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“¡Dios mío, vamos a bombardear a Siria!” La histeria por arrebatos de Trump toma la Casa Blanca

12/04/2018 - 10:00 am

Todo lo que se hubiera imaginado, está sucediendo. Donald Trump se despierta y lanza tuitazos, y esa es la guía de trabajo para los que lo rodean. Casi siempre su staff trata de matizar los efectos de sus arrebatos.

The Washington Post y Associated Press hacen, cada uno por su lado, una incursión al ambiente que rodea al hombre más poderoso de Occidente, a quien dibujan como un loco al mando.

–Con información de AP

Ciudad de México, 12 de abril (SinEmbargo).– Trabajar con el Presidente de Estados Unidos dentro la Casa Blanca debe ser una de las tareas más difíciles e ingratas para un profesional del servicio público. Donald Trump no hace planes ni de mediano plazo. Se despierta, tuitea y en sus tuits está la orden del día para sus asistentes y para el staff. Así lo describe en un extenso reportaje The Washington Post.

“Las irrupciones en Twitter son emblemáticas de un Presidente que opera en un tornado de impulsos y sin una estrategia clara, mientras enfrenta algunas de las decisiones más trascendentales de su presidencia, incluida Siria, la política comercial y la investigación de interferencia rusa que amenaza con desbordar a su administración”, dice el influyente diario, que significa una patada diaria en la entrepierna para Trump. Cada vez que puede, lo acusa de publicar “fake news”.

“‘Es como si todos nos despertáramos todas las mañanas y hiciéramos lo que está justo frente a nosotros’, dijo un asistente de West Wing [una área de estrategia de la Casa Blanca], que habló con la condición del anonimato para compartir una opinión sincera. ‘Oh, Dios mío, la Torre Trump está en llamas. Oh, Dios mío, invadieron la oficina de Michael Cohen. Oh, Dios mío, vamos a bombardear a Siria. Lo que sea que haya es a lo que responden las personas, y no hay un pensamiento estratégico proactivo’”.

Trump también ha dedicado una parte de sus días a la política comercial, dice el diario. “En las últimas ocho semanas, el Presidente ha iniciado disputas comerciales con varios de los países más grandes del mundo, impulsando pronunciamientos sin investigar exhaustivamente en la mayoría de ellos con asesores clave”.

En los tuits mañaneros de Donald Trump está la orden del día para sus asistentes y para el staff. Foto: Susan Walsh, AP

“En algunos casos, se ha retractado de su promesa de imponer fuertes aranceles a países como Alemania, Canadá y México. Pero también se ha negado a renunciar a los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio de Japón, un importante aliado de seguridad de los Estados Unidos. Y socio comercial”, dice el reportaje en el que participan los periodistas Ashley Parker, Seung Min Kim, Philip Rucker, Josh Dawsey, Greg Jaffe, Shane Harris, Carol D. Leonnig y Damian Paletta.

“En una Casa Blanca conocida por el caos, el proceso de desarrollo de la respuesta de Estados Unidos al presunto último ataque con gas del gobierno sirio continuó con una deliberación inusual, que incluyó varias sesiones informativas de seguridad nacional para el Presidente Trump”, detalla. “Pero luego, el miércoles por la mañana, Trump terminó con un tweet advirtiendo a Rusia, que da respaldo al gobierno sirio, que se ‘prepare’ porque los misiles estadounidenses ‘vendrán, serán nuevos e inteligentes’”.

De acuerdo con The Washington Post, los consejeros de la Casa Blanca “se sorprendieron con la amenaza y la encontraron ‘alarmante’ y ‘distractora’, en palabras de un alto funcionario. Rápidamente se reagruparon y, junto con los líderes del Pentágono, continuaron preparando las opciones de Siria para Trump como si nada hubiera sucedido. El jueves, Trump dejó más preguntas. En un tweet, añadió dudas a las sugerencias de que la acción militar en Siria estaba en una vía rápida. “Nunca se dijo cuándo ocurriría un ataque a Siria. ¡Podría ser muy pronto o no tan pronto!”, escribió en un tweet que también destacó los éxitos en el campo de batalla liderados por Estados Unidos contra el Estado Islámico.

En el comercio, dice, el Presidente de Etsados Unidos está lidiando con la potencial repercusión económica de sus tarifas amenazadoras, especialmente dentro del sector agrícola, que podría dañar a algunos de los estados rurales que lo llevaron a la victoria electoral, todo en el contexto de su esfuerzo continuo para renegociar un Tratado de Libre Comercio de América del Norte es más favorable para los Estados Unidos.

“Estos y otros desarrollos fundamentales se producen cuando muchas de las barandas que previamente ayudaron a estabilizar al Presidente -desde los ayudantes del ala oeste hasta procesos políticos claros- han sido dejadas de lado, con poca organización evidente o estrategia a largo plazo que emane de la Casa Blanca”, dice el Post.

El diario dice que este retrato de Trump en el momento actual proviene de entrevistas con 21 funcionarios de la administración, asesores externos, legisladores y confidentes, muchos de los cuales hablaron bajo condición de anonimato para discutir detalles confidenciales y conversaciones.

“TODO TRANQUILO”

Trump insistió ayer en que todo estaba “muy tranquilo y calculado” en la Casa Blanca, incluso cuando arremetió el miércoles contra la pesquisa sobre la injerencia rusa, se quejó del subsecretario de Justicia Rod Rosenstein y anunció que unos “bonitos y nuevos e ‘inteligentes’” misiles caerán sobre Siria.

Trump, que estaba tan indignado por el allanamiento de la oficina y de la habitación de hotel de su abogado personal por parte del FBI que había ponderado en privado despedir a Rosenstein, perdió los estribos el miércoles en Twitter cuando arremetió contra el subsecretario de Justicia y contra el fiscal especial Robert Mueller.

Tuiteó que la pesquisa sobre Rusia estaba “encabezada por personas leales a los demócratas o que trabajaron para Obama. Mueller es el que más conflicto de intereses tienen entre todos (con excepción de Rosenstein, quien firmó la carta de FISA & Comey). ¡No hay colusión, así que se vuelven locos!”.

Trump también tuiteó: “No hay colusión ni obstrucción (aparte de que voy a defenderme), así que ahora hacen lo impensable y allanan las oficinas de abogados en busca de información. ¡Mal!”. Además, insistió que todo estaba “muy tranquilo y calculado” en la Casa Blanca.

El allanamiento –en el que los agentes incautaron diversos documentos del abogado Michael Cohen, incluidos unos de un pago de 130 mil dólares a la actriz porno que afirma haber sostenido un encuentro sexual con Trump– ocasionó que el Presidente se enfureciera más de lo que sus asesores le habían visto en semanas, de acuerdo con cinco personas familiarizadas con la situación pero que no estaban autorizadas a hablar públicamente.

Mientras la furia de Trump alarma a sus colaboradores y aliados, el Presidente habla de conjuras detrás de los retos que enfrenta su gobierno e insinúa que el caos podría crecer. Foto: Alex Brandon, AP

Los nerviosos colaboradores de la Casa Blanca expresaron nuevos temores sobre la imprevisibilidad del Presidente ante el allanamiento, al cual Trump consideró como un ataque a un antiguo defensor y como una señal de que la investigación de Mueller sobre posibles vínculos entre Rusia y su campaña presidencial está yendo “demasiado lejos”.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan intentó frenar las especulaciones sobre que Trump podría despedir a Rosenstein o Mueller. “No tengo ninguna razón para creer que eso es lo que va a suceder. Tengo garantías de que no es así”, afirmó y agregó que había estado “platicando con personas en la Casa Blanca sobre eso”.

Trump ha cancelado sus planes de viajar a la Cumbre de las Américas el fin de semana, así como una visita a Colombia, argumentando que tiene que monitorear la situación en Siria.

Sin embargo, el Presidente había estado diciéndoles a sus colaboradores más cercanos durante semanas que no estaba deseoso de hacer el viaje de tres días, de acuerdo con dos personas que han discutido el tema con el mandatario en las últimas semanas, y que pidieron hablar bajo condición de anonimato debido a que no estaban autorizadas a revelar las conversaciones. Y en privado, Trump dijo que no quería estar lejos de la Casa Blanca mientras se dirime la disputa comercial con China y la pesquisa de Mueller.

Además, Trump expresó tener confianza en la lealtad mostrada por Cohen, su añejo abogado personal, que ascendió a uno de los puestos más poderosos en la Organización Trump que no es ocupado por un miembro de la familia. Cohen ha negado rotundamente haber cometido una acción ilegal en el pago de 130,000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels y ha defendido públicamente a Trump. Pero les ha confiado a personas cercanas sus temores de convertirse en un chivo expiatorio, según una persona familiarizada con el tema que no estaba autorizada para hablar públicamente.

LA CONJURA

Mientras la furia de Trump alarma a sus colaboradores y aliados, el Presidente habla de conjuras detrás de los retos que enfrenta su gobierno e insinúa que el caos podría crecer. Y mientras una renuncia remecía el partido de Trump en el legislativo, el personal de la Casa Blanca estudiaba si el presidente tiene la autoridad legal para despedir a los que investigan tanto su gobierno como su vida empresarial y privada, como lo demuestra la incautación de documentos de su abogado particular.

Trump respondió el jueves a las noticias periodísticas al insistir que no pensó en despedir al fiscal investigador Robert Mueller en diciembre. “Si yo hubiera querido despedir a Robert Mueller en diciembre, como informó el Fracasado New York Times, lo hubiera despedido. ¡Más Noticias Falsas de un diario tendencioso!”.

El Times informó que a principios de diciembre, enfurecido por una serie de órdenes de comparecencia emitidas por Mueller, Trump dijo a sus colaboradores que era necesario poner fin a la investigación.

El miércoles, tuiteó: “Buena parte de la mala sangre con Rusia” se debe a la “Falsa & Corrupta Investigación Rusa dirigida por demócratas leales o gente que trabajó para (el gobierno anterior de Barack) Obama (...) ¡No hay colusión, se vuelven locos!”.

En otro tuit provocador, Trump atacó a Rusia por apoyar al presidente sirio Bashar Assad, cuyo gobierno está acusado de atacar a su propio pueblo con armas químicas. A pesar de su insistencia en que jamás revelaría sus planes, pareció insinuar que lanzaría ataques con misiles.

“¡Prepárate, Rusia, porque allá van, bonitos y nuevos e ‘inteligentes’!”, tuiteó. “¡No deberías asociarte con un Animal Asesino con Gas que mata a su gente y lo disfruta!”.

Newt Gingrich, un ex presidente de la cámara baja y asesor informal de Trump, opinó que el presidente “no sabe cómo manejar la situación y se siente muy frustrado, piensa que es totalmente injusto. Y eso es lo que se ve”.

Aunque el Presidente ha declarado que su Casa Blanca es “serena y calculadora”, sus colaboradores dicen que las decisiones son precipitadas y con menos aviso que lo habitual cuando Trump se siente acorralado. Y varios en su entorno íntimo temen su reacción _y la falta de planificación_ ante la inminencia de una nueva tormenta: la aparición del libro del ex director del FBI James Comey, despedido por Trump.

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