Fue un enorme placer para John Connolly visitar México y para nosotros entrevistarlo una circunstancia muy gozosa. Sabe muy bien del género negro, del horror y de su país, Irlanda. Lo explica en español y cuando se confunde mucho le pide a la traductora que lo ayude. Tiempos oscuros (Tusquets) es otra novela donde su detective Charlie Parker entra en guerra con el Diablo. "Este héroe que no es típico", se disculpa su autor.
Ciudad de México, 15 de septiembre (SinEmbargo).- Dice que no quiere que Idris Elba (45) sea el próximo James Bond. “No porque sea negro, sino porque es muy viejo. Hará una o dos películas y no más”. Dice que cuando era joven se leyó las novelas de Ian Fleming (1908-1964) una tras la otra y la verdad es que como todos los hombres, siempre quiso ser James Bond.
John Connolly (1968) es extremadamente amable. Hace un esfuerzo por hablar español y eso revela su humildad, aunque a veces entre la mezcla del inglés y la lengua recientemente adoptada uno deba hacer esfuerzos para entenderlo.
Viene de estar en San Luis Potosí, el Festival Huellas del Crimen 3, donde le dijo al novelista Jorge Alberto Gudiño (1974) que “la novela negra tiene la capacidad de dar respuestas que no siempre se consiguen en la vida real”.
Al dictar su conferencia magistral, John contó que la muerte de una prostituta en Dublín, lo hizo dejar el periodismo para dedicarse de lleno a la novela negra. Claro que en su juventud él se inclinaba más por los fantasmas, por lo gótico, por todo lo extraño que tiene la vida.
Autor de más de 30 libros, es precisamente la mezcla de géneros, el horror, la novela detectivesca, lo que lo ha hecho famoso en el mundo, aunque él dude de su éxito y prefiera hablar de Charlie Parker, ese detective que tal, como lo definió nuestro escritor Mauricio Carrera, tiene “esa mezcla entre lo cotidiano y lo sobrenatural que me desconcertó al principio y me entusiasmó, después. No he podido dejar de leer sus aventuras. Charlie Parker persigue fantasmas y los fantasmas lo persiguen a él. Los crímenes que investiga son de éste y del otro mundo. Me agrada su ascetismo, su vulnerabilidad. Es una especie de ángel caído que busca redención y no la encuentra. Simplemente hace lo que tiene que hacer para llegar a fin de mes. Mientras tanto, combate asesinos ordinarios y extraordinarios. En el fondo me atrae que alguien pueda defendernos contra lo que más nos asusta: la criminalidad de la vida terrena y la maldad proveniente de aquello que no entendemos, el más allá, lo sobrenatural”.
Connolly coincide con esa apreciación y tan leal es a su detective que ya ha escrito 17 volúmenes sobre él, el último de los cuales, Tiempos oscuros, lo ha venido a presentar acá.
“Jerome Burnel se convirtió, años ha, cuando trabajaba para una joyería, en un héroe (a su pesar). Intervino para evitar un homicidio múltiple, pero en su empeño se destruyó a sí mismo. Su vida familiar y profesional se truncó y él acabó encarcelado, embrutecido. Fuerzas desconocidas le humillaron, enviándolo a prisión por un crimen que no cometió. Cree que es cuestión de tiempo el que esas fuerzas lo maten, pero antes de morir quiere respuestas y recurre al detective privado Charlie Parker”, es la sinopsis del libro editado por Tusquets.
También escritor de La ira de los ángeles, El poder de las tinieblas y Música nocturna, indicó que el próximo año estará disponible en español el libro A game of ghosts, en el cual el lector sabe más que el propio Charlie Parker, quien va un paso atrás para revelar el misterio.
–Viene de San Luis Potosí, ¿cómo le fue allá?
–Bien, me fue muy bien. Los otros escritores estaban muy amables, pero yo estaba un poco frustrado porque quiero hablar mejor el español. Uno de los placeres de viajar a otro país es que nos encontramos con los otros escritores, pero para mí la comprensión es limitada. No puedo hablar mucho con los otros, a menos que ellos hablen inglés.
–Hay muchos escritores que hablan inglés, ¿no?
–Sí, pero me da un poco de pena para mí. Viajar a países donde hablen español. Espero que en los años siguientes pueda hacer todas las entrevistas en español y hablar más con los otros escritores.
–Sobre todo porque es usted famoso en todo el mundo, muy leído en Latinoamérica y fue la estrella del Festival Huellas del Crimen
–No soy tan famoso. Conocía yo a varios escritores latinoamericanos y sé que aquí son más conocidos que yo. Siempre me siento un poco torpe, casi como intruso, con una cierta desigualdad. Me siento muy afortunado además, porque los escritores no son celosos y tuvieron mucha tolerancia frente a este escritor extraño.
–También es cierto que en el género negro usted es un maestro
–No lo sé, no quisiera hacer una especie de comparación con los otros escritores. Estoy muy sorprendido de escucharlo y no digo más.
–Dice Mauricio Carrera, un escritor mexicano, que su detective favorito es Charlie Parker, “porque persigue fantasmas y los fantasmas lo persiguen a él”…
–(risas) Sí, es verdad. Cuando he comenzado a escribir, no comprendía que no debía combinar los géneros. Cuando era joven me encantaban los cuentos de fantasmas y las novelas negras. Los fantasmas fueron mi primer amor. No sabía que había problemas en la hechura de esta combinación. En los años 70 los críticos ingleses escribían unas reglas de cómo se puede escribir las novelas negras. Una de las reglas era que no era posible tener los elementos sobrenaturales. Las reglas eran serias y no tan serias. En los años posteriores, se volvieron a tomar en serio, pero para mí no era un problema de esta combinación. En el corazón del género detectivesco es una tensión creativa, narrativa, positiva que se da entre los dos géneros. La novela detectivesca es un producto del periodo después de la Iluminación. La creencia de que es posible entender a la gente solo con el racionalismo. Pienso que la gente es más compleja y la realidad es más complicada. Hacemos daño a los otros, hacemos las cosas porque estamos enfadados, porque estamos enamorados, no somos totalmente racionales, sino que nos dejamos llevar por las emociones. El universo es extraño, no sólo el universo literario, sino el universo científico. Para mí lo sobrenatural me da una posibilidad de una exploración metafísica y metafórica. La posibilidad de una expansión de las posibilidades del género negro. Necesito algo nuevo, algo extraño, para desarrollar el género negro. Si no incorporas sangre nuevo, a la larga se deteriora.
–Nosotros los lectores estamos confundiendo un poco el género negro con el género del horror
–La novela de horror no tiene esperanza. Todos los personajes están muertos o están condenados, en cambio, la novela detectivesca está basada en la esperanza. El escritor irlandés Edmund Burke dijo que todo es necesario para el triunfo del mal y que los hombres buenos no hacen nada. En mis novelas y en el género del detective privado, un hombre bueno, una mujer buena, se rehúsan a no hacer nada. Esa es la diferencia entre ambos.
–¿Qué es Tiempos oscuros?
–Charlie Parker no es un héroe típico. No es blanco o negro. Es un hombre que tiene un sentido de justicia social y un sentido de justicia de la ley, pero al mismo tiempo es un hombre que está enfadado, que es violento. Su hija y su mujer fueron asesinadas y posiblemente una investigación como esta le da a Parker la neutralización de sus tendencias violentas.
–También está Jerome Burnel
–Burnel no quiere estar como un héroe, pero se rehúsa a no hacer nada. Burnel es castigado por esto. Hay un precio que pagar por hacer algo. Parker está dispuesto a pagar ese precio, porque entiende las consecuencias. Alguien como Burnel no las entendió y las castiga por hacer lo correcto.
–¿Charlie Parker lleva mucho más allá su pacto con el Diablo en este libro?
–Sí, Parker no está en sus cabales totalmente; cada vez que haces algo mal arriesgas a perder un poco de ti mismo, puedes convertirte en la persona que cazas y Parker lo entiende muy bien. Parker entra en tratos con el Demonio, efectivamente y esencialmente le declara la guerra.
–¿Cómo es la gente buena y la gente mala en sus historias?
–La gente que hace el mal no se siente mala persona porque justifica todo lo que hace y eso es lo que asusta de lo que está mal en este mundo. La gente blanca que en Norteamérica piensa que lo han tratado mal, no es mala gente y vota a Donald Trump. Hay una clase blanca y trabajadora que siente que se los ha abandonado y tiene toda esa rabia racial. Contra gente que cuando menos son tan infortunados como ella. Creen que a lo mejor tenemos que dañar a gente que aparentemente no son como nosotros. Suelo sentir cierta empatía por las personas a las que se enfrenta Charlie Parker. Es demasiado fácil crear villanos al ciento por ciento. Alguien dijo alguna vez que cuando sueñas eres todos los personajes que sueñas. A la hora de escribir novelas colocas pedacitos de ti mismo en cada uno de los personajes, porque sino serían sólo caricaturas.
–Con respecto a lo social, ¿Irlanda fue un espejo para usted?
–No, para nada. En el siglo pasado no escribían los autores irlandeses mucha ficción. Somos una sociedad muy joven, tenemos menos de 100 años de independencia; después de la Revolución en Irlanda, tuvimos una discusión acerca de la sociedad que queríamos. Había un debate que era muy importante y la ficción ocupaba una parte en esta discusión y en ese momento tan relevante. Los escritores irlandeses se detuvieron de escribir ficción y trataron otros temas, como la represión, la relación con Inglaterra, la religión. El género detectivesco, la novela negra, comenzó a plantear un escape de todos estos temas. Después de 20 años de escribir sobre novela negra, uno no puede escapar de su legado. La escritura negra norteamericana no necesita a autores irlandeses que imiten su género y la diferencia es mi carácter irlandés, mi fascinación por los mitos, por las hadas, por los fantasmas. Me llevó muchos años darme cuenta de eso y supongo que es porque estaba muy enfadado.
–¿Cómo está Irlanda hoy: el tema de los migrantes, por ejemplo?
–En Irlanda necesitamos tener una sociedad con más tolerancia. Mucho de Europa está volviéndose a la derecha. En Irlanda tenemos a matrimonios del mismo sexo, ley del aborto y tenemos una historia muy complicada con la inmigración. En los ciclos que pasamos teníamos a muchos pobres que se iban a Norteamérica, a Inglaterra y ahora tenemos prosperidad. Pienso que tenemos una obligación para la gente que no tiene nada. Debemos ser agradecidos y ahora devolver la generosidad de otros países.
–¿Quién cree que será James Bond próximamente?
–Espero que no sea Idris Elba y no porque sea un hombre negro. Es muy viejo, necesitamos a un actor más joven para los próximos 10 años. Las novelas de James Bond, sobre todo la primera serie, las leí una tras otra. Me enamoré de James Bond y todos queríamos ser James Bond.