La Argentina está en crisis, con un alto índice de desocupados, la economía errónea que ha puesto al dólar en casi 29 pesos, el regreso al FMI y un recorte a las voces críticas, como si se viviera en una dictadura. El argentino está confundido. No sabe qué hacer, si “hinchar” por Argentina o querer que la escuadra albiceleste hoy pierda.
Ciudad de México, 30 de junio (SinEmbargo).- Hoy Argentina juega octavos de final en el Mundial de Rusia 2018, un sitio al que llegó de panzazo, sirviéndose de los resultados de otras selecciones y que lo salvó un gol del defensor Marcos Rojo en los últimos minutos de su partido con Nigeria.
A partir de octavos, todo puede pasar, entre esas cosas que la gran selección sudamericana llegue a etapas finales, para lo cual incluso puede pensarse en campeona.
Ya sabemos más o menos lo que piensa la gente de afuera de Argentina con respecto a su posibilidad de que salga campeón. Miguel Maldonado, el joven cómico de Late Motiv, le dijo a Buenafuente que no quería que ganara Argentina y no dijo más. Se sabe que él es del Real Madrid y que en la selección juega Messi, el gran crack del Barcelona.
Otros no quieren que gane Argentina porque odian a Diego Armando Maradona, entre ellos el escritor Antonio Ramos Revillas, que escribió en Facebook: “Aún sigo deprimido de que haya pasado Argentina” o como el autor Franco Félix, que se rio del equipo y dijo que “los meseros de La Condesa estarán ahora de duelo”.
Algunos quisieran que ganara Alemania en contra de Argentina, pero, epa!, la gran campeona del mundo no pasó a octavos y de acá a la final, hay muchos equipos superiores a la escuadra sudamericana y si vamos a hinchar por algún equipo sudamericano, ¡Viva Uruguay!
Pero, ¿cómo viven los argentinos la posibilidad de que su equipo siga ascendiendo? ¿Triunfará hoy sobre Francia?, esa es la gran pregunta.
Por un lado están los argentinos en Rusia. Gente de clase media que mira cómo sube el dólar cada día y que se dedica a golpear a los simpatizantes de la banda contraria o a poner en ridículo y burlarse de las mujeres rusas.
Tal es así que el que dejó a la hermosa rubia sin poder defenderse, usando la diferencia idiomática, fue expulsado de Rusia, sin poder ver los partidos.
En Argentina, en cambio, se vive el tema de su selección con mucha confusión. La Argentina está en crisis desde que Mauricio Macri, el ex directivo de Boca Juniors y ex alcalde de Buenos Aires, asumiera el poder con globos amarillos, 200 millones de pesos en trolls y prometiendo que iba a haber un cambio al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Desde que asumió, sobre todo la crisis económica hace acordar a cuando el país vivió el infierno con Fernando de la Rúa, que se fue en helicóptero y dejando a varios muertos en las distintas manifestaciones.
Poco a poco, el gobierno se ha ido cerrando hasta adoptar una característica muy parecida a la dictadura militar que se adueñó del país entre 1976 y 1983. Se ha vuelto al FMI, luego de 10 años de estar afuera, algo que implica sometimiento, retroceso e implica el fracaso del plan de Mauricio Macri.
Se quitaron los subsidios a la luz, el gas y el agua y se quintuplicaron sin ninguna justificación. En Argentina sigue habiendo cortes de luz, se paga el gas mucho más que en el Gobierno anterior, comprándoselo a Chile a un precio superior al que se paga por el producto traído de Bolivia.
“Ayer cubrimos un cheque que emitimos hace dos meses para pagar la imprenta. Fue difícil, pero lo logramos. En este contexto, es para festejar, aunque solo estamos satisfechos. No sabemos cuánto va a durar esta recesión en la que nos metieron. Ahora estamos juntando plata para pagar otras obligaciones. Día a día. No sabemos cuánto va a durar la recesión, dicen que seis meses; pero la verdad que ya lleva un tiempo. Me preguntaron qué se esperaba en el corto plazo de la industria editorial. Respondí que catálogos más conservadores, menos autores jóvenes... Ayer cubrimos un cheque, no sabemos cuánto va a durar esta recesión, aguante la Selección mañana, etc.”, ha escrito el editor Damián Ríos en Facebook.
En el tema de los derechos humanos, Argentina, que siempre ha sido ejemplo para Latinoamérica juzgando a los militares con delitos de lesa humanidad, se ha bajado unas cuantas rayas. La muerte de Santiago Maldonado durante una represión a los mapuches y más tarde la muerte de Rafael Nahuel, un joven mapuche, baleado por la espalda, más la gendarmería en todas las huelgas y manifestaciones sociales, signan hoy a Argentina.
La pérdida del empleo es gran preocupación para los argentinos. La tasa de desempleo en el cuatro trimestre de 2016 era de 7,6 por ciento, el índice se ubicó en 9,2 por ciento en el primer semestre siguiente. Del porcentaje se puede traducir que 1.6 millones de argentinos en edad de trabajar no logran sumarse al mercado laboral y ahora hay que ver la nuevas estadísticas.
El dólar no resiste lo que se considera un error garrafal del Gobierno en términos económicos. Un cable de la agencia efe del 28 de junio: “El precio del dólar estadounidense se disparó hoy en el mercado de cambios de Argentina, en un nuevo capítulo de los sobresaltos financieros que ha vivido el país sudamericano en los dos últimos meses y tras el "miércoles negro" que sacudió a la bolsa de Buenos Aires.
En la plaza cambiaria oficial, la moneda estadounidense subió hoy setenta centavos, hasta los 28,60 pesos por unidad, lo que marca una depreciación del peso argentino del 2,50 % en una sola jornada”.
Los periodistas vienen sufriendo desde que asumió el Gobierno. Los que adherían a la Presidencia anterior fueron echados al otro día que comenzó a ejercer la presidencia Mauricio Macri y desde entonces las voces críticas, analíticas, se han quedado sin espacio, además de sin trabajo. La Ley de Medios, un logro de la década pasada, fue derogada por el Presidente al otro día de asumir. La Ley de Medios de Argentina llevó a la apertura y democratización del sistema de medios audiovisuales que se encontraba bajo control de los grandes conglomerados mediáticos, en especial del Grupo Clarín.
Radio América, Tiempo Argentino, Radio Rivadavia, C5N, Radio 10, Ámbito Financiero, DyN, Radio Del Plata y ahora la agencia oficial Télam, de la que fueron despedidos, en un solo día, 354 empleados, ponen a la Argentina en un sistema desesperante.
Mientras tanto, hace 7 meses que ha desaparecido el submarino Ara San Juan, con 44 tripulantes a bordo. Los familiares exigen al Gobierno de Argentina saber qué pasó con el buque al Gobierno, que no responde y que ha “restablecido” relaciones con Inglaterra, que ahora venderá armas a Argentina.
La gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, dijo que no abrirá hospitales y que en la provincia hay un montón de universidades abiertas, ¿para qué?, "los pobres nunca llegan a las universidades". En medio de todo esto, hubo un recorte de presupuesto para el hospital modélico El Cruce, Néstor Kirchner, pero la movilidad social hizo al Gobierno dar marcha atrás.
Las autoridades les habían informado que se llevaría adelante un recorte de 42% del presupuesto asignado para este centro de salud público de alta complejidad, uno de los más importantes de América Latina. Loss empleados del hospital y vecinos de la localidad bonaerense Florencio Varela realizaron un abrazo simbólico denunciando la situación.
Por la tarde, los ministros de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein y su par de Provincia, Andrés Scarsi, se reunieron con una comisión de trabajadores para llevarles tranquilidad y asegurarles que el presupuesto del hospital está garantizado. También decidieron pedirle la renuncia a todo el consejo de administración y de la dirección ejecutiva del Hospital.
En el medio de todo este panorama de crisis, el “hincha” argentino vive una instancia parecida a 1978, cuando estaba la dictadura argentina. ¿Vamos por el seleccionado mientras los militares desaparecen gente y nosotros hacemos como que no sabemos nada? Ahora, ¿nos preocupamos por Lionel Messi mientras la gente aquí no puede pagar la luz, no tiene trabajo y no puede comer? El viejo dilema del futbol.