El Consejo Mexicano de Negocios indicó que la finalidad las reuniones es escuchar las distintas propuestas y analizar a fondo cada uno de los proyectos de Gobierno.
Varios de los miembros de esta élite empresarial han emprendido una campaña dirigida a sus colaboradores y trabajadores advirtiéndoles sobre “un viraje en la economía” y, en algunos casos, mencionando el nombre del candidato al que identifican como “populista”: Andrés Manuel López Obrador.
Ciudad de México, 3 de junio (SinEmbargo).– El Consejo Mexicano de Negocios dio a conocer que sostendrá encuentros privados con cada uno de los cuatro candidatos a la Presidencia de la República. “Además de escuchar sus distintas propuestas y visiones de gobierno, los consejeros externarán sus inquietudes e ideas para generar una conversación”, indicó en un boletín.
Indicó que la finalidad las reuniones es escuchar las distintas propuestas y analizar a fondo cada uno de los proyectos de Gobierno.
El Consejo es un núcleo que reúne a varios de los empresarios más poderosos del país, entre ellos varios que se han opuesto abiertamente, en esta elección y en el pasado, en contra de Andrés Manuel López Obrador, candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Muchos de ellos son beneficiarios de concesiones del Estado mexicano, por medio de las cuales explotan la minería, el transporte o el sector energético.
"El Consejo Mexicano de Negocios reitera su compromiso para impulsar la democracia y fomentar acciones que contribuyan a acelerar el crecimiento económico y la generación de empleos, para lograr así construir un país más justo, seguro e incluyente", dijo.
El aviso de las reuniones se da luego de semanas de tensión en donde los empresarios hicieron un llamado a sus empleados para votar “en contra del populismo”, específicamente contra del izquierdista López Obrador.
Los empresarios han emprendido una campaña dirigida a sus colaboradores y trabajadores advirtiéndoles sobre “un viraje en la economía” y en algunos casos hasta mencionando el nombre del candidato al que identifican como “populista”. Los CEO’s de Palacio de Hierro, Finsa, Herdez, Grupo Vasconia y Grupo México, abiertamente se declararon en contra de AMLO.
Esta élite empresarial, donde no están afiliadas pequeñas y medianas compañías, lanzó dos desplegados para llamar a la unión, diálogo y democracia en México. El segundo tenía un tono de menor confrontación con López Obrador que el primero, firmado por el Consejo Mexicano de Negocios (CMN). La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) pidió dar “carpetazo” a ese capítulo, mientras el propio izquierdista apostó por la conciliación y a proponer la licitación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México sólo con dinero privado en vez de cancelarlo, decisión en la que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) estuvo de acuerdo. Esto sucedió durante el mes de mayo.
Ante este escenario, analistas económicos y financieros aseguraron que a ninguna de las dos partes les conviene continuar con esta disputa pese a que se cruzan intereses. “Las partes están conscientes de cuál es su tarea y su parte en esta confrontación; están en su respectiva cancha y saben hasta dónde y hasta cuándo. Los empresarios ya sintieron que lo que no se vale son los golpes bajos. Tienen todo el derecho de disentir y tienen una serie de intereses que están en lo correcto defendiendo. Lo que no se vale es haciéndolo financiando campañas sucias, que en su momento presenten un escenario no necesariamente leal frente a un candidato; lo que se hizo en 2006 y se repitió en 2012 con menos virulencia”, dijo Alberto Barranco Chavarría, periodista y analista financiero.
“Los propios empresarios vieron que enfrentarse con un posible Presidente de la República es muy peligroso para ellos, sobre todo porque han recibido una serie de canonjías del Gobierno durante muchos años. Hay muchas empresas que está muy claro que tienen deudas con el fisco. Ellos les llaman impuestos diferidos. Eso no les conviene. Tampoco a cualquiera que llegue al gobierno le conviene tener un enfrentamiento con los empresarios en virtud con lo que representan en materia de creación de empleos. Lo que no se vale es que los empresarios utilicen su poder económico para tratar de sesgar el voto”, expuso Barranco en entrevista con SinEmbargo a mediados de mayo.
La gran pregunta: ¿La probable victoria de López Obrador provocará un éxodo de inversiones? El 30 de mayo pasado, Financial Times, uno de los diarios económicos y financieros más poderosos del mundo, dijo que no.
“No necesariamente, de acuerdo con los sorprendentes resultados de una encuesta a 109 participantes del mercado, incluidos fondos de cobertura, fondos de pensiones, inversores a largo plazo y otros inversionistas de México, América Latina, Estados Unidos y Europa dirigidos por Nomura”, dijo Financial Times.
La mitad de los inversores -52 encuestados, o el 51 por ciento- “saltaría a la posibilidad de una victoria de Andrés Manuel López Obrador el 1 de julio para comprar activos mexicanos infravalorados en los primeros tres meses posteriores a las elecciones”, señaló el diario británico.
Y abundó: Sólo 20, o 18 por ciento, vendería. Y 37, o 34 por ciento, esperaría y vería.
El pasado 7 de mayo, el diario español El País dio a conocer que, en privado, la élite de grandes empresarios decidió inyectar miedo en los votantes contra López Obrador y generar una corriente a favor de Ricardo Anaya Cortés.
“Los grandes directivos consideran que la llegada al poder del líder de Morena supondrá una ruptura con el statu quo actual y será dañino para la economía mexicana y, por ende, para sus intereses. El objetivo es aumentar en mayo la sensación de miedo ante la posible victoria de López Obrador y cerrar filas con el conservador Ricardo Anaya, garante de la continuidad”, señaló el diario en un texto firmado por Javier Lafuente.
“El objetivo es llegar a junio con posibilidades de revertir los sondeos y acaparar el voto útil de quien no quiere la victoria del líder de Morena, según se desprende de conversaciones con la decena de directivos consultados, bajo condición de anonimato”, agregó.
“La estrategia de los grandes empresarios pasa por afianzar una corriente de opinión contraria a López Obrador, en la medida de que su capacidad de influir en los trabajadores no es la de épocas pasadas. “El empresariado como patrón no influye ya tanto”, admite una de las fuentes consultadas, en sintonía con asesores cercanos de Anaya. En la campaña del político reformista –la que más dinero ha gastado- desean el apoyo empresarial, aunque asumen que per se no pueden revertir una elección”, señaló.