Ahora que viene el Mundial de futbol en Rusia y que muchas marcas de cervezas están haciendo publicidad diciendo que “somos héroes”, conviene echar mano del pasado y ver hasta qué punto la escuadra tricolor tiene un lugar en el corazón de la gente. Para ello, el autor Luciano Wernicke, convocado por Planeta, escribió unas anécdotas que han hecho grande a nuestro seleccionado, gane o no gane.
Ciudad de México, 5 de mayo (SinEmbargo).- “El uniforme utilizado por México en su primer emprendimiento mundialista parece hoy muy extraño: camiseta de rojo subido, violáceo o púrpura, casi del tono del buen vino tinto o la guinda madura”.
Los diarios anunciaron la victoria con títulos enormes: México ganó un partido de práctica 4-1; pero al leer la letra chica, el hincha se llevaba un chasco porque el encuentro de preparación para el Mundial se había disputado contra ¡el equipo de una fábrica de Ginebra!”.
“En efecto, durante el desarrollo de la Copa del Mundo, Wembley mantuvo sus tradicionales corridas de perros los días en que la pelota descansaba”.
Son muchas las historias que el autor Luciano Wernicke cuenta en Historias insólitas de la selección mexicana (Planeta) condimentado de pasado a la escuadra tricolor que siempre se viene en segunda ronda, pero que siempre se las arregla para estar en el Campeonato del Mundo.
¿Qué comen los futbolistas durante un Mundial? ¿Qué hacían durante los largos viajes en barco hacia otros continentes? ¿Y en su estancia en los hoteles? ¿Cómo se las arreglan para entregar en otro país? ¿Qué imprevistos han afrontado durante los partidos?
“En la selección mexicana poco o nada ha cambia, por ello el resultado suele ser el mismo. La tonalidad del uniforme es quizá la única modificación real, porque aunque los nombres, los escenarios y algunas situaciones hayan variado, la esencia es la misma”, dice Christian Martinoli en el prólogo.
Es cierto, pero también, como dice Juan Villoro: “El futbol ha sido para los mexicanos un pretexto para estar juntos; una oportunidad de ceremonia, de convite, de algarabía. Eso que nos congrega es lo más valioso”.
–La selección mexicana siempre se caracteriza por tener historias insólitas, ¿verdad?
–Bueno, sí, siempre trato de buscar esas historias que pueden pasar en el campo, en los estadios, en los vestidores, en las competencias donde han participado los mexicanos. Me parece que es mucho más divertido y más interesante bucear en esas anécdotas, cuestiones que nos regalan una sonrisa y complementan la información más fría. Hoy se consigue toda la información por Internet, pero buscar desde hace 90 años todo lo que pasó de divertido, anecdótico e interesante con la selección mexicana es más difícil. Requiere de un ejercicio de investigación, que es lo más importante de este libro.
–México debutará con Alemania en este Mundial, lo cual es bastante complicado
–Bueno, yo soy más optimista. Recuerdo un partido muy interesante donde el Pájaro Hernández erró un gol y que estuvieron a punto de eliminar a Alemania. En el Mundial 86 fue muy parejo. En un Mundial puede pasar muchas cosas y México ha dado muchas sorpresas. Es cierto que las primeras presentaciones a México le costaba todo, de hecho tiene el récord de partidos perdidos consecutivos, pero últimamente se ha convertido en un hueso muy duro de roer, para cualquier selección. Osorio tendrá que manejar mucho la mentalidad de los futbolistas, limpiarles la cabeza, sacarle eso que me dices, en el sentido de que ganará Alemania sí o sí. El partido con Alemania es un partido, pero quedan otros dos y eso es lo más importante. Puede pasar cualquier cosa y Osorio no se tiene que jugar todas las fichas en el partido con Alemania, porque tiene dos partidos más. Lo importante es trabajar el ánimo del futbolista. Vamos a ver cómo lo planteará Osorio. Creo que lo va a plantear esperar a Alemania y jugar de contragolpe, apostar técnicamente a un empate, que será casi una victoria.
–A los jugadores mexicanos le falta a veces picardía, golpear u obstaculizar como hacen los argentinos, los italianos
–No tengo las estadísticas a mano, pero creo que los mexicanos jamás le ganaron a Alemania durante un Mundial. No lo sé. Argentina ya perdió 6 a 1 contra España, no es buen ejemplo; con Lionel Messi Argentina perdió con Alemania en Sudáfrica 2010. Con Messi Argentina perdió 6 a 1 con Bolivia durante las eliminatorias, no me parece ninguna garantía. Por otro lado, Argentina ya ganó dos mundiales sin Messi, así que no me parece una condición sine qua non llevar a Lionel o no. Y México tiene que preocuparse por pasar la primera ronda. Luego se verá. Jugamos como nunca, perdimos como siempre es frase de los mexicanos. Para mí tienen que enfriar la cabeza, esperarse. Muchas veces en cuartos de final, por desesperarse, pierden los partidos.
–¿Cómo es su libro?
–Fundamentalmente divertido. Es buscar esas historias que han quedado en el olvido, que son interesantes, graciosas y que nos mueven un poco a la reflexión. También nos llevan a la historia, porque México usó durante muchísimo tiempo una camiseta color guinda y no la verde actual. ¿De dónde salió esa camiseta guinda? ¿Qué pasó? ¿Por qué se cambió? ¿Dónde se concentró México en Uruguay 1930? ¿Cómo viajaron a Roma para participar en la eliminatoria con los Estados Unidos en 1934? Todas estas peripecias son muy interesantes, vistas con los avanzados ojos del siglo XXI. Hoy los futbolistas viajan en primera clase o tienen aviones fletados a su disposición. En ese entonces viajaban en barcos y tenían dos o tres semanas de recorrido. Eso es lo que pretendo con ese libro, mostrar un abanico de historias.
–¿Usted es un estudioso del futbol?
–Sí, soy escritor y tomé el futbol como musa inspiradora para un montón de historias. Mis libros se publican en más de 40 países. Escribí las Historias insólitas de los mundiales que está publicado en árabe y en finlandés. Ahora me voy a Italia para presentar Por qué el futbol se juega once contra once, que es un libro que todavía no presenté en México. Soy un historiador del futbol, porque es un tema que me apasiona.