El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), el chadiano Moussa Faki Mahamat, se unió a la condena y tuiteó: "Estos ataques son una nueva ilustración de la prevalencia del flagelo del terrorismo en el Sahel y de la urgencia de una acción internacional más sostenida en apoyo de los esfuerzos de los países de la región".
Uagadugú, 2 marzo (EFE).- Un ataque terrorista llevado a cabo hoy en la zona diplomática de la capital de Burkina Faso, Uagadugú, acabó con la vida de al menos ocho soldados y dejó más de 80 heridos, la mayoría miembros de las fuerzas de seguridad, según el último balance ofrecido por el Gobierno.
En una rueda de prensa, el ministro de Seguridad, Clément Sawadogo, explicó que la operación de respuesta de las fuerzas especiales acabaron con la vida de ocho atacantes.
El estado de salud de "una docena" de los heridos es "severo", agregó.
El ministro reveló que en la sede del Estado Mayor del Ejército, uno de los objetivos de los terroristas junto a la Embajada de Francia, se iba a celebrar una reunión sobre el grupo G5 del Sahel que fue reubicada a última hora.
La sala donde estaba prevista la reunión, a la que iban a asistir diversas autoridades como el Jefe del Estado Mayor, resultó afectada por el ataque, en el que los asaltantes hicieron estallar un vehículo cargado de explosivos.
Las autoridades evacuaron la zona del ataque mientras las fuerzas especiales, con ayuda del Ejército francés, llevaban a cabo la operación contra los terroristas, que se prolongó hasta las 16.30, hora local y GMT.
Pese a su anuncio, la institución pidió a los ciudadanos que evitasen el perímetro acordonado por las fuerzas de seguridad.
"Creo que podemos darle la calificación de terrorista. Ahora, los operativos nos dirán qué ha pasado, quiénes son los autores y cómo sucedió", explicó el ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno, Remis Dandjinou, en declaraciones recogidas por la emisora local Radio Omega.
"El número de bajas podría evolucionar en cualquier momento", añadió.
El presidente del Gobierno, Roch Marc Christian Kaboré, condenó el ataque, calificándolo de "actos cobardes y bárbaros", al igual que el principal partido opositor, que llamó a los ciudadanos a "la unión sagrada y a una solidaridad activa con los heridos y las familias de los desaparecidos" ante este "ataque innoble".
Por su parte, el embajador estadounidense en Burkina Faso, Andrew Young, escribió en su cuenta de Twitter: "Condenamos firmemente los ataques sucedidos hoy en Uagadugú. Los Estados Unidos apoyan al pueblo burkinés en su lucha contra el terrorismo y el extremismo. Continuaremos apoyando a este país socio para poner fin a esta mortal amenaza común".
El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), el chadiano Moussa Faki Mahamat, se unió a la condena y tuiteó: "Estos ataques son una nueva ilustración de la prevalencia del flagelo del terrorismo en el Sahel y de la urgencia de una acción internacional más sostenida en apoyo de los esfuerzos de los países de la región".
Las reacciones también llegan desde la Unión Europea, que pidió unidad frente a la amenaza terrorista, y desde Francia, uno de los países afectados por el ataque a su embajada, tras abrir la Fiscalía de París una investigación ante un posible delito de asesinato terrorista.
La Fiscalía de Uagadugú también inició las pesquisas y trasladó personal a los lugares afectados para dirigir a los agentes de la policía judicial.
Trabajadores de la televisión nacional RTB, cuyas oficinas se encuentran al lado de la legación, aseguran que cinco personas armadas se bajaron de una camioneta esta mañana al grito de "allah-u-akbar" (Alá es grande) antes de comenzar a disparar y de prender fuego al vehículo.
Burkina Faso, uno de los países que componen el "G5 del Sahel", ha sido víctima de frecuentes ataques por grupos yihadistas en los últimos dos años.
Según el recuento más reciente del Gobierno, más de 70 personas han muerto en el país africano por ataques terroristas desde 2015.
En enero de 2016 y en agosto de 2017, sendos atentados yihadistas contra céntricas cafeterías de Uagadugú dejaron 30 muertos de 18 nacionalidades y 19 de 6 países distintos, respectivamente.