El hijo del general Roberto Sierra Páramo, Mario Sierra Moncada, quien difundió en su cuenta de Instagram una vida de lujos que incluye viajes por todo el mundo, ropa de lujosas marcas y el supuesto uso del avión presidencial, responde: “Soy un blogger de lujo, un influencer… no robamos, no vivimos de sus impuestos, basta, olviden lo del avión presidencial”.
Su padre, un médico militar retirado, que trabaja actualmente en el Hospital Mar Charbel en San Luis Potosí, dijo antes en entrevista con SinEmbargo que esa vida no es real. También recalcó que su pensión del Ejército no le alcanza ni para él y que debe seguir trabajando. “Si tuviera mucho dinero a lo mejor regalaría porque admiro mucho a mi país”.
Ciudad de México, 29 de junio (SinEmbargo).– Mario Sierra Moncada, hijo del general Roberto Sierra Páramo, solicitó a SinEmbargo.mx una oportunidad para contar su verdad en este espacio: primero quiere dejar en claro que todas las fotos donde exhibe un lujoso estilo de vida corresponden a un “personaje” que él mismo ha creado para convertirse en “influencer”.
Y añade: “Quiero dejar claro, que ni yo ni mi familia tenemos nada que ocultar, aquí estamos dando la cara. No hay nada que esconder. Estamos en México, somos mexicanos. La gente tiene que entender que no robamos, no vivimos de sus impuestos. Mi papá vive de su sueldo, yo vivo del mío. Quiero dejar claro que no sale de mi bolsillo el pagar esas excentricidades de marcas, de yates y aviones. Yo nunca he pagado eso, es simplemente un personaje, que ha tenido la suerte de vivir esos escenarios”.
Mario Sierra Moncada se considera un ser humano con suerte y afirma que el avión donde se fotografió diciendo que era el del Presidente, es simplemente una “réplica que se encuentra en un deportivo”, aunque no ofreció el nombre y la dirección del mismo.
“Se me fueron las cabras. No carburé al poner que era el avión presidencial. Fue un error. No medí la consecuencia. Es una tontería. Es como el restaurante de Wing’s que era un avión. En mi vida he ido al avión presidencial. No lo conozco.
— ¿Y dónde está esa sala réplica del avión presidencial?
— Es una sala, no es un avión, está adentro de un deportivo de deporte, de hacer ejercicio.
—¿Cuál? ¿Cómo se llama? ¿Dónde está ubicado?
— No sé, pero está en un salón de eventos que tenía está sala como si fuera el avión presidencial. El ingeniero que la construyó quiso aparentar que era el avión. Yo me senté y me tomé la foto. Fue mi error. Fue una tontería, cometí el error de poner una ubicación que no correspondía donde yo estaba.
— No es la única ubicación polémica, también tiene ubicaciones en fotos con caballos que fueron tomadas en el Estado Mayor Presidencial, en la Secretaría de la Defensa…
— Es un deportivo donde puedes pagar una membresía.
— ¿Es el mismo deportivo?
— Sí.
— Insisto, ¿cómo se llama el deportivo?
— El Deportivo Hípico me parece. Yo no soy socio, ni miembro. Tengo distintas amistades que de repente me dicen: “oye Mario, te invito a montar conmigo”. Y yo como blogger aprovecho. Para mi es contenido, agarro un caballo y me tomo una foto, pero no significa que sean cosas mías ni de mi papá, ni que sean cosas del gobierno, no.
— Las fotos donde aparece con su papá, dice de ubicación: Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)…
— Yo quiero muchísimo a mi papá. Crecí con un papá militar, estricto a más no poder, súper trabajador, súper honesto, que nos inculcó el trabajo y los estudios. Es mi orgullo, él ha trabajado día y noche, por eso me saco fotos con él vestido de uniforme.
— ¿Y como explica los jets privados donde viaja?
— Mira, te cuento, al estar en ese tipo de eventos, las marcas me invitan a su alfombra roja. Me invitan como blogger y medio de comunicación e invitan a sus clientes, entonces teniendo casi cinco años metido en este mundo, he creado muy buenas amistades en ese mundo de lujo. Esos aviones y barcos, simplemente son invitaciones. Jamás he pagado un solo peso por un viaje privado. ¿De donde voy a sacar 3 mil dólares para pagar una hora de vuelo? Brincos diera.
— ¿Y los yates son suyos?
— No, imagínate, sería un sueño. Son de amigos que me invitan.
— ¿Y sus compras en las tiendas de marcas de lujo, esas decenas de bolsas de Ferragamo, Louis Vuitton, Gucci, Christian Dior, Yves Saint Laurent, Prada, etcétera?
— Son bolsas vacías, no había nada dentro.
— ¿Y por qué hace eso?
— Porque soy un personaje que interpreta su papel. Soy un blogger de lujo, tengo que simular vivir una vida de lujo, tengo que transmitir ese estilo de vida.
— ¿Esas marcas le pagan o son intercambios?
— Varía…Esta profesión que desarrollo es para comunicar marcas y todo un estilo de vida. Yo vivo con intercambios. Yo estoy encantando de vivir así. Voy a un restaurante de lujo, seguramente son carísimos, pero yo no lo pago. Son invitaciones. A mis seguidores les gusta ver ese mundo. Es la manera honesta que yo he encontrado para vivir.
— ¿Y por qué eliminó sus cuentas en redes sociales y su blog?
— Yo no borré mi blog, se colapsó por tantos mensajes.
— Por lo que veo, ya no existe…
— No, porque me sentí muy triste de toda esta lluvia de insultos tan fuertes que la gente me decía. Y dije “basta” no quiero que me sigan insultando y opté por borrar las fotos.
— Pero eso levanta sospechas…
— Sí, la gente me dice que es porque estoy ocultando algo, pero no, simplemente es porque no quiero que me insulten, ni me agredan o me humillen. Bajé las fotos porque desprestigian mi carrera. La cantidad de insultos que recibí en todas mis fotos y en todas mis redes. Me dio mucha tristeza. Las hice privadas para que la gente ya no me insulte. Ya no puedo más como ser humano estar recibiendo tanto insulto, recibí miles de insultos por minuto.
— ¿Y como explica sus viajes por el mundo?
— Son invitaciones. Mira, por ejemplo, el viaje a Tailandia fue una invitación de una pareja de amigos. Era Navidad y yo no tenía planes de pasar Año Nuevo ni Navidad en la Ciudad de México porque mi familia vive en provincia.
— ¿Dónde viven?
— En distintas partes de la República.
— ¿En dónde?
— En provincia.
— ¿Pero dónde?
— En diferentes ciudades, pero volviendo a Tailanda, mis amigos me pagaron avión y hotel, yo no pague nada.
— ¿Y tú papá sostiene sus gastos?
— Mi papá nunca ha pagado nada. Desde que tengo 18 años vivo solo, soy independiente. Mi papá no tiene nada que ver con mi ropa ni con mis viajes. Sentí mucha tristeza por el desprestigio que pudo haberle causado a su carrera, siendo él una persona tan correcta. Yo no vivo con mi papá desde que tengo 18 años. Él es una persona retirada, pero sigue trabajando. ¿Tú crees que si tuviéramos esa cantidad de dinero que la gente piensa, mi papá seguiría trabajando? No. Sería un hombre que viviría en Milán o en una playa exótica.
— Usted ha viajado mucho…
— Me pagan los viajes. Suiza, por ejemplo, me contrató una compañía de colegios de lujo con una muy alta educación. Y ellos buscaron personas especializadas en lujo como yo.
— ¿Ha utilizado el puesto de su papá militar para conseguir cosas?
— No, me contratan por mi blog. He luchado durante años para poder vivir legalmente. Yo como buen comunicólogo, corro por mi selfie, por la foto y la pose. Todo es un mundo para transmitir un estilo de vida.
— ¿Un estilo de vida de lujo?
— Sí, las marcas han estado contentas, los clientes están contentos. Ahora me está afectando muchísimo todo esto. Para mi, dejar de trabajar un día, es dejar de ganar un ingreso. Quiero pedirle a la gente que se termine esto. Ya basta. Necesito volver a trabajar. Me vi afectado en mi trabajo, con mi familia, con mis amistades. Llevo tres días sin comer, sin dormir por la angustia, porque mi vida se está desmoronando. Si cometí un error con esto del avión, fue solo eso, un error. Quiero que se olvide.