La defensa de la familia de Marco Antonio Sánchez Flores, el joven de 17 años que permaneció desaparecido durante cinco días en enero, luego de ser aprehendido por policías de la Ciudad de México y subido esposado a una patrulla, solicitaron a la Procuraduría General de la República (PGR) que atraiga el caso y lo investigue de manera única, pues en la Procuraduría General de Justicia capitalina no hay imparcialidad, reveló el abogado Simón Hernández León, abogado del Instituto de Justicia Procesal Penal.
Marco Antonio se recupera lentamente, dicen su padre y familiares, y aún no reconoce a los policías que lo agredieron. De los sucedido sólo recuerda que lo golpearon muy fuerte “y le salió mucha sangre”.
Los médicos que lo atienden aún no dan un diagnóstico preciso y afirman que aún no está en condiciones de declarar, mientras que la familia del jovencito espera el momento que “pueda identificar a sus agresores”.
Ciudad de México, 9 de marzo (SinEmbargo).– La familia y los abogados de Marco Antonio Sánchez Flores, el joven de 17 años que permaneció desaparecido durante cinco días en enero luego de ser aprendido por policías de la Ciudad de México, solicitó a la Procuraduría General de Justicia (PGR) que atraiga el caso del jovencito y lo investigue de manera única, debido a la obstaculización constante que padecen en la Procuraduría General de Justicia capitalina, dijo Simón Hernández León, abogado del Instituto de Justicia Procesal Penal.
“La solicitud es por la falta de diligencia que han tenido. Que nosotros tengamos que estar yendo a juicios para que investiguen, juicios para que se deje de filtrar la información, juicio para que se le dé acceso a la familia a copias del expediente clínico y creemos que no hay imparcialidad en la investigación”, explicó sobre la actuación de la autoridades capitalinas.
Sánchez Flores es estudiante de la Escuela Nacional Preparatoria Miguel E. Schulz, la “Prepa 8” y fue detenido el martes 23 de enero a las 4:30 de la tarde en la estación de Metrobús El Rosario por cuatro elementos de la policía capitalina. El muchacho, acusó entonces el padre del jovencito Marco Antonio Sánchez Chávez en entrevista con este medio, fue golpeado, subido a una patrulla, pero nunca presentando ante una Agencia del Ministerio Público.
Un amigo de Marco fue testigo del momento en el que el joven fue sometido, golpeado, maniatado, esposado y subido a una patrulla, para después permanecer desaparecido durante cinco días; y aparecer deambulando en una colonia de Tlanepantla, Estado de México sin saber quién era ni reconocer ni siquiera a sus padres.
El abogado indicó que la solicitud se hizo hace unos días y que la PGR aún no les ha dado una respuesta y recordó que ya abrió una carpeta de investigación y trabaja en paralelo con la Procuraduría capitalina.
Sin embargo, indicó, la lucha con las autoridades de la Ciudad de México ha sido constante. Hasta el momento, a más de un mes de los hechos, no existe ni siquiera un diagnóstico del estado de salud de Marco Antonio.
El joven sigue sin recuperarse, los avances son lentos y los médicos que lo atienden no han sido capaces de establecer si su estado se debe a un efecto farmacológico, físico, psicológico, a estés postraumático, agregó el abogado.
“No hay algo concluyente, es muy especulativo. Hay poca certeza y evidencia clínica que sea definitiva”, explicó.
Los médicos dicen que Marco Antonio no está en condiciones de declarar sobre lo que le sucedió el día de su detención.
“Logramos que un juzgado de control en materia penal le ordenara a la Procuraduría agotar la desaparición forzada, porque hasta ahorita tiene sólo dos enfoques: el momento de la detención y los momentos posteriores; y cuando apareció. Existe un vacío sobre lo que pudo haber sucedido en los días que estuvo desaparecido”, dijo.
Ayer por la noche, la familia de Marco Antonio y las organizaciones Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), el Instituto de Justicia Procesal Penal (IJPP), y la Oficina Defensora de los Derechos de la Infancia (ODI), se pronunciaron en contra de la revictimización del joven a partir de trascendidos y cuestionaron la capacidad de las autoridades para brindar condiciones de seguridad al adolescente de 17 años.
Luego de que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México informara que el joven Marco Antonio intentó abandonar el hospital en el que se encuentra internado desde el pasado 29 de enero, y que fue resguardado por vigilantes privados del Hospital Juan N. Navarro, la familia emitió un comunicado donde fijó su postura sobre el caso.
“¿Cómo fue posible que frente a las medidas de seguridad hospitalaria y el resguardo de la policía federal llegara a estar sin supervisión y probabilidades de salir por su propio pie del instituto?”, inquirieron los familiares, la Redim, el IJPP y la ODI.
La familia y las organizaciones añadieron que tanto la integridad como la salud de Marco Antonio está “bajo responsabilidad total del Sistema de Salud y el Estado mexicano”.
Trascendió que Marco Antonio habría aprovechado un descuido por parte del personal que cambiaba las sábanas de su dormitorio para salir del Hospital Juan N. Navarro, aproximadamente a las 12:25 horas.
Tras ello, guardias de seguridad del nosocomio lograron detenerlo y trasladarlo nuevamente al interior de las instalaciones médicas., a un aérea de vigilancia.
PIDEN INVESTIGAR A AUTORIDADES DEL EDOMEX
Simón Hernández precisó que la defensa de la familia de Marco Antonio pide que se investigue también la responsabilidad de las autoridades del Estado de México, y no sólo a los policías de la Ciudad de México.
A finales de febrero la defensa de la familia informó que luego de 25 días de hospitalización en el Instituto Nacional de Pediatría (INP) y el Instituto Nacional de Neurología (INN), ambos dependientes de la Secretaría de Salud Federal (SS), la familia tenía serias restricciones para acompañar a Marco y acceso al expediente clínico.
“Nuevamente con un mandato federal a través del juicio de amparo, se obligó a la autoridad médica a tener un trato respetuoso de sus derechos humanos, con un enfoque diferencial y especializado por ser una víctima adolescente. Expresamos nuestra preocupación porque los derechos humanos de Marco Antonio Sánchez Flores continúan siendo violentados, se continúa dificultando el acceso a la justicia y la investigación sigue enfocada en defender a los policías agresores y criminalizar al adolescente. Sin un cambio de voluntad política desde el Jefe de Gobierno [Miguel Ángel Mancera Espinosa]”, informó la defensa a través de un comunicado.
Hoy, indica Simón Hernández, la familia ya tiene acceso a parte de los informes médicos y los abogados preparan un mecanismo para solicitar que un grupo de médicos especialistas a título personal, puedan analizar el expediente clínico de Marco.
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MARCO SE RECUPERA CON LENTITUD
Marco Antonio Sánchez Chávez, papá de Marco, explicó a SinEmbargo que la recuperación del joven es lenta y que aún permanece sin recordar con claridad lo que sucedió durante los días que estuvo desaparecido.
El muchacho tampoco puede reconocer a los policías que lo golpearon. Sólo recuerda que lo lastimaron muy fuerte y “que le salió mucha sangre”, afirmó el papá.
“De su salud va mejorando poco a poco. Sí recuerda que lo golpearon, no se ubica bien, recuerda que le salió mucha sangre”, dijo.
El joven de 17 años no recuerda con exactitud en dónde ocurrió esa golpiza que le hizo perder el conocimiento.
Marco Aurelio Sánchez Chávez, tío del jovencito, se quejó de que el acceso a la familia no está permitido y que sólo los padres pueden visitarlo en el hospital.
“Todo eso que se anda publicando, de que está mejor es una mentira. Mi sobrino sigue hospitalizado. Lo que me ha dicho mi hermano cuando lo veo, porque anda de arriba para abajo, es que la recuperación es muy lenta. Ya queremos que esté en condiciones óptimas para que pueda dar su versión, que pueda reconocer a sus agresores”, dijo.