Investigadores coahuilenses buscan depurar los diferentes tipos de maíces que se encuentran en la región, específicamente los amarillos, rojos y azules, que además suelen tener mayor cantidad de antioxidantes y fitoquímicos, por lo tanto, mejor valor nutricional.
Por Felipe Sánchez Banda, Agencia Informativa Conacyt
Saltillo, Coahuila, 9 de marzo (AgenciaConacyt/SinEmbargo).– Científicos del Instituto Mexicano del Maíz (IMM) de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) investigan maíces de diferentes colores, para conservar y fortalecer su diversidad genética y desarrollar híbridos para producción agrícola.
“La idea es mantener la diversidad que tienen estos criollos en la región. Por ejemplo, podemos encontrar maíces azules, maíces rojos y berigados, pero de una manera muy contaminada. Lo que estamos tratando de hacer en el IMM es depurar la información de las poblaciones y tener maíces que sean en su totalidad azules o en su totalidad rojos, y de la población de alta frecuencia de transposones buscar tener una alta frecuencia de mazorcas que combinen colores en el grano”, detalló el doctor Humberto de León Castillo, profesor investigador del Instituto Mexicano del Maíz de la UAAAN.
De acuerdo con el especialista, el color del maíz depende principalmente de la concentración de antocianinas (pigmentos) en un conjunto de granos proteicos conocidos como aleurona, que es la parte que da color al endospermo del maíz.
Los maíces más comunes son de color blanco, la diferencia con los maíces de color (amarillos, rojos y azules) es que estos últimos tienen mayor cantidad de antocianinas, se asocian con mayor cantidad de antioxidantes y una serie de fitoquímicos que le dan mayor valor nutricional y una amplia aceptación por los agricultores que lo utilizan para fines muy específicos, como desarrollar maíz para pozole, pinole, atole, comer en elote, etcétera.
“La mayor parte del maíz amarillo consumido en México es por las granjas, principalmente aves. En cuanto a los maíces azules, se han utilizado a través de muchas generaciones en las partes centrales de México. El maíz rojo se utiliza para consumirlo en fresco porque tiene un sabor dulce, en elote o consumirlo en ensalada”, puntualizó De León Castillo.
Actualmente en el IMM trabajan, sobre todo, con tres poblaciones de maíz de color: roja, azul y la población con alta frecuencia de transposones conocida como población berigada, que tiene simultáneamente aleuronas de color rojo, amarillo y blanco, es decir, diversidad de colores.
“Lo que estamos haciendo en el Instituto Mexicano del Maíz es mejorar, además de la intensidad de color, el potencial de rendimiento, la sanidad y el porte agronómico de estos maíces de color. Se ha hecho una caracterización genética de qué tipo de varianza genética es la que mayormente está presente en estas poblaciones, para determinar qué método de mejoramiento emplear y llegar más pronto a los objetivos planeados”, explicó el investigador.
Señaló que con este proyecto buscan fijar las coloraciones de los distintos maíces e incrementar su capacidad de adaptación y producción para cualquier tipo de agricultor. A futuro, los especialistas del IMM tienen contemplado generar maíces híbridos a partir de la información genética que obtengan de esta investigación durante los próximos tres años.
“Más adelante es formar híbridos. El producto más impactante del mejoramiento son los híbridos, dan ‘brincos’ en el rendimiento, comparado con el mejoramiento poblacional que hacen nuestros agricultores. Una vez que se tengan bien purificadas y caracterizadas las poblaciones, el siguiente paso es derivar líneas para la formación de híbridos e incrementar el nivel de producción de estas poblaciones”, comentó el doctor.
El especialista subrayó que este proyecto se ha desarrollado gracias a la importante participación de los estudiantes de la UAAAN de licenciatura y posgrado; han participado y están desarrollando su tesis, tres estudiante