Académicos, investigadores y organizaciones de la sociedad civil de México, Canadá y Estados Unidos, exigen a las autoridades oponerse a la propuesta presentada por el Gobierno estadounidense en las renegociaciones del TLCAN, en las que se busca prohibir los etiquetados frontales de advertencia que han sido recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
En México, la propuesta es impulsada por el asesor de la iniciativa privada en las renegociaciones, Jaime Zabludovsky, quien se encuentra al frente de ConMéxico, un organismo empresarial que ha llevado la estrategia de cabildeo de la gran industria de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas contra las políticas de prevención de la obesidad, denunciaron.
Ciudad de México, 18 de abril (SinEmbargo).- Académicos, investigadores y organizaciones de México, Canadá y Estados Unidos, exigen a las autoridades de esos países oponerse a la propuesta presentada por el Gobierno estadounidense en las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en las que se busca prohibir los etiquetados frontales de advertencia que han sido recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una medida para combatir la obesidad.
La propuesta fue presentada por Jamieson Greer, jefe de grupo de negociadores de Estados Unidos, y busca prohibir los etiquetados frontales de advertencia en alimentos y bebidas chatarra que operan ya en países latinoamericanos como Chile y Ecuador, de acuerdo con Alejandro Calvillo Unna, director de El Poder del Consumidor (EPC).
En México, la propuesta es impulsada por el asesor de la iniciativa privada en las renegociaciones, Jaime Zabludovsky, quien fungió como jefe negociador del Gobierno mexicano del TLCAN en 1994. Asimismo, se encuentra al frente de ConMéxico, un organismo empresarial que abundó "ha llevado la estrategia de cabildeo de la gran industria de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas contra las políticas de prevención de la obesidad" en México.
Esa estrategia, dijo, ha impedido la implementación de una regulación efectiva del etiquetado frontal y ha logrado establecer un etiquetado diseñado por la industria, además de debilitar la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas no saludables dirigida a la infancia en México.
A través de una carta abierta, las organizaciones y expertos exhortaron a las autoridades mexicanas y canadienses "a rechazar la propuesta de los Estados Unidos, así como cualquier medida o acción en el TLCAN que restrinja la capacidad de los países participantes de implementar etiquetados frontales obligatorios en alimentos y bebidas, y de proteger la salud pública".
Además, los firmantes de la misiva destacaron que el derecho a la vida y a la salud de los ciudadanos "debe imperar por encima de cualquier interés económico o corporativo".
Por vía remota, el director Jim Krieger, director Ejecutivo de la organización Healthy Food America y profesor del área de Medicina y Servicios de Salud en la Universidad de Washington, aseguró que la propuesta de EU es una "afrenta" a las recomendaciones de la OMS.
"La gran industria de alimentos y bebidas está detrás de esta propuesta, siguiendo el manual de estrategia desarrollado por la gran industria de tabaco de emplear los acuerdos comerciales para bloquear políticas de salud pública que ellos perciben como amenazas para sus ganancias. No se debe usar el TLCAN para restringir la capacidad de los países de proteger la salud de sus ciudadanos", urgió.
En su oportunidad, el doctor Peter G. Lurie, presidente del Centro para la Ciencia en el Interés Público afirmó que el etiquetado frontal ayudaría a los canadienses, estadounidenses y mexicanos a tener vidas más largas y sanas, además, contribuiría a reducir los costos de atención médica en dichos países.
"El TLCAN no debería ser parte del problema", manifestó.
Las tres naciones se caracterizan por contar con cifras altas en obesidad. En México, 7 de cada 10 adultos y 3 de cada 10 niños viven con exceso de peso. En Canadá, la prevalencia de sobrepeso en adultos asciende al 60 por ciento y en niños, 35 por ciento. En el caso de Estados Unidos, más del 70 por ciento de la población padece obesidad o sobrepeso.
En conferencia de prensa en la Ciudad de México, Calvillo recordó que la OMS ha reportado que la prevalencia mundial de obesidad casi se triplicó entre 1975 y 2016 y Norteamérica cuenta con índices de sobrepeso y obesidad que rebasan el promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La situación, subrayó, tiene consecuencias en la calidad de vida, pues se dispara el riesgo de padecer diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares, además, en el tema económico, dichas enfermedades generan un aumento en los costos del cuidado
de la salud.
"En Norteamérica, vivimos una de las mayores epidemias de obesidad en el mundo debida, principalmente, al consumo de alimentos y bebidas no saludables. Es urgente que los consumidores tengan acceso a información de advertencia sobre estos productos. Un acuerdo comercial no puede ir en contra del derecho a la información y el derecho a la salud de la población frente al mayor problema de salud pública en la región", declaró Calvillo al respecto.