La mamá de la candidata a diputada por el Verde, Juany Maldonado, aseguró que ambas mujeres no hacían daño a nadie por lo que no saben el por qué del crimen. Ambas mujeres fueron veladas la noche de ayer sábado en Puebla; en tanto se informó que hay cinco detenidos relacionados con el ataque.
Ciudad de México, 3 de junio (SinEmbargo/Periódico Central).- El móvil de la ejecución de la candidata del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) a diputada local por Huauchinango, Juany Maldonado, y la regidora de Juan Galindo, Erika Cázares, aún es incierto para las autoridades estatales; no tenían enemigos aparentes, no habían recibido amenazas y tampoco se solicitó escolta.
En el velorio realizado la noche de este sábado ambas fueron despedidas con fotografías sobre sus féretros donde lucían sonrientes y vibrantes. En el ambiente circuló un halo de incertidumbre, de duda, de incredulidad.
"No hacía daño a nadie. No sabemos de dónde o quién (...) No me queda más que ser fuerte por mi nieto, mi Juan Pablo", dijo Doña Vita, la madre de Juany Maldonado, quien ahora se hará cargo del hijo de 17 años que dejó la candidata".
Juany Maldonado pertenece a una de las familias más conocidas en Huauchinango, empresarios dedicados a varios ramos. Tras años de militancia en el PRI pasó a las filas del Verde Ecologista en donde le tocó fundar comités municipales en casi toda la Sierra Norte.
Erika Cázares, tenía 32 años, era egresada de la Escuela Libre de Derecho en Puebla y tenía como cargo la rehundiría de Salud en el municipio de Juan Galindo, localizado a un costado de Huauchinango.
"Ahí andaban las dos, de arriba a abajo para la campaña. En el vochito de Juany. Ella manejaba. No hacían daño a nadie. No iba arriba en las encuestas, no iba a ganar pero estaba dando la batalla. Nunca avisó de amenazas o algo así", relató un asistente al velorio.
Juany Maldonado comió en casa de su mamá el viernes por la tarde en Huauchinango. A las dos y media salió y paso por "Kika", como conocían a Erika Cázares.
Tenían una reunión con su estructura en Jopala, municipio de la parte más baja de la Sierra Norte. Al regreso, a la altura de Zihuateutla fueron asesinadas.
Los hechos ocurrieron la noche del viernes, cuando regresaban de una gira de trabajo por la zona de Patla, perteneciente al municipio de Jopala cuando ambas viajaban rumbo a Huauchinango en un automóvil Volkswagen Sedan, color negro tipo clásico, que Juany manejaba.
Las primeras versiones de la Fiscalía General del Estado señalan la ejecución como principal línea de investigación; descartaron que se tratara de un robo.
Entre las 10 y las 11 de la noche a la altura de Cacahuatlan, Zihuateutla, dos sujetos habrían atacado a ambas mujeres; en el lugar se encontraron más de 10 cartuchos percutidos calibre 9 milímetros. Las versiones extraoficiales señalan que Juany recibió 9 disparos y Erika, 7 al menos.
HAY CINCO DETENIDOS RELACIONADOS CON EL ASESINATO
Unas horas después, a unos kilómetros de la zona donde fueron ejecutadas, en la carretera federal México-Tuxpan, la Policía Judicial se enfrentó con una banda de nueve sujetos que viajaban en dos vehículos. En el enfrentamiento uno de los atacantes murió y cinco fueron detenidos. Versiones extraoficiales plantean que la banda proviene de la comunidad de Puga en Huauchinango.
El enfrentamiento se dio alrededor de las cuatro de la madrugada cuando los federales tuvieron contacto con un vehículo Sedán Mercury Montego color blanco con vidrios polarizados, placas YAS209A de Veracruz y una Vagoneta Chevolet Suburban blanca.
Los sujetos usaban armas calibre 9 milímetros por lo que podrían coincidir con las utilizadas en la ejecución de las militantes del Verde Ecologista.
La Fiscalía General del Estado presentó a los cinco detenidos pero aún esperan establecer fehacientemente si participaron en el ataque pues se mantienen otras líneas de investigación sobre el caso y en cuanto tengan la información completa confirmarán si son o no los asesinos.
Los cinco detenidos fueron identificados como de Carlos, Simón, Máximo, Vicente y Édgar.