En un diálogo con la comunidad estudiantil de la Universidad Iberoamericana y el periodista Jorge Ramos, el candidato de "Por México al Frente" fue cuestionado sobre sobre si es o no un candidato antisistema, a lo que Anaya respondió que él no fue un aliado del Presidente Enrique Peña Nieto sino un aliado del país.
Ciudad de México, 5 de junio (SinEmbargo).- El candidato de la coalición "Por México al Frente", Ricardo Anaya, dijo que él no fue un aliado del Presidente Enrique Peña Nieto y aseguró que lo considera un corrupto. En un diálogo con el periodista Jorge Ramos, también ofreció disculpas a la ex candidata independiente Margarita Zavala si es que la ofendió en algo.
Cuestionado por Ramos de ser parte del sistema y de haber apoyado el gobierno de EPN, a través del Pacto por México en 2012, Anaya explicó que nunca apoyó al priista y que, por contrario, apoya únicamente al país. En ese sentido, dijo que no hará tratos con el actual presidente, aunque sí con “quien tenga que negociar” para sacar adelante a México.
Usted apoyó las reformas del Presidente Enrique Peña Nieto, hay fotografías de usted aplaudiendo esas reformas, dijo Ramos.
Anaya respondió que hubo reformas que eran necesarias. “Y no son reformas de él [de Peña], son de México. No fui aliado de Peña, sino del país, de México", afirmó.
El candidato también fue cuestionado sobre si creía que el Presidente Peña Nieto era o no corrupto, a lo que respondió que sí lo cree un hombre corrupto.
En un sexenio donde hubo miles de muertos, y donde murieron 49 niños en la Guardería ABC, no recuerdo que usted haya salido a decir que el Gobierno de Calderón estuvo mal, le preguntó Jorge Ramos. "¿Es usted o no un candidato antisistema?", añadió.
Asimismo, el panista aseveró que no le urge llegar al Poder Ejecutivo, pero que sí le urge a México el cambio que él ofrece.
ASÍ SE VIVIÓ EL DIÁLOGO EN LA IBERO
Ricardo Anaya Cortés dialogó este día con estudiantes de la Universidad Iberoamericana, campus Santa Fe. En un ambiente crítico y no de protesta como el de hace seis años, el candidato presidencial fue recibido entre aplausos y cuestionado sobre sus planes para cambiar al país, no sólo a corto, sino a largo plazo también.
En mayo de 2012, la Universidad Iberoamericana puso cara de guerra. Entonces, el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, fue motivo de inconformidad entre los alumnos, quienes con pancartas y al grito de “fuera, fuera” le reprocharon el conflicto en San Salvador Atenco, la crisis de feminicidios en el Estado de México, ademas del gobierno corrupto del ex Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés.
Hoy, en cambio, no hubo máscaras (como las de Carlos Salinas de Gortari, que en 2012, portaron los estudiantes). Las fuentes tampoco fueron teñidas en símbolo de rechazo. Pero sí hubo colas de jóvenes desde las 06:30 horas de este martes.
La cita, no obstante, fue a las 09:30 de la mañana en el Auditorio José Sánchez Villaseñor. Ricardo Anaya, abanderado de la coalición “Por México al Frente” (PAN-PRD-MC), arribó a tiempo para extremar sus propuestas.
Frente a más de 380 alumnos al interior del Auditorio y decenas más al exterior, habló de acabar con las condiciones de corrupción en el país, la desigualdad social y económica, la falta de empleos y las precarias condiciones salariales, además de la violencia. También, mencionó que fortalecerá la educación, el Estado de derecho, la inversión en infraestructura y económica, así como apoyos a emprendedores.
Sobre la relación de México con Estados Unidos, en el marco del reciente incremento en aranceles de importación por parte del Presidente Donald Trump, mencionó que, considerando que
el 36 por ciento de nuestra economía es de exportaciones, para defendernos será inevitable una política de “retaliación” (pagar con la misma moneda al vecino del norte), además de acudir a la organización internacional de comercio.
A 26 días de la elección, el político queretano no dejó de comentar que las propuestas de su oponente Andrés Manuel López Obrador son anacrónicas y que no llegará a ser Presidente. En contraste, aseguró que de llegar a Los Pinos cambiará al país con una “disrupción” de las actuales e inadecuadas circunstancias envié nos encontramos los mexicanos.
Y en diálogo con el alumnado, Ricardo Anaya fue cuestionado sobre la posibilidad de bajar impuestos a empresas para subirle el salario a los trabajadores. Además, le pidieron propuestas en materia económica, de salud y cultural, en lo inmediato y para los próximos 10 o 20 años.
Los estudiantes también le preguntaron qué hará para hacer que México no sufra de carencias de ingresos y para evitar que sean violentados los derechos de los mexicanos, al interior y exterior del país.
En respuesta, Anaya habló de eliminar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) para quienes ganan menos de 10 mil pesos mensuales, y quienes ganen más, que paguen más; diversificar la economía (pasar de la manufactura a una economía del conocimiento); darle mayor valor agregado a lo que exportamos (con mano de obra mexicana y produciendo lo que hoy importamos); y que el Gobierno federal garantice el buen trato a migrantes mexicanos, defender la dignidad nacional y estrechar lazos con Estados Unidos.
Anaya también dijo que hay que desarrollar planes para que las generaciones de hoy no sólo tengan más oportunidades, sino que sean generados mecanismos que garanticen que los futuros mexicanos gocen de un mejor y mayor desarrollo.
En cuestiones de seguridad, habló de promover el deporte, la cultura y la educación como herramientas de prevención, además de enfrentar el problema con soluciones de raíz, que implican dejar de “descabezar” organizaciones criminales y, en cambio, utilizar inteligencia para hacer detenciones masivas y “desmantelar” a los grupos criminales (como se ha hecho en Italia).
Sin embargo, reconoció que es necesario forta
lecer a las policías local y federal, sacar al Ejército de las calles y detener la gran cantidad de armas no registradas (200 mil por año) que nos llegan desde Estados Unidos.
Las preguntas que más efervescencia causaron entre los presentes fueron hechas por estudiantes de preparatoria.
Una le preguntó si existe la posibilidad de que respalde al abanderado priista Jose Antonio Meade Kuribreña, en caso de que éste declinara a su favor, y que, de serle comprobado un acto de corrupción, si renunciaría a la Presidencia de la República.
Otro joven lo increpó acerca de sus posturas en torno a los apoyos a los damnificados del sismo del 19 de septiembre de 2017, y acerca de los 43 normalistas desaparecidos, en Guerrero, en 2014.
A lo primero, el panista respondió diciendo que nunca respaldará a Meade (porque representa al gobierno actual y él quiere un cambio) y que sí renunciará si le comprueban actos de corrupción.
En cuanto a lo segundo, se comprometió a revisar los recursos de los damnificados y a realizar un “ejercicio serio de solidaridad” (con recursos públicos) para los damnificados del 19S.
Sobre los 43 normalistas de Ayotzinapa, externó estar de acuerdo en que las autoridades mexicanas reciban ayuda internacional (como la del GIEI). También propuso que todo el aparato de gobierno opere para dar castigo a quienes hayan participado en ilícitos -como tortura- para encubrir el caso.
De manera general, aseguró que en su gobierno la desaparición de personas será una prioridad de Estado. Propuso un diseño institucional que funcione en las primeras 72 horas (tiempo crítico para el hallazgo de personas desaparecidas) y que habrá acompañamiento de comisiones de la verdad, conformadas por ciudadanos y especialistas en derechos humanos.
Una vez concluido el apartado de preguntas y respuestas, el también llamado “niño maravilla” platicó con el periodista Jorge Ramos, quien fungió como moderador en este evento.