Con un salario mínimo en 1987 alcanzaba para comprar la canasta básica y al trabajador le restaban 19 horas y siete minutos para transportarse, comer, asearse, convivir con su familia, salir a pasear y dormir, entre otras actividades. Ahora, sin embargo, el tiempo necesario ha sobrepasado un día completo, así reveló una investigación del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM.
“Las políticas aplicadas al salario han dejado un saldo en el que le hacen falta horas al día para que, trabajando por un salario mínimo, alcance para comer", destacó el estudio “México 2018: otra derrota social y política a la clase trabajadora”.
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Ciudad de México, 5 de febrero (SinEmbargo).– En 1987, un mexicano tenía que trabajar cuatro horas con 53 minutos para adquirir la canasta básica, mientras que para 2017 eran necesarias 24 horas con 31 minutos, es decir, ya no le resta tiempo para realizar otras actividades que no sean trabajar para apenas conseguir lo indispensable para vivir, reveló una investigación del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“En 1987 le restaban al trabajador 19 horas y siete minutos para transportarse, comer, asearse, convivir con su familia, salir a pasear y dormir, entre otras actividades, y para octubre de 2017 el tiempo necesario para comprar la canasta ha sobrepasado un día completo”, remarcaron los investigadores.
El estudio “México 2018: otra derrota social y política a la clase trabajadora”, destacó que si por una jornada de ocho horas se pagara un salario mínimo, en enero de 2013 el tiempo de trabajo necesario para adquirir una Canasta Alimenticia Recomendable era de 21 horas con 13 minutos, por lo que le quedaban al trabajador dos horas y 47 minutos para satisfacer sus necesidades.
Tres años después, el 16 de octubre de 2016 ya únicamente eran siete minutos en total para realizar el resto de sus actividades, debido a que el tiempo necesario que había que laborar para alcanzar la canasta básica era de 23 horas con 53 minutos.
Sin embargo, detalló el estudio, para el 26 de octubre de 2017 el tiempo de trabajo necesario para comprar la canasta básica sobrepasó un día completo llegando por primera vez a las 24 horas con 31 minutos.
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La Canasta Alimentaria Recomendable está conformada por 40 alimentos para una familia de cuatro personas: dos adultos, un joven y un niño.
“Las políticas neoliberales aplicadas al salario han dejado un saldo en el que le hacen falta horas al día para que, trabajando por un salario mínimo, alcance para comer. A quienes han permitido este avance, tanto entre empresarios, gobiernos, partidos políticos, direcciones sindicales sometidas a las patronales, nunca les interesaron las clases trabajadoras, ni su vida ni sus necesidades como seres humanos que somos”, enfatizó la investigación de la UNAM.
Para octubre de 2016 la canasta básica -que no incluye renta, vestido, calzado o educación para los hijos- costaba 218.06 pesos y en un año se incrementó a 245.34 pesos; tuvo un aumento de 27.28 pesos, que representan una variación del 12.5 por ciento, la variación anual más grande desde mediados de la década de los 90.
“El aumento al salario mínimo en el mismo periodo fue de siete pesos y el incremento anunciado por el Gobierno federal para 2018 es de 8.32 pesos. Si sumamos ambos dan un total de 15.32 pesos, por lo que el aumento de precios de la canasta básica ya se comió en un año los incrementos de dos años, e incluso parte de lo que se anuncie para 2019”, advirtieron los investigadores del Centro de Análisis Multidisciplinario.
A un año de que concluya la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, el salario real ha perdido el 13.42 por ciento y la pérdida acumulada del poder adquisitivo en los últimos 30 años en México, medida por la Canasta Alimenticia Recomendable, es del 80.08 por ciento, puntualizó la investigación.