La familia de Marco Antonio se pronunció en contra de la revictimización del joven a partir de trascendidos y cuestionaron la capacidad de las autoridades para brindar condiciones de seguridad al adolescente de 17 años.
Lo anterior luego de la difusión de que Marco Antonio habría aprovechado un descuido por parte del personal que cambiaba las sábanas de su dormitorio para salir del Hospital Juan N. Navarro, aproximadamente a las 12:25 horas.
Los familiares recordaron que tanto la integridad como la salud de Marco Antonio está “bajo responsabilidad total del Sistema de Salud y el Estado mexicano”.
El joven estudiante de la Preparatoria 8 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desapareció el pasado 23 de enero al interior del Metrobús El Rosario, luego que policías lo detuvieran, golpearan y subieran a una patrulla.
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Ciudad de México, 7 de marzo, (SinEmbargo).- La familia de Marco Antonio y las organizaciones Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), el Instituto de Justicia Procesal Penal (IJPP), y la Oficina Defensora de los Derechos de la Infancia (ODI), se pronunciaron en contra de la revictimización del joven a partir de trascendidos y cuestionaron la capacidad de las autoridades para brindar condiciones de seguridad al adolescente de 17 años.
Luego que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCdMx) informara que el joven Marco Antonio intentó abandonar el hospital en el que se encuentra internado desde el pasado 29 de enero, y que fue resguardado por vigilantes privados del Hospital Juan N. Navarro, la familia emitió un comunicado donde fijó su postura sobre el caso.
“¿Cómo fue posible que frente a las medidas de seguridad hospitalaria y el resguardo de la policía federal llegara a estar sin supervisión y probabilidades de salir por su propio pie del instituto?”, inquirieron los familiares, la Redim, el IJPP y la ODI.
Agregaron que tanto la integridad como la salud de Marco Antonio está “bajo responsabilidad total del Sistema de Salud y el Estado mexicano”.
Trascendió que Marco Antonio habría aprovechado un descuido por parte del personal que cambiaba las sábanas de su dormitorio para salir del Hospital Juan N. Navarro, aproximadamente a las 12:25 horas.
Tras ello, guardias de seguridad del nosocomio lograron detenerlo y trasladarlo nuevamente al interior de las instalaciones médicas., a un aérea de vigilancia.
Por su parte, la familia informó que en la tarde pudo ver al joven en la hora de visitas y que el viernes sostendrán una reunión con el subdirector médico del nosocomio.
Tanto la familia como las organizaciones civiles que los acompañan, señalaron que “la filtración de información del caso, los trascendidos y la falta de información oportuna a la familia y la defensa, constituyen también una violación continuada de los derechos humanos de este adolescente víctima”.
A la par, exigieron que la PGJCdMx rinda cuentas sobre los avances del caso, se aseguren de protegerlo, y reiteraron que la declaración ministerial del joven se dará cuando se encuentre en condiciones óptimas de ofrecer su testimonio “sin poner en riesgo su integridad, salud y credibilidad”.
El joven estudiante de la Preparatoria 8 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desapareció el pasado 23 de enero al interior del Metrobús El Rosario, luego que policías lo detuvieran, golpearan y subieran a una patrulla.
Tras la desaparición de Marco Antonio, miles de personas exigieron su aparición y presionaron a las autoridades capitalinas para que buscaran al joven.
Cinco días después, Marco Antonio apareció en el municipio de Melchor Ocampo en el Estado de México. Posteriormente, fue internado en el Hospital Juan N. Navarro, donde se le diagnosticó delirium mixto.
Hasta el momento, las autoridades capitalinas no han esclarecido qué le sucedió al joven al interior de la patrulla y durante los cinco días en los que estuvo desaparecido.
