Como una respuesta y perfeccionamiento al "Plato del Bien Comer Especialistas", un grupo de investigadoras mexicanas diseñó una nueva representación gráfica, para que las personas que desean alimentarse mejor entiendan de manera sencilla los grupos de alimentos, porciones y los hábitos que los ayudarán a llegar a su meta.
Por Pablo Miranda Ramírez
Guadalajara, 11 de mayo (SinEmbargo/AgenciaConacyt).– Verduras, frutas, proteínas, cereales, todos son importantes, y mantener una alimentación equilibrada y saludable es un hábito que se adquiere con disciplina; no obstante, es necesario contar con herramientas actualizadas para entender los porqués de cada alimento. Para ello, especialistas en nutrición de la Universidad de Guadalajara (UdeG) diseñaron una nueva representación gráfica para facilitar la educación nutricional.
Se trata de la Guía Integral de Salud, una representación gráfica similar al tradicional "Plato del Bien Comer", que modifica las proporciones de los alimentos, los reclasifica y agrega elementos nutricionales y de conducta externa para ofrecer una alternativa visual para aquellas personas que desean modificar sus hábitos hacia una alimentación más saludable.
La idea surgió luego de que este grupo de académicas del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la UdeG observó a detalle el "Plato del Bien Comer", lo que derivó en una serie de cuestionamientos sobre el diseño de esta herramienta. Por ejemplo, en la parte de cereales se incluyen alimentos procesados, señala Martha Betzaida Altamirano, una de las desarrolladoras de esta nueva representación gráfica y maestra en psicología de la salud.
“Había unos aspectos en el plato que no nos gustaban o no nos convencían como profesionales, en cuanto a que en esa representación se utilizan alimentos que podría parecer que son aconsejados, y que si bien no están prohibidos tampoco son las mejores opciones”, asegura la también coordinadora de la licenciatura en nutrición en el CUCS.
El Plato del Bien Comer es una representación gráfica recomendada por la Secretaría de Salud federal y sugiere dividir los alimentos en tres grupos: frutas y verduras, cereales, y leguminosas y alimentos de origen animal. Sin embargo, la maestra Altamirano menciona que en la Guía Integral de la Salud, la idea era fragmentar los grupos alimenticios en cuatro.
La guía divide los grupos en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas saludables. Martha Altamirano resalta que la sugerencia no es comer los cuatro grupos en cuatro partes iguales sino que, por ejemplo, se recomienda comer más verduras que frutas y no en las mismas cantidades, como lo abordan otras representaciones nutricionales.
“Consideramos que el plato es una excelente aproximación y fue el pionero en nuestro país para dar esa idea a la población de lo que es saludable, y realmente lo que también pensamos es que después de todo el tiempo en que fue implementado es necesario actualizarlo y esa es la idea que tenemos: una actualización de esa representación gráfica”, afirma otra de las autoras de la guía, Gabriela Macedo Ojeda, doctora en ciencias de la salud pública.
Macedo Ojeda, miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), aclara que la Guía de Salud Integral no busca sustituir al Plato del Bien Comer, sino mostrar una alternativa visual a los profesionales de la nutrición y a la población que desea aprender sobre hábitos de alimentación saludable.
Esta nueva representación gráfica nutricional, añade, también contempla otros factores alimenticios fuera de la tradicional sugerencia de alimentos que presenta el plato. Por una parte, comer y aprender a identificar las grasas saludables y, aunque puede parecer básico, señalan las expertas, plantear el agua como otro componente también ayudará a promover la sana alimentación.
En la guía, se observa que para alcanzar una alimentación sana hay otros factores propuestos y no solo se trata de comer bien.
EL ENTORNO AYUDA A COMER BIEN
La Guía de Salud Integral, además de recomendar alimentos, también propone dos factores externos para alcanzar un equilibrio en la nutrición: actividad física y recreación, es decir, contemplar tareas físicas o con fines intelectuales, sociales o personales; y la convivencia familiar.
Este último punto plantea que comer acompañado es una actividad que también juega un papel importante en la sana alimentación, por lo que en esta herramienta se busca promover la alimentación en familia y así evitar momentos de estrés o tensión que puedan afectar la salud, menciona Aida Cordero, jefa del Laboratorio de Evaluación del Estado Nutricio (LEEN) del CUCS y otra de las responsables de la guía.
Además, la especialista señala que la Guía Integral de la Salud prioriza el uso de alimentos mexicanos, por lo que se proponen productos como tuna, nopal, pitaya, entre otros, y está contemplada para las personas de cualquier nivel socioeconómico.
Para validar esta guía, este grupo de especialistas comparó distintas representaciones gráficas de América, Europa y Asia y presentó una investigación en la que señala que el instrumento fue aplicado a un grupo de personas en Guadalajara, Jalisco, donde fue bien recibida por estudiantes de la licenciatura en nutrición del CUCS y por pacientes del LEEN.
Además, se probó en un grupo de padres de familia de una secundaria, quienes dieron su visto bueno y ya se platica con la Secretaría de Educación de Jalisco (SEJ) para iniciar una colaboración y buscar que se implemente como una sugerencia de educación alimenticia en las aulas.
Por ahora, en el Laboratorio de Evaluación del Estado Nutricio del CUCS se ofrecen informes sobre esta representación gráfica y de la investigación realizada, en la que también participaron las licenciadas en nutrición Jessica Gabriela Arias López y Violeta Guadalupe Moreno Salinas, ambas colaboradoras del LEEN.
En un futuro, bromean las especialistas, quizás la Guía de Salud Integral podría ir impresa en las bolsas de pan de caja.