"Te preparan para que te acostumbres a las manos de un hombre adulto [...] Cuando tienes al sacerdote tocándote todos los días, ese es un recuerdo difícil de sobrellevar", denuncia Sean Dougherty, de 48 años de edad, una de las víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes estadounidenses. El afirma sentirse todavía hoy "absolutamente destruido".
Más de niños niños fueron víctimas de abuso sexual por centenares de sacerdotes católicos en seis diócesis de Pensilvania, y funcionarios eclesiales tomaron medidas para encubrirlo, concluyó esta semana un reporte de autoridades de Estados Unidos.
Ciudad de México, 17 de agosto (RT/SinEmbargo).– Son más de mil los casos denunciados de niños que sufrieron durante décadas abusos sexuales en Pensilvania, Estados Unidos, por parte de sacerdotes de la Iglesia católica, pero se estima que el número de víctimas es mucho mayor, de acuerdo con la investigación de autoridades estadounidenses sobre las agresiones sexuales de religiosos.
Robert Corby, de 83 años de edad, finalmente decidió hablar sobre la violencia sexual de la que fue víctima en su niñez. "Me eligieron porque era huérfano de padre", señala su testimonio, revelado por la Procuraduría de Pensilvania, en el que describe los severos daños que acarreó durante su vida adulta tras la agresión sexual.
"Fui muy poco cariñoso [...] no podía cargar o abrazar a mis hijos", lamenta Corby, que se caracteriza a sí mismo como un "sobreviviente". "No podía mostrar ningún afecto hacia mi esposa [...] el sacerdote me lo quitó", añadió.
"No tenía ningún deseo de tener hijos, ninguno, por causa de eso", señala por su parte Sean Dougherty, de 48 años, quien afirma sentirse todavía hoy "absolutamente destruido". "Te preparan para que te acostumbres a las manos de un hombre adulto [...] Cuando tienes al sacerdote tocándote todos los días, ese es un recuerdo difícil de sobrellevar", aseveró.
"Nos enseñaron que los sacerdotes y las monjas eran Dios", añade Dougherty.
Dougherty lamenta que esa imagen "nunca desaparezca". "El primer pensamiento que tienes en tu vida acerca de una erección es por medio de las manos de un sacerdote [...] Nos llaman sobrevivientes por una razón", lamenta.
En ello coincide Carolyn Fortney, de 37 años de edad, quien experimentó esta violencia desde que tenía 18 meses de edad. "Estaba en pañales [...] y corrí directo hacia él", señaló la víctima, y precisó que desde ese momento el sacerdote "siempre tenía sus manos sobre mí".
"Sólo pensar en la palabra 'Dios' me hace pensar en él [...] Siento que toda mi vida ha sido una mentira", expresó Carolyn Fortney. "Sientes mucha soledad, especialmente cuando es tu palabra contra la de Dios", añadió, y señaló que hasta el día de hoy los abusos no le han permitido sentirse cómoda en las relaciones sentimentales.
"Que un sacerdote en 1948 o 1947 abusara de uno o hiciera algo más... ¿quién me lo hubiera creído? Nunca se habría oído hablar de tal cosa, porque lo ocultaron", condenó Corby.
"Esto no es una venganza contra la Iglesia", aclaró Dougherty, "[pero] tienen que rendir cuentas por lo que hicieron".
Un informe de la Fiscalía General de Pensilvania describe los abusos que alrededor de 300 sacerdotes cometieron contra más de mil niños en las diferentes diócesis de ese estado y contiene relatos detallados de algunos casos.
Ese texto contiene más de mil 300 páginas y se basa en la revisión de medio millón de documentos internos de diferentes diócesis que “contienen alegaciones creíbles” contra los sacerdotes acusados.
Por ejemplo, un religioso habría violado a una niña de siete años cuando la visitó en el hospital después de una operación de amígdalas, mientras que otro habría obligado a un niño de nueve años a mantener relaciones sexuales de tipo oral y, después, le habría enjuagado la boca con agua bendita.