El fraude más grande en la historia del deporte, lo relata Ken Bensinger, en un libro policial, como si fuera un drama, de casi 500 páginas, donde expone la apasionante investigación sobre el FIFA Gate. Destaca y detalla los fraudes de los directivos de la FIFA, como Blatter, Burzaco, Jinkism, Blazer y Napout, que alardearon su riqueza en yates privados y grandiosos rascacielos en Nueva York, sus crímenes y desfalcos.
Ciudad de México, 1 de junio (SinEmbargo).- En 2011, el FBI perseguía 100 millones de dólares por el supuesto pago de sobornos a dirigentes de la FIFA. Con la ayuda del Ministerio de Suiza en la investigación —como si se tratara de un filme—, interrumpieron en un hotel de lujo donde los directivos de la FIFA elegían a su nuevo presidente, para detener a 41 acusados derivados de esta investigación. Los cargos fueron cohecho, fraude y lavado de dinero.
Esto sólo mostraba una parte del gran negocio alterno que los directivos construyeron. La causa penal sigue abierta y se siguen llevando a cabo investigaciones internacionales; Bensinger, como ningún otro periodista, ha librado los obstáculos para entrevistar a testigos anónimos o impedidos legalmente para hablar, entre muchos otros.
El caso ha escalado a suicidios, amenazas de muerte a mitad de juicios, nombres de cadenas televisoras y medios de comunicación envueltas en sobornos, al igual que de estrellas deportivas.
Tarjeta roja concentra el seguimiento puntual a esta avasalladora investigación, incluidos los juicios recientes. Sin importar el gusto que los lectores puedan tener por los deportes, este trabajo periodístico atrapa por la forma rigurosa con la que combina el periodismo de alto nivel con el ritmo de un thriller.
–Hiciste una investigación espectacular y además lo escribiste como para que cualquiera lo pudiera leer
–Sí, esa fue mi intención. Como una historia policial, quería que fuera un drama.
–Al principio pensábamos que era una cuestión de los Estados Unidos, pero poco a poco nos fuimos enterando del gran fraude del deporte
–Sí, es cierto, pero el hecho de que los Estados Unidos no fuera un país futbolista es que se dio la investigación con mucha facilidad. En el caso de ser una nación apasionada por el futbol, las cosas hubieran sido más duras, porque el Gobierno y los políticos se hubieran metido. Lo que descubrieron es un caso de corrupción realmente grande. Cuando empezaron tenían una impresión muy específica, pero conforme fueron investigando, fueron años y años, descubrieron que la corrupción fue súper profunda y tocaba cualquier esquina del deporte.
–La semana pasada, Diego Maradona dijo que Blatter, que Havelange y que Grondona devolvieran todo el dinero que le robaron al futbol, que le hace mucha falta. Él fue el primero que denunció y el precio para él fue muy alto
–Hay muchas historias de que Maradona en sus relaciones con Grondona, el presidente de la AFA, ha habido muchos contratiempos y él pagó caro el precio. Hay muchos que creen que su salida del Mundial 94, en los Estados Unidos, fue porque Grondona y Havelange lo querían fuera. Vimos lo mismo con Pelé, que tenía una pelea con Havelange y lo castigaron. Los jugadores fuera del deporte cuando critican.
–La FIFA con Infantino sigue igual
–Eso es lo que se siente. Son pasos pequeños lo que ha hecho Infantino en un camino muy largo donde la institución muestra que está podrida desde hace cuatro décadas. Había un momento que cambió todo, cuando Joao Havelange asumió en 1974 y él empezó la cultura de la FIFA, sacar ahora esa cultura que lleva más de cuatro décadas, es algo muy difícil. Infantino fue elegido, como Blatter antes que él, con el afán de repartir dinero a todas las federaciones. Desafortunadamente, eso es prácticamente comprar votos, es decirle a cada una de las 211 federaciones que un voto que llegue será más dinero para su institución. Federaciones grandes como la de Argentina o Brasil, el dinero no será mucho y no cambiará nada, pero en países pequeños como Granada o Sri Lanka, donde no hay mucho interés en el futbol y poca infraestructura, ese dinero es enorme y la tentación de guardar para sí mucho dinero es muy grande.
–En el futbol es todo lo que vemos, pero también todo lo que no vemos. Hay ligas y equipos muy pobres…
–Efectivamente. Una de las cosas que pude descubrir en mi investigación, sobre todo luego de los juicios que tuvieron lugar en diciembre del año pasado, es que en los partidos amistosos, para que entren jugadores de más valía, hay muchísimos sobornos. Si Messi va a aparecer, si Neymar va a aparecer, depende de un soborno.
–Lo político tiene mucho que ver, el hecho de que Argentina tendría que haber ido a jugar a Israel…
–Sí, es un buen ejemplo el que pones o por ejemplo Rusia, que está puesta en la mira de Europa y de los Estados Unidos por cómo se mete en países con dudosos procesos democráticos. Sin embargo, ahora tiene el Mundial de Futbol. Vladimir Putin hizo un gesto muy llamativo que es haber invitado al Mundial a Sepp Blater, lo que está prohibido por la ley. Él está ahora siendo investigado por la causa FIFA y fue echado de la institución por seis años. No puede asistir a ningún evento relacionado con el futbol, pero ahí estuvo en Rusia. Tenemos a Putin diciendo que no le importa lo que dice FIFA, que es su fiesta y puede hacer lo que quiera.
–Dinero ya tienen, lo que se niegan es a perder el poder
–Hay un tipo acusado, que terminó condenado, un paraguayo que se llama Juan Ángel Napout y escuchas un mensaje de whatsapp donde él dice que el dinero no le importa, que lo que realmente le importa es el poder y que no iba a sacrificar su poder por un soborno de 1 millón de dólares.
–Pensar que un inspector de impuestos el que hizo toda la investigación
–Sí, el caso fue así. Empezó un poco antes, en el 2010, pero no se llegó a nada. Este inspector que vive en California por casualidad encontró una nota diciendo que el FBI estaba investigando una causa por fraude en el deporte. Vio la oportunidad de hacer un caso que siempre quiso hacer y armó toda una carpeta de ideas para investigar. Voló a Nueva York para pedirle al FBI que le diera la chance de juntarse con el equipo de investigación. Ahí cambió el caso. Él sabe cómo rastrear el dinero y podía ver el soborno, el dinero sucio de la FIFA.
–Hubo muchos juicios, Burzaco, Jinkis…
–Burzaco está condenado, colaboró en todo el caso con la justicia y ahora está esperando su condena. Sigue hablando con la justicia. Los Jinkis, padre e hijo, ellos evitaron la extradición. Un juez en Buenos Aires le dieron libertad. No pueden, eso sí, salir del país. Lo mismo pasó con los otros dos argentinos involucrados, Meisner y De Luca, los de CONMEMBOL, fueron arrestados en Argentina pero los jueces se negaron a extraditarlo.
–En Argentina las cosas están tremendas
–La AFA tiene muchos problemas y lo vemos ahora en la cancha, Argentina tiene al mejor jugador del mundo, Lionel Messi, y a muchos jugadores que son importantes, su manera de jugar es mala. Vemos a directores técnicos que vienen del desorden de la AFA-
–Te hablo de Argentina, de Brasil, parece ser que México está bastante afuera de todo esto
–Es algo curioso. Prácticamente el único país en todas las Américas es México. México sale ileso, es curioso y no lo puedo explicar. Me gustaría decir que este país no tiene ninguna corrupción, pero la verdad es que una nación, con un futbol tan grande, hay todavía mucho por investigar.
–¿Qué ha significado para ti este libro?
–Tengo 20 años de periodista y este es mi primer libro. Fue una linda experiencia, aunque también muy difícil de hacer, sobre todo porque el mundo del futbol es muy cerrado, no le abre las puertas a nadie. He escrito sobre futbol, pero no soy periodista de deportes, había mucha gente que no quería hablar conmigo, la gente de la justicia tampoco quiere hablar porque es un caso abierto, sigue la investigación. Había momentos en que me imaginaba que nunca iba a terminar, pero aquí está.
–¿La investigación se va a olvidar?
–No, no creo, la investigación sigue, aunque es cierto que de repente el tema parece ser un poco viejo. En el 2015 arrestaron a estos hombres, pero el caso sigue. Cada dos o tres meses, una persona cae y algún detalle importante podría salir en algún momento.