Activistas y autoridades consideran que una de las causas del varamiento y muerte en las costas mexicanas es la pesca irresponsable. Otro problema son las aguas residuales provenientes de las áreas urbanas y el medio rural, los desechos del drenaje que no reciben tratamiento adecuado en los municipios y así se mandan directo al mar que se suman a los residuos plásticos.
La vaquita marina es hoy la especie más amenazada por la pesca furtiva de totoaba en el Alto Golfo de California. Sin embargo, las acciones emprendidas por activistas y el Gobierno federal para rescatarla representan también una amenaza para la industria del camarón, que está en riesgo de sufrir un embargo por parte de los Estados Unidos.
Por Gardenia Mendoza y Sibely Cañedo
Ciudad de México, 20 de febrero (LaOpinión/Noroeste/SinEmbargo).- «¡Hoy tenemos excelentes noticias!», expresó la Red de Atención a Varamientos de Mamíferos Marinos, integrada por organizaciones e instituciones públicas y privadas de Baja California Sur que en los últimos años batalla en contra la muerte de mamíferos marinos en la zona.
La buena nueva, compartida en un comunicado de la Red el fin de semana, es que una ballena gris de 12 metros que varó en el Puerto Adolfo López Mateos logró salvar su vida con esfuerzos de autoridades, pescadores y activistas que durante dos días la hidrataron hasta que subió la marea y volvió al agua.
“No sabemos si volverá a varar’’, advirtió la organización con cierto pesimismo pues lo más común es que mueran en la playa hasta donde llegan por causas aún imprecisas.
Tan solo en las última semana al menos 30 mamíferos marinos se reportaron muertos, entre ellos, 21 delfines en la isla de San José, Baja California y nueve lobos marinos en las playas de Mazatlán, Sinaloa, y dos delfines más en “La Joya” y “Lengüeta Arenosa”, de Ensenada.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) detalla que entre el año 2011 y 2017 atendió a mil 303 ejemplares de mamíferos marinos varados: delfines, ballenas, lobos marinos, cachalotes y manatíes, principalmente, pero no cuenta con un registro del número de muertes exacto de estos animales.
Cifras extraoficiales calculan que los fallecimientos podrían ser varios miles puesto que la costas mexicanas abarcan 17 estados y la Profepa dependen de las denuncias de pescadores y gente que ve a los animales sólo cuando aparecen en las playas.
Tanto activistas como autoridades consideran que una de las causas del varamiento y muerte es la pesca irresponsable debido a que los animales se enredan en ellas y se desorientan. “Sigue siendo la teoría o la hipótesis más fuerte”, dijo recientemente Jesús Tesemi Avendaño, delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
Sin embargo los pescadores niegan estas acusaciones. El presidente de Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras, Jesús Camacho, solicitó a las autoridades que se hagan las investigaciones adecuadas para que se deje de echarles la culpa sólo a ellos. “Hay muchas razones para estas muertes‘‘, dijo.
Un estudio de la organización internacional Greenpeace advirtió que la contaminación de origen industrial, agrícola o doméstico es un factor de peso. “Han ocurrido casos de mortandad masiva de cetáceos por desechos como pesticidas organoclorados y PCB que pasan a formar parte de la cadena alimenticia y se acumulan en los tejidos grasos de los animales marinos, sus sistemas inmunológico, endócrino y reproductivo’’.
Otro problema son las aguas residuales provenientes de las áreas urbanas y el medio rural, los desechos del drenaje que no reciben tratamiento adecuado en los municipios y así se mandan directo al mar que se suman a los residuos plásticos.
Cálculos de los expertos señalan que 12.7 millones de toneladas de plástico llegan a los océanos del mundo arrojados desde las calles por la población de las ciudades y pueblos para luego ser ingeridos por la fauna marina que los confunde con alimento o los consume sin querer en pequeñas partículas que rondan en los oceános.
El investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) considera que México tiene todas las herramientas legales para hacer frente a este problema, pero no ha hecho cumplir la ley. “México es, tal vez, el país más rico en leyes ambientales; sin embargo, muchas son letra muerta, pues no se aplican correctamente”, advirtió.
INDUSTRIA DEL CAMARÓN EN RIESGO
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Como sucedió con el atún por casi tres décadas, la industria del camarón está en riesgo de sufrir un embargo por parte de los Estados Unidos debido a la presión de organizaciones ambientalistas, ante la mortandad de la vaquita marina en el Alto Golfo, advirtió la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola.
Ante esta situación, el sector pesquero rechaza la iniciativa que pretende reformar la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables para incluir en el Consejo Nacional de Pesca y en los consejos estatales a grupos de la sociedad civil sin restricciones, declaró Humberto Becerra Batista, presidente nacional de la Canainpesca.
Desde su perspectiva, la iniciativa denominada “barco abierto” se trata de una violación a la soberanía nacional, pues muchas de estas asociaciones son financiadas por consorcios internacionales, que se mueven por fines económicos y no necesariamente de conservación.
“Ahorita se va a una reunión a los Estados Unidos a nivel gobierno, a decirles qué es lo que hacemos, cómo lo hacemos y quiénes somos; hay una amenaza de embargo del camarón porque las ONG de EU han estado demandando a su gobierno que se nos bloquee la entrada de productos pesqueros que se producen en el Alto Golfo de California”, adelantó.
Ante la restricción en esta zona y las 14.8 millones de hectáreas en el Pacífico por la protección de los ecosistemas de las Islas de Revillagigedo, la Canainpesca advierte una tendencia a desaparecer al sector pesquero, cuando ni siquiera se ha intentado establecer un ordenamiento y poner en regla a los pescadores furtivos.
“Nosotros los organizados no somos el problema, el problema es la pesca ilegal; lo que falta es ordenamiento, inspección y vigilancia y políticas públicas”, opinó Becerra.
Aseguró que la pesca incidental no es la principal causa de los decesos de vaquita marina, sino el desvío del agua de la presa Hoover, la cual embalsa el río Colorado en la frontera con Arizona y Nevada, para surtir a la agricultura y la industria.
“La vaquita marina vive en un ecosistema de agua dulce y salada, y al quitarle el agua dulce comenzó a morir hace muchos años, pero no quieren reconocerlo para no tener un problema con el gobierno estadounidense”, argumentó.
La reforma a la LGPAS podría someterse a aprobación los próximos días, por lo que el pasado 14 de febrero se expuso la situación ante la comisión de Pesca del Senado.
El 16 de marzo de 2017, cerca de 40 organizaciones ambientalistas de Estados Unidos llamaron a boicotear el camarón mexicano y a prohibir el uso de redes agalleras en el norte del Golfo de California, al ser señalados de acabar con la vaquita marina, una especie en peligro de extinción.
Con el objetivo de plantearle su problemática, los armadores han esperado sin éxito al Secretario de Pesca del estado, Sergio Torres Félix, quien el viernes pasado no llegó a la reunión de Codesin en la zona sur, donde era el invitado principal, y este lunes canceló de última hora un encuentro privado con los empresarios de este sector.
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Jaime Andrés Osuna Magaña, delegado en Sinaloa de la Canainpesca, dijo que no se han podido reunir con el funcionario, quien tomó posesión del cargo el pasado 30 de enero. A través de él, se busca también una entrevista con el Gobernador Quirino Ordaz Coppel.
“Qué quiere que opine si dice que tiene otros asuntos que tratar más importantes que nosotros, entonces ahí no podemos hacer nada nosotros”, respondió, luego de la suspensión de la cita.
Entre los puntos más importantes a abordar con Torres Félix, se encuentran el alza a los combustibles y la gestión del empleo temporal para pescadores. Sin embargo, son temas que tendrán que esperar.
Mientras tanto, el dirigente pesquero reiteró que la flota camaronera se halla en un paro casi total ante lo caro del diésel marino.
Ante la incosteabilidad de los viajes de pesca, Osuna Magaña comentó que la temporada del camarón 2017-2018 está a punto de llegar a su fin. De hecho, hoy martes se tiene la reunión de veda con la expectativa de decretar el término oficial de la zafra durante el mes de marzo.
“No tenemos fecha, vamos a esperar la propuesta que traiga la investigación pesquera, que es del Instituto Nacional de la Pesca, pero ya deberíamos haber parado”, comentó.
Dijo que algunos armadores se han arriesgado a salir a pescar, incluso con pérdidas económicas, sólo para poder dar empleo a los pescadores.