Tras una veintena de días encarcelado, el activista León Fierro no quita el dedo del renglón: la cervecera de Constellation Brands no debe operar en Mexicali, Baja California.
El catedrático se prepara para llevar a la empresa trasnacional ante tribunales de Estados Unidos para "que remueva hasta el último escombro de lo que ha instalado hasta ahorita" y también para demandar a las autoridades de Baja California que lo llevaron a la cárcel y que impulsan la instalación de la planta cervecera.
“Necesitamos que [los funcionarios responsables] sean sustituidos y los que tengan que pagar con cárcel que así lo hagan porque lo que están cometiendo con el pueblo de Baja California no es solamente un atentado directo contra el agua, sino contra la vida de las personas. Recordemos que en Mexicali se sufren temperaturas de más de 50 grados durante varios días del verano y hay muchos muertos y si se privatiza y no se le puede garantizar el derecho humano a las familias pobres, esto va a significar un genocidio, prácticamente y un ecocidio por la parte ambiental”, alerta en entrevista con SinEmbargo.
Ciudad de México, 2 de junio (SinEmbargo).- León Sedov Fierro Reséndiz, profesor y defensor de los derechos humanos, el agua y el medio ambiente, afirma que su encarcelamiento fue un intento del Gobierno de Baja California, a cargo del panista Francisco Vega de la Madrid, para frenar su lucha por detener la instauración de una planta cervecera de Constellation Brands en su natal Mexicali, donde el agua escasea. Hoy prepara una denuncia en contra de las autoridades y en contra de la empresa estadounidense.
Hace poco más de una semana que abandonó la cárcel en la que vivió por veinte días y dice decidido a continuar con su lucha. Desde el inicio de esta semana recorrió varias partes de la Ciudad de México para solidarizarse con distintas luchas sociales, conversar con universitarios y con medios de comunicación.
En entrevista en las instalaciones de SinEmbargo, León Fierro narra sus días en la cárcel y recuerda lo que ocurrió aquél 16 de enero durante la manifestación en el Rancho Mena, que llevó a su encarcelamiento el 3 de mayo.
Además, el profesor habla sobre el activismo que su familia le inculcó y el que quiere transmitirles a Katia, Ernesto y Johnatan, sus tres pequeños hijos, de quienes ha cuidado de tiempo completo tras la muerte de su esposa Mónica Meléndez Jacobo, hace cinco años, pese a que reconoce el riesgo que supone ser defensor de derechos humanos en México.
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–León, ¿cómo ha sido esta semana de vuelta a la libertad? ¿Has continuado en la lucha por el agua?
–Cuando salí tenían preparado un micrófono para hablar un poco sobre lo que estaba pasando en la cárcel y aproveché la ocasión para refrendar la lucha y mostrarle a los compañeros que en realidad en lugar de doblegarnos, nos fortalecieron.
–¿Qué te dicen tus compañeros de lucha? ¿Tienen miedo, están fortalecidos..?
–Ha sido muy emotivo todo esto: por un lado la represión es constante, pero [por el otro] la solidaridad y el apoyo no nada más de la gente de Mexicali, sino del estado, del país y de Estados Unidos. Eso nos mantiene en un ánimo constante.
–¿Hay temor en estos momentos?
–El temor es constante desde el primer día de las manifestaciones, pues es con respecto a las posibles represiones que puede haber enseguida, ya hemos experimentado varias, siguen, son constantes. Por ejemplo, cuando iba aterrizando aquí en la Ciudad de México habían detenido a Jorge Benitez por un absurdo, por una infracción de tránsito y el policía lo trató de agredir verbalmente. Afortunadamente mi compañero no respondió a la agresión, se mantuvo en calma, grabó al policía y lo llevaron a la comandancia [...]. Afortunadamente, llegó gente y se detuvo eso. Luego, ayer acaba de ser agredido un compañero de Rosarito, fue levantado aparentemente por ministeriales o agentes de Gobierno vestidos de civil, lo 'pasearon', le quitaron su documentación y luego lo soltaron sin mayor explicación. Son medidas flagrantes de que están buscando constantemente la intimidación, el hostigamiento, la represión, porque estamos afectando negocios fuertes del Gobierno en torno al agua, que es la cervecería y la desaladora de Rosarito, son empresas multimillonarias, son empresas trasnacionales y en ambas hay inversión israelí y norteamericana. Se imponen a toda costa, incluso costando vidas.
–Recientemente los ataques han sido contra los defensores del agua de Mexicali Resiste...
–Y también de otras resistencias. En Ensenada, en Rosarito, en Tijuana, no nada más es Mexicali. Hemos sido en diferentes momentos perseguidos, hostigados, monitoreadas nuestras llamadas, han aventado bombas molotov en las casas, por ejemplo, de la compañera Tania Gallaga, hemos sido apedreados, detenidos de forma ilegal, nos han inventado cargos, hay amenazas de muerte y múltiples formas de represión.
–Cuéntanos cómo fueron esos veinte días en la cárcel, ¿cómo fue el trato? ¿Pasó por tu mente abandonar la lucha?
–Al principio fue un choque emocional duro. En una cárcel lo primero que hacen es violar tus derechos humanos: te desvisten, te revisan genitales, te tratan de una manera inhumana. Más tarde me llevaron a un calabozo que parece de la época feudal, de esos obscuros, tenebrosos, fríos, encharcados, malolientes, respirando todas las heces fecales, conviviendo con treinta y tantos reos en una habitación como de tres por cuatro metros, incluyendo la regadera y el excusado que están prácticamente a la vista de todos. Conviviendo con criminales, con asesinos...
Conforme fue creciendo la presión social, mi hermana puso una denuncia ante Derechos Humanos, yo también puse mis quejas dentro del Cereso, siempre defendiéndome, nunca dejé mi activismo ni la lucha por mis derechos humanos y refrendando mi lucha por el agua, no la negué ni mucho menos. Esto hizo que el director tomara algunas medidas gradualmente. Se me cambia a una celda donde ya no hay tantos [reos], pero sigue habiendo este hacinamiento de presos. Luego, a otra celda en donde ya estaba yo solo, se me aplicaron algunas medidas de seguridad porque también hice una carta responsabilizando al Gobernador, al Presidente municipal y a los diputados del Partido Acción Nacional (PAN), principalmente, por cualquier daño que se me pudiera causar a mí, a mi familia o a mis compañeros de lucha. Al no callar y al haber presión social, se cambian un poco las situaciones que estaba viviendo.
De hecho, cada audiencia me desnudaban y al yo estar denunciando esto, las últimas dos dejaron de hacerlo por lo menos en el Cereso. Lo siguieron haciendo en el sistema de justicia, imagínate, para que te pasen a una audiencia con un Juez para que imparta justicia, lo primero que hacen es violar tus derechos humanos, vejarte, dejarte en un estado de vulnerabilidad emocional y así es como comienza el juicio, entonces, ¿cuál legitima defensa? ¿Cuál garantía al debido proceso? ¿Cuáles garantías individuales? Eso es inexistente en el Estado mexicano, me queda claro.
–¿Vas a pedir alguna reparación del daño?
Sí, reparación integral del daño: moral, económica, psicológica, porque no se puede quedar así. Necesitamos que [los funcionarios responsables] sean sustituidos y los que tengan que pagar con cárcel que así lo hagan porque lo que están cometiendo con el pueblo de Baja California no es solamente un atentado directo contra el agua, sino contra la vida de las personas. Recordemos que en Mexicali se sufren temperaturas de más de 50 grados durante varios días del verano y hay muchos muertos y si se privatiza y no se le puede garantizar el derecho humano a las familias pobres, esto va a significar un genocidio, prácticamente y un ecocidio por la parte ambiental porque esto está generando problemas severos con especies endémicas, especies que ya están en peligro de extinción, por lo que los daños que están ocasionando están llegando a límites insospechados que no pueden quedar así, no pueden quedar impunes, por eso pedimos la cárcel y la reparación del daño en todas sus manifestaciones.
El activista planea denunciar a nivel nacional ante la Procuraduría General de la República (PGR) y ante el Gobierno federal de Estados Unidos a Constellation Brands a través de la Ley de Actos de Corrupción de Empresas Norteamericanas en el Extranjero. Lo que pretende con ello, dijo, es que "se repare el daño y que definitivamente [la cervecera] no se instale en Mexicali, que remueva hasta el último escombro de lo que ha instalado hasta ahorita".
–Vienes de una familia de activistas, tus padres lo han sido durante al menos cuatro décadas, platícame un poco más al respecto.
–Ellos comenzaron en la lucha estudiantil, comenzando por el cese al aumento del transporte y las cuotas estudiantiles en la universidad, por la gratuidad, pero también se solidarizaron con los propios trabajadores de la universidad por sus derechos laborales. Estuvieron luchando con trabajadores de la maquila, con colonos por el derecho a una vivienda y los servicios públicos, con migrantes, en fin, una lucha que ha sido prácticamente desde los 70 hasta la fecha. También en solidaridad con otros países que sufren las consecuencias de las guerras, como Palestina, Siria, Irak, entre otros. Con respecto a la Reforma Energética, a la Reforma Laboral, en solidaridad con los padres de los normalistas de Ayotzinapa, con Nochixtlán, con el Movimiento Zapatista desde el 94, con los profesores que han estado en contra de la Reforma Educativa, con los pueblos originarios a lo largo y ancho del país, en fin, también en contra de las políticas armamentistas de Estados Unidos. Hemos tenido bastante actividad y eso afortunadamente también ha creado lazos, los cuales se vieron reflejados en el apoyo al movimiento, de esa manera se hicieron manifestaciones muy amplias, muy diversas en el país y otras partes del mundo.
–¿Tus padres son parte de Mexicali Resiste?
–Sí, son muy activos, están comprometidos día y noche con el movimiento.
–El activismo ha sido significativo dentro de tu familia, ¿por qué crees que son importantes los activistas para el país?
–No vemos otra solución mas que un pueblo que esté organizado, luchando, constantemente exigiendo sus derechos y buscando alternativas para solucionar los problemas más fuertes de este país. No vemos que realmente haya otra vía para buscar esos cambios. No nada más es importante, sino que es vital, estamos hablando de cuestiones de vida para nosotros y las futuras generaciones. Sí nos arriesgamos en estos momentos y arriesgamos a nuestras familias, arriesgamos a nuestros hijos, pero no se compara con el riesgo de no hacer nada, de seguir permitiendo que avancen todas estas políticas que son prácticamente devastadoras, no nada más saqueando al país, sino están provocando un caos, una masacre. Estamos viviendo en el país con más muertes violentas en el mundo sólo después de Siria y se supone que no estamos en guerra. Lo que estamos viviendo más bien es una guerra de baja intensidad contra el pueblo mexicanos que está siendo desplazado, saqueado, masacrado, violentado, humillado. Estamos perdiendo prácticamente todo en el país. Si en el pueblo no alzamos la voz, no nos organizamos en todo el país y más allá, con los pueblos del mundo, no podremos esperar otra cosa. No podemos esperar cosas diferentes si seguimos haciendo las cosas igual que siempre: callando.
–¿Qué piensan tus hijos de la lucha? ¿Has platicado con ellos al respecto?
–Sí, así como a mí que me educaron, yo siempre he hablado con ellos, en medida de la posibilidad y en medida también de su grado de aprendizaje, que van entendiendo lo que se está viviendo. Constantemente platico con ellos sobre los procesos porque ellos lo viven también, ellos van a los plantones, a las marchas, a las diferentes manifestaciones, fueron por mí a la cárcel, es decir, jamás les oculto nada, al contrario, trato de explicarles gradualmente, uno, lo que está sucediendo en el país y dos, lo que estamos haciendo y lo que es necesario hacer.
–¿Te gustaría que ellos fueran activistas?
–Sí deseo que ellos aprendan eso. Creo que sería lo mejor que pudiera heredarles: una educación integral y esto incluye la exigencia de sus derechos, es decir, no comprendo a una persona que se diga estudiada y que no sepa exigir sus derechos. Eso es básico en la vida de cualquier ser humano. Entonces, creo que eso es lo mejor que le puedo heredar a ellos.
–Y, ¿cómo trata el Estado mexicano a los defensores?
–Es brutal. Lo que vivimos en México es brutal, siendo o no activista, el riesgo simplemente de vivir en México es altísimo, es un riesgo diario, 24 horas, estés encerrado en tu casa o en la calle, no sabes realmente qué va a pasar, no hay una seguridad en ninguna parte del país y a ninguna hora, en ningún momento. Pero, siendo activista, esto radicaliza tu exposición al riesgo porque entonces al atentar contra los intereses de empresarios, narcotraficantes, gobernantes, funcionarios, y ellos al tener poder y al haber impunidad, te vuelve un blanco fácil. Activistas, ambientalistas, abogados, prensa lo vivimos. Cualquier persona que no se calle, que diga la verdad, que exponga la realidad de México, estamos prácticamente expuestos mucho más que en cualquier parte del mundo.
–¿A qué personajes atribuyes tu encarcelamiento y cuáles serían las razones?
–El que está orquestando prácticamente todo esto es el Gobernador Francisco Vega de Lamadrid, su secretario general de Gobierno, Francisco Rueda, ellos son los principales actores en conjunto con el presidente municipal [de Mexicali] Gustavo Sánchez, los diputados panistas [José Félix Arango Pérez, Victoria Bentley Duarte y Raúl Castañeda Pomposo]. Sus secuaces son el director de seguridad Pública Municipal, la Procuradora Perla Ibarra, el subprocurador en Mexicali Fernando Ramírez Amador. Viene de allí, gira alrededor del Gobernador y empresarios ligados a ellos, que son los del Consejo Coordinador Empresarial, Canacintra [Cámara Nacional de la Industria de Transformación] de Mexicali y otros empresarios ligados. Siempre respondiendo a los intereses de los capitales, es decir, si bien el Gobernador está actuando en nuestra contra, siempre lo hace respondiendo a los intereses, por ejemplo, de la cervecera Constellation Brands que es una trasnacional. O sea, ellos fungen como representantes del capital, no como representantes del pueblo. El Gobernador, sí, con todas estas estructuras, pero siempre atendiendo a esos intereses de inversiones extranjeras para saquear el país.
–Entonces, ¿consideras que la lucha por el agua ante Constellation Brands fue el principal motivo de tu encarcelamiento?
–Así es. Sí, es evidente porque fue raíz del 16 de enero tras el enfrentamiento con policías. Los propios ministerio público y fiscalía refirieron en la audiencia que esos policías fueron ordenados por el Gobierno del Estado para responder por los intereses de la cervecera Constellation Brands. Quiere decir que las policías están al comando de la empresa cervecera, una empresa que está prácticamente gobernando en el estado de Baja California. Hay una relación directa con la cervecería, lo que nosotros hagamos con la cervecería nos pone en riesgo.
–La Jueza Ruth Esperanza Álvarez Fuentes te consideró como una persona "peligrosa para la sociedad" y se te acusó de haber lesionado con tu automóvil a un policía, ¿qué ocurrió realmente el 16 de enero con el elemento policial?
–Desde muy temprano empezaron las agresiones. En primer lugar, llevaron más de 150 elementos de policía, entre ministeriales, estatales, guardias de seguridad privada de la cervecera y municipales, rodearon las cuadras alrededor del Rancho Mena, a donde nos había invitado la familia de ese rancho porque por ahí iba a pasar el acueducto y ellos querían no nada más que nos manifestaremos en contra de la instalación de este acueducto, sino que también los ayudaremos a defender su predio porque querían meter maquinaria. Nos pidieron que hiciéramos un plantón ahí, algunos dormimos ahí y conforme fue pasando el tiempo, las agresiones de los policías fueron creciendo. Nosotros estábamos opuestos al trabajo de la maquinaria, pero jamás agredimos a los policías y ellos sí empezaron a aventarnos piedras, descalabraron al menos a cuatro compañeros, a uno le fracturaron la quijada en tres partes; a mi papá de 68 años lo descalabraron; también a mi compañera Tania Gallaga, a Charly le hicieron una descalabrada bastante grave, iba a perder el oído.
En ese enfrentamiento, en donde nos están apedreando, donde estamos defendiendo el predio, los policías estaban queriendo meterse e incluso en algunos momentos empezaron a señalar a varios de nosotros para llevarnos sin ninguna orden de aprehensión. La dueña del lugar me dijo que le estaban cayendo piedras a mi carro, entonces me subo al carro y empiezan todavía más fuertes las agresiones, al intentar moverlo, tengo a un grupo de policías enfrente, pero yo paso hacia la derecha, o sea, si yo hubiera querido arrollarlos hubiera hecho el giro a la izquierda, al revés completamente.
Además había un grupo aún más numeroso de policías justamente en la salida del rancho y ahí pude haber atropellado a muchísimos policías, probablemente más de una decena, sin embargo, esa no era la intención en lo absoluto. En mi desesperación de estar moviendo el carro y esquivando compañeros, voy buscando espacio de maniobra. Jamás intenté siquiera lesionar a los policías.
–¿Por qué decir NO a Constellation Brands?
–El problema que más no preocupa es la muerte de personas que no tengan para pagar el agua debido a que se va a dar un encarecimiento por la escasez y la incursión de la desaladora, justificada por esa escasez. Es un grave atentado contra el derecho humano al agua, además están representando este saqueo brutal, desmedido ligado a la grave corrupción y a la entrega de los recursos, a la entrega de la soberanía misma, es un agravio que no solo es contra Mexicali, sino contra todo México, es un agravio contra nuestra patria. Es por eso que nosotros invitamos a toda la gente a que luche por el agua, no nada más la lucha de Mexicali, sino que la empresa Constellation Brands es simbólicamente representativa de los agravios contra el país en este caso con el agua, pero lo podemos extender a todos los ámbitos.