía tenía un mensaje que la gente quería escuchar”.
–Tienes una voz bastante natural, ¿cómo ha sido cantar así?
–Creo que mi forma de cantar ha ido evolucionando como ha ido evolucionando mi música, pero lo que siempre he mantenido es ser fiel a mi esencia y a lo orgánico. La música en mí nació cuando prácticamente nací. Lo traigo como parte fundamental de lo que soy.
–¿Tu música es indie pop?
–A mí me pasa una cosa, me cuestan las etiquetas. Te limitan mucho. Lo que estoy haciendo ahora es explorar todos mis límites, en cuestión de estilo y todo. Los tres sencillos son tres géneros distintos, con tres productores distintos, un concepto visual totalmente diferente.
–¿Quiénes serían tus modelos?
–Fundamentalmente mi madre, es una roca muy sólida en mi vida, que siempre me ha apoyado en todo y me ha asentado bases muy éticas. Todas las mujeres de mi familia son muy fuertes para mí. Hay artistas que admiro mucho, pero no diré nombres. Mis colegas son mis modelos, en otra generación no se había dado, los artistas independientes somos muy solidarios y nos unimos, hacen música excelente que yo admiro mucho.
–Hay cantantes como Ximena Sariñana, Carla Morrison, Mon Laferte, Natalia Lafourcade, que representan un camino a seguir. ¿Lo ves así?
–A todas ellas, Carla, Ximena, Mon, Natalia, son mujeres que representan una forma distinta de hacer música. Lo admiro mucho y es a lo que aspiro. Me molesta un poco es que la gente ve a toda esta ola de cantautoras como una amalgama, no tienen una voz propia, todas representan lo mismo. No es cierto y yo no me parezco a ninguna de ellas. Estamos tratando de romper con los monopolios y proponer cosas diferentes.
–¿Hace cuánto que compones?
–Yo compongo desde los 12 años, empecé a componer antes de que tocara cualquier instrumento. Empecé a tocar a los 17, siempre fui autodidacta. Mi formación técnica es básica, intermedia a lo mucho. Donde aprendí teoría y estructura musical fue en la Sociedad de Autores y Compositores de México.
–¿Qué piensas de las redes sociales?
–Creo que es un arma de doble filo. Todos estamos esperando la aceptación de una forma creo yo tóxica. Cada vez que subes algo a las redes sociales tienes una expectativa de compartir y de que me gusta muy alta, la respuesta puede hacerte sentir que no vales tanto. También te expones a que la gente opine o te ataca sin conocerte como en mi tema “Manual de operación”. Lo entiendo como una forma que tiene la gente de desahogarse y no me lo tomo personal.
–¿Con quién te juntas?
–Tengo un grupo de músicos que son como mi familia y por el otro colaboro con un montón de artistas. He tenido la fortuna de colaborar con Juan Solo, con Mónica Vélez, tengo ahora unas colaboraciones con una artista argentina que se llama Sofi Maquis, con un venezolano que se llama Jorge Dajel y mi plan es seguir sacando los sencillos conforme vaya haciendo la gira. La música es el lenguaje más puro que existe y también más amador. Me identifico con la música porque me hace conocerme y me hace conocer mejor al mundo. Es la medicina más pura que hay en el mundo y la forma de arte más intuitiva que tenemos.