Ortega también se refirió a la supuesta injerencia de Estados Unidos en la crisis sociopolítica al afirmar que Nicaragua siempre "ha estado en la mira de la política norteamericana" y por ello agencias estadounidenses "preparan a la gente" en su contra.
Bogotá, 30 julio (EFE).- El Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó hoy que está dispuesto a reanudar el diálogo con la mediación de la ONU y la participación de la Iglesia para buscar una salida a las protestas contra su Gobierno, en una entrevista con la cadena estadounidense CNN.
"Hemos tomado contacto con el Secretario general de Naciones Unidas (António Guterres), con diferentes organismos internacionales y lógicamente con el cardenal (nicaragüense Leopoldo) Brenes. Estamos esperando el momento", señaló Ortega en la entrevista.
Precisamente hoy la ONU expresó que está discutiendo la posibilidad de asumir algún tipo de papel en los esfuerzos para mediar y poner fin a la crisis en Nicaragua.
El pasado 19 de julio, el secretario general de la ONU recibió al canciller nicaragüense, Denis Moncada, para analizar la crisis que vive el país.
Sobre la propuesta de convocar a elecciones anticipadas, uno de los principales pedidos en el diálogo nacional y que fue rechazada por Ortega, el mandatario mostró la posibilidad de consultarle al pueblo nicaragüense.
"Le podríamos preguntar a la gente, claro que sí. Si la gente dice que sí, vamos a elecciones anticipadas. Y si la gente dice que no, van a decir que hicimos fraude. ¿Por qué? Porque todavía las reformas que hay que hacer, los mecanismos, todo el trabajo que hay que hacer para fortalecer el sistema electoral necesita también de recursos", dijo el presidente.
El 7 de junio, la Conferencia Episcopal propuso a Ortega que adelantara a marzo de 2019 las elecciones fijadas para 2021 y que renunciara a presentarse a la reelección, pero el presidente lo rechazó y pensó que la propuesta mostraba que los obispos estaban "comprometidos con los golpistas".
Sobre el número de muertos dijo que los datos de organismos de derechos humanos "no han sido depurados, no han sido verificados, simplemente son denuncias que ellos han recibido y van sumando, van sumando, van sumando", y señaló que las cifras oficiales, "que no son poca cosa tampoco, son 195 fallecidos".
Ortega también se refirió a la supuesta injerencia de Estados Unidos en la crisis sociopolítica al afirmar que Nicaragua siempre "ha estado en la mira de la política norteamericana" y por ello agencias estadounidenses "preparan a la gente" en su contra.
Precisamente este lunes, la Casa Blanca exigió "unas elecciones justas, libres y transparentes" para la restauración de la democracia en Nicaragua y abrió la puerta a más sanciones a funcionarios del Gobierno de Ortega si no detiene la "indiscriminada" violencia.
Para el mandatario nicaragüense, además, hay "una guerra mediática poderosa".
"No veo a la prensa internacional haciendo un enfoque objetivo de lo que pasa en Nicaragua. Es un Gobierno que venía trabajando con mucho éxito (...)", defendió en la entrevista, en la que abordó el impacto de la crisis en la situación económica del país.
"La actividad económica se ha ido recuperando, hemos iniciado el ciclo agrícola a buen ritmo. Las zonas francas fueron afectadas y están trabajando de forma normal. Hay una tendencia para que el país se normalice en el campo social, económico (..) el turismo sí ha sido seriamente afectado", añadió.
De acuerdo con el Presidente nicaragüense, "el país tiende a normalizarse, y la economía va a ir reacomodándose a las nuevas circunstancias para recuperar la tendencia que se tenía antes del 18 de abril", cuando comenzaron las protestas en el país.
Nicaragua ha sido una de las economías más dinámicas de América Latina en los últimos ocho años, con un avance anual de 5.2 por ciento, pero ante la crisis, el Banco Central redujo de 4.5 por ciento al 1 por ciento la previsión de crecimiento de este año.
Desde el 18 de abril hasta la fecha, las protestas contra el Gobierno han dejado 448 muertos y 595 desaparecidos, según la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), mientras que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) los cifra en 295 fallecidos.