Tres audios de WhatsApp enviados por uno de los italianos desaparecidos en Tecatitlán, Jalisco, establecen que dos de ellos fueron detenidos y escoltados por policías municipales.
La retención fue reportada en la radio policiaca, según dijo una empleada municipal de Tecalitlán, aunque después la misma mujer negó el reporte y afirmó no tener conocimiento de los italianos, de acuerdo con la familia de los ciudadanos extranjeros.
Hoy, los allegados exigen a las autoridades dar con el paradero de los tres hombres e investigar al Ayuntamiento. “Estamos desesperados. La llave de todo esto es la Presidencia Municipal de Tecalitlán donde fueron reportados Antonio y Vincenzo", sostiene Daniele Russo, uno de los hermanos de Antonio, quien reclama que de las autoridades mexicanas han obtenido “silencio absoluto”.
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Ciudad de México, 19 de febrero (SinEmbargo).– "¿Qué pasó con nuestra familia? ¡quiero la verdad, quiero justicia!”, demandó Daniele Russo, pariente directo de los tres italianos desaparecidos en el sur de Jalisco y exigió a las autoridades de México investigar al Ayuntamiento de Tecatitlán porque -aseguró- dos de los extranjeros fueron detenidos por policías municipales y desde entonces no se sabe más de ellos.
Raffaele Russo de 60 años tenía tres meses y medio viviendo en México, mientras que su hijo Antonio Russo y su sobrino Vincenzo Cimmino, de 25 y 29 años, respectivamente, tenían sólo cinco días en el país cuando desaparecieron.
El pasado 31 de enero fue el último día en que los familiares de Raffaele, Antonio y Vincenzo tuvieron contacto con ellos. Primero perdieron el rastro de Raffaele y luego de Antonio y Vincenzo, quienes desaparecieron justamente cuando buscaban a su familiar y supuestamente se toparon con policías municipales que los obligaron a seguirlos.
El encuentro de los agentes con los extranjeros se reportó en la frecuencia de radio de la policía municipal, según expresó una empleada a Francesco [hijo de Raffaele y hermano de Antonio], pero momentos después, la mujer negó la información, explicó la familia.
LA DESAPARICIÓN
Raffaele es un vendedor de generadores eléctricos y vivía en Guadajalara, Jalisco,platicó su hijo Daniele en entrevista con SinEmbargo.
El comerciante viajaba abordo de una CRV Honda color blanco que había rentado y estaba de paso por Tecatitlán, Jalisco, un poblado ubicado a dos horas y media al sureste de la capital de aquella entidad.
Cerca de las 15:00 horas, Raffaele dejó de contestar el teléfono celular lo que provocó la preocupación de su hijo Antonio y su sobrino Vincenzo, quienes pidieron información a la empresa que le arrendó el vehículo. La camioneta fue ubicada vía GPS en la carretera Tecalitlan-Jilotlan de los Dolores.
El par de primos se dirigió al poblado de Tecalitlan y, con una foto de Raffael en mano, empezaron a preguntar entre los pobladores si lo habían visto. Nadie les dijo nada.
Los jóvenes se detuvieron en una gasolinera ubicada en la calle principal para recargar combustible cuando se encontraron con dos policías municipales que los guiaron a un lugar incierto, mientras otro vehículo los seguía. Posteriormente, los obligaron a pagar sus celulares, denunciaron los familiares.
“Daniele, estábamos poniendo gasolina y paramos a la policía, dos motos policiales y un carro nos dijeron 'síganos' […] ahora estamos detrás de las motocicletas que dijeron 'síganos' […] y un auto va detrás”, dijo Antonio en tres audios de whatssapp que envío a sus dos hermanos, Daniele y Francesco, con quienes mantenía comunicación durante la pesquisa. Esas notas de voz, son el último contacto que la familia tuvo con ellos
Cuando Francesco supo que su hermano Antonio y su primo Vincenzo se encontraron con policías, llamó la Presidencia Municipal de Tecalitlán para saber si ahí tenían noticias de Raffaele. Eran a las 18:42 de la tarde.
“La señorita que contestó ese día y a esa hora le dijo al hermano de Antonio que no sabía nada de Raffaele, pero que hacía unos segundos ella había escuchado por la radio que reportaron en un control a dos italianos en un carro”, narró Daniele.
Francesco se tranquilizó porque al confirmar que eran agentes policiacos [los que habían parado a su hermano y a su primo], pensó que estos iban ayudarlos a buscar a su padre. Acordó volver a llamar a la Presidencia Municipal media hora después para ver si ya tenían información o si ya habían localizado a Raffaele.
Cuando colgó la llamada con el Ayuntamiento de Tecalitlán volvió a marcar a Antonio y Vincenzo, pero los teléfonos estaban apagados y se inquietó, platicó su hermano Daniele.
Pasaron 20 minutos y Francesco volvió a llamar a la Presidencia de Tecalitlán, contestó la misma mujer, nuevamente dijo desconocer sobre Raffaele y, además, negó el reporte del radio operador sobre los dos italianos buscando a otro extranjeros.
Cuando el joven le preguntó por lo que dijeron de Antonio y Vincenzo en la radio policial la empleada respondió que ella "no sabía de lo que él estaba hablando", apuntó Daniele.
VINIERON A TRABAJAR
Raffaele fue el primero en llegar a México. Vendía generadores eléctricos entre otras cosas. Optó por salir de su tierra ante una situación económica complicada en Italia, de acuerdo a lo expresado por Rossella Cuccurullo, familiar de los tres desaparecidos.
"Como en Italia no tenemos trabajo, ellos estaban fuera de su país para trabajar, no para hacer nada malo”, dijo la mujer quien es cuñada desde hace 18 años de Vincenzo. “Él es como mi hermano”, añadió la mujer a SinEmbargo.
Antonio y Vicenzo vinieron al país para visitar a Raffaele y también con la idea de emplearse. Los extranjeros eligieron México porque es un lugar que a Raffaele le gusta por su “calidez” y porque le encontró una similitud a Italia, comentó Cuccurullo.
Vincenzo tiene dos hijos que no rebasan los cinco años. Es descrito como una persona amable, alegre, y de un carácter ameno. Por su parte, Antonio es un joven tranquilo pero le gusta cantar, bailar e ir a fiestas, compartió la cuñada de Vincenzo.
La familiar enfatizó que los tres hombres vinieron a trabajar honradamente “no fueron hacer nada malo”, fueron a vender, para nosotros el ser vendedor ambulante es un arte de ganar dinero cuando no hay trabajo”, arguyó Rossella.
La mujer agregó que en la familia hay un sentimiento impotencia y dolor al no saber nada del paradero de ellos, por lo que claman ayuda para encontrarlos.
Daniele Russo, hijo de Rafaele y hermano de Antonio, recriminó que desde el día la desaparición sólo han obtenido “silencio absoluto” por parte de las autoridades de México.
El primero de febrero, Francesco [otro de los hermanos de Antonio] interpuso la denuncia ante la Fiscalía de Jalisco pero no les han brindado información, ”desde entonces nunca mas se han comunicado con él”, denunció Daniele.
El joven pidió a las autoridades que busquen el reporte de la llamada que hizo Francesco a la Presidencia, la información de la comunicación de radio operador de ese día y que acudan al Ayuntamiento de Tecalitlán para exigir dichos reportes y averiguar que sucedió.
“Estamos desesperados. La llave de todo esto es la Presidencia Municipal de Tecalitlán donde fueron reportados Antonio y Vincenzo y después, en un segundo momento, negó todo; dice que nunca supo de esos dos italianos reportados. Es necesario buscar la grabación de la llamada que Francesco tuvo con esa señorita en la Presidencia”, señaló el joven.
“Tenemos miedo si que les hayan hecho algo, no sabemos si están bien, si están con vida, nos pasan mil cosas por la cabeza”, abundó Rossella Cuccurullo.
El Secretario General de Gobierno de Jalisco Roberto López Lara informó hoy en entrevista con medios de comunicación locales que las autoridades estatales establecieron comunicación con la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE) para investigar la desaparición y agregó que el caso posiblemente será atraído por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada. (SEIDO)
El funcionario estatal añadió que la Fiscalía de Jalisco tiene algunas líneas de investigación, pero se negó a dar mayores detalles bajo el argumento de no obstruir “el sigilo de la investigación”.