El alza récord de homicidios dolosos durante el 2017, con al menos 29 mil víctimas, es decir 24 muertes por cada 100 mil habitantes, fue un causante de que la paz en México se deteriorara 11 por ciento durante ese año, el segundo consecutivo en que retrocede, según un reporte del Índice de Paz presentado por el Instituto para la Economía y la Paz.
Este aumento de la violencia no solo se debe al crimen organizado sino también a la delincuencia común y la violencia interpersonal que también creció. La violencia domestica aumentó 32 por ciento.
Lo anterior aunado a que la impunidad es una de las principales causas de los altos niveles, pues ésta, junto a la corrupción, envían un mensaje fuerte a la población de que se puede hacer lo que se quiera, que no hay nadie que investigue ni castigue.
Ciudad de México, 10 de abril (SinEmbargo).- La paz en México se deterioró 11 por ciento en 2017 de acuerdo al Índice de Paz presentado hoy por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP). Es el segundo año consecutivo en que retrocede.
El Índice de Paz es un estudio realiza IEP desde hace once años para analizar el nivel de paz con base a cinco indicadores: tasa de homicidios, delitos con violencia, cárcel sin sentencia y crímenes de la delincuencia organizada.
La más reciente medición destaca el alza récord de homicidios dolosos durante el 2017, con al menos 29 mil víctimas, es decir 24 muertes por cada 100 mil habitantes, tasa similar a la de Colombia y el doble de Uganda.
Carlos Juárez, presidente de IEP, enfatizó que el aumento de violencia no solo se debe al crimen organizado sino que la delincuencia común y la violencia interpersonal también creció. La violencia domestica aumentó 32 por ciento.
"No es solo la violencia criminal o en las calles, es la violencia que está en las casas, la violencia extendida a las dinámicas interpersonales [..]. Esto nos habla de un deterioro mucho más amplío. Hablamos de una cultura y relaciones interpersonales más violencias. Necesitamos mirar esta problemática desde un espectro más estructural”, señaló Juárez
De acuerdo al estudio, Yucatán, Tlaxcala, Campeche, y Chiapas, son los estados más pacíficos pues todos mejoraron su calificación en 2017.
Baja California Sur, Guerrero, Baja California, Colima y Zacatecas son los menos pacíficos.
“Colima tiene la tasa más alta de homicidios a nivel nacional. Baja California Sur casi triplicó su tasa de homicidios. Guerrero, aunque pasó a penúltimo lugar, empeoró su tasa de homicidios”, explicó el representante de EIP.
La impunidad es una de las principales causas de los altos niveles de violencia. La percepción ciudadana de impunidad se ha triplicado durante los últimos cinco pues pasó de 7 por ciento en 2012 a 20 por ciento en 2017.
“Hay una alta desconfianza en la instituciones que imparten justicia. Hay una percepción de que no son suficientes las acciones para la seguridad, tenemos que fortalecer las instituciones. Y sobra decir que hay una grave preocupación por la corrupción e impunidad”, detalla Juárez.
Los especialistas coincidieron en que la corrupción y la impunidad envían un mensaje a la población de que se puede hacer lo que se quiera porque no hay nadie que investigue ni castigue.
El costo de la violencia en el país fue de 4.7 billones de pesos en el año anterior, lo que equivale al 21 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, ocho veces más de lo que se invierte en salud y siete veces más que lo destinado a la educación.
“A cada mexicano la violencia le costó 33 mil pesos ”, ejemplifcó Juárez.
En contraste, la inversión de México para el sistema judicial y de seguridad es menor a lo que realmente requiere. El Gobierno destina el 1 por ciento de su PIB.
"Preocupa también que el gasto del Gobierno federal en estos rubros disminuyó 7 por ciento en 2017”, enfatiza la medición.
Clara Jusiman, presidenta de INCIDE Social AC, destacó que en el país persiste una debilidad en la estructura del sistema de justicia. Como ejemplo de ello, señaló que hay solo 4 jueces por cada 100 mil habitantes, y esos cuatro jueces atienden alrededor de 100 carpetas por semana.
La experta recalcó que los resultados del Indice de Paz ponen en evidencia que la estrategia de la guerra contra el narcotráfico no ha funcionado.
Cconsideró que se requiere mejorar el aparato judicial, con mayores recursos económicos y humanos para su administración eficaz.
"El Estado mexicano no puede simplemente seguir administrando la violencia […] el país ya esta en una situación de violencia crónica” detalló.
Jusidman también opinó que es un error dejar el área de Derechos Humanos en la Secretaría de Gobernación (Segob), dependencia que ahora tiene todo el aparto de seguridad.
"Es un error la inclusión del área de Derechos Humanos en la propia secretaria que tiene mayor riesgo de vulneración de los derechos humanos”, comentó.
Para desarrollar un marco integral de seguridad pública y paz, el Índice para la Paz recomienda invertir en estrategias que reduzcan efectivamente la corrupción y la impunidad, comprender y atender las dinámicas específicas detrás de ciertos tipos particulares de violencia, como la extorsión y distintas formas de homicidio para debilitar la actividad criminal.
Por su parte, Carlos Juárez comentó que el IPM analiza ocho pilares de Paz Positiva: Buen funcionamiento del gobierno, Distribución equitativa de los recursos, Libre flujo de información, Entorno empresarial sólido, Alto nivel de capital humano, Aceptación de los derechos de los demás, Bajos niveles de corrupción y Buenas relaciones con los vecinos.
“Este panorama [de violencia] nos lleva a preguntarnos si la paz es factible, creemos que sí pero para poder transitar por está etapa tan oscura necesitamos atender las causas de raíz, asumir nuestro compromisos bajo estándares éticos de mayor calidad” apuntó.