Es el corredor Tijuana-San Diego. Se levantan refugios, producto de un ingenioso reciclaje de materiales, que son el único patrimonio de jóvenes y adultos.
Ciudad de México, 31 de marzo (SinEmbargo).- Migrantes que buscaban cruzar la frontera mexicana hacia Estados Unidos han improvisado casas para vivir a un costado del muro. Lo hicieron después del endurecimiento de las políticas migratorias y el reforzamiento de la seguridad fronteriza por parte del Gobierno de Donald Trump.
De acuerdo con datos de la Oficina de Inmigración y Aduanas, la administración del magnate neoyorkino aumentó en 43 por ciento el número de migrantes detenidos durante 2017. Actualmente, la cifra ha aumentado debido a las redadas masivas.
Son 21 kilómetros de frontera del corredor Tijuana-San Diego donde se levantan refugios, producto de un ingenioso reciclaje de materiales, que son el único patrimonio de jóvenes y adultos.
La gente que duerme ahí se aferra a la vida en una zona de nadie asediada por la vigilancia de las autoridades.
Omar Martínez, fotógrafo de Cuartoscuro, viajó hasta la frontera, donde vive la gente entre láminas, y capturó la esencia de la “Zona de nadie'', como titulan el reportaje. Aquí un recorrido:
"Pensando por supuesto que los defraudadores corruptos probablemente habrán deseado en Año Nuevo más oportunidades para seguir cometiendo sus delitos".
"El zapatismo cambió la formas de hacer política de una izquierda independiente, especialmente entre juventudes urbanas y universitarias, dando sentido a una militancia anticapitalista".
La pregunta clave es, entonces, ¿qué tanta responsabilidad tiene una persona de refutar a quien dice una necedad? (Eso, sobra decirlo, al margen de que…
"Destacaba por su cultura técnica y una extraña capacidad pedagógica, poco común en un técnico-ingeniero mecánico electricista, titulado mediante cursos por correspondencia".