Los papás de Marco Antonio Sánchez Flores– desaparecido hace cinco días en la delegación Azcapotzalco tras ser detenido por policías– apenas ayer recibieron una llamada del Procurador capitalino, quien les dijo que "está a su disposición", pero casi "lo mando a chingar a su madre por tanto tiempo que ha pasado”, dijo el papá del joven.
A través de redes sociales y una petición en la plataforma Change.org, miles de ciudadanos, activistas, políticos y artistas expresaron su apoyo a los papás del menor y exigieron a las autoridades de la Ciudad de México que digan dónde está Marco Antonio. Ya hay policías detenidos, pero no se sabe su nombre ni qué hicieron con el joven. Hay un testigo clave: el amigo que le tomó la última foto, y la PGJ no lo ha citado a declarar.
Ciudad de México, 28 de enero (SinEmbargo).- La Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ) no les ha dado nada a los padres de Marco Antonio Sánchez Flores, de 17 años, desaparecido desde el martes por la tarde, cuando cuatro policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) se lo llevaron en una patrulla. El Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, tampoco les ha llamado.
Los papás acudieron ayer a una cita a la Fiscalía Antisecuestro esperanzados en saber ya el paradero de su hijo, pero salieron sin nada. Con las manos vacías, dijo a SinEmbargo Marco Antonio Sánchez Chávez, padre del menor
El viernes por la noche les informaron que tenían detenidos a los policías involucrados, pero hasta hoy ni los padres conocen el nombre ni el rostro de los elementos, y la PGJ de la Ciudad de México no ha citado a declarar al testigo clave que vio sus caras y cuando golpearon, patearon, maniataron, esposaron y subieron a la patrulla a Marco Antonio para llevárselo: un amigo del menor que tomó la última foto que se tiene de él, tirado en el suelo, sometido por un uniformado.
“No nos dieron nada, nomás nos dieron que los policías no dicen nada y que apenas están armando la carpeta de investigación. Los están tratando [a los policías] que muy bien, que porque sus derechos humanos, que sabe qué. Cuando ya hay elementos para que los sancionen por los golpes que le dieron”, dijo el papá.
Marco Antonio Sánchez Chávez afirmó a este medio que no los han dejado ver a los policías, porque ni siquiera los han presentado.
“Deben ser cuatro, no los han presentado; cómo cuando a uno lo retienen, por lo que sea, luego luego lo presentan sin saber si es culpable, y a esos cabrones que sabemos que son culpables ni siquiera los han presentado. No han llamado al testigo para que los reconozca, nada”, aseguró.
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Ayer por la noche, indicó, el Procurador capitalino, Edmundo Garrido Osorio, le llamó por teléfono a la mamá de Marco Antonio. Pero Mancera no se ha comunicado con ellos.
“Le llamó a su mamá y le dijo que están a su disposición y casi mi esposa lo mandó a chingar a su madre por tanto tiempo que ha pasado”, dijo el papá del joven.
El señor Marco Antonio previó que acudirá a la marcha convocada hoy a las 13:00 horas en el Ángel de la Independencia de la Ciudad de México, para presionar a las autoridades a esclarecer el paradero de su hijo.
“Ya estamos esperando lo peor. Cada segundo, cada minuto que pasa, es en contra de él”, dijo.
EL DÍA QUE DESAPARECIÓ MARCO ANTONIO
Marco Antonio Sánchez Flores fue detenido el martes a las 4:30 de la tarde en la estación de Metrobús El Rosario por cuatro elementos de la policía capitalina. El muchacho, acusó el padre en entrevista, fue golpeado, subido a una patrulla, pero nunca presentando ante una Agencia del Ministerio Público.
“Mi hijo no es un maleante, está estudiando, le gustan el arte, los museos le encantan, estudió Tae Kwon Do, es cinta negra. Es una zozobra la que tenemos, cuando ellos tienen en sus manos resolver esto, porque ellos saben lo que hicieron. Son días difíciles, con frío y todo; sin dinero”, dijo Marco Antonio Sánchez Chavéz apenas ayer, al cumplirse cuatro días sin el joven, a este medio.
Sánchez Chávez afirmó temer lo peor, pues cree que a los uniformados “se les pasó la mano” con su hijo y lo dejaron “por ahí tirado”.
Y la incertidumbre por la que atraviesa se fundamenta en que las autoridades “no quieren dar el nombre de los policías que lo detuvieron, ni de las patrullas, ni de las motos que siguieron a las patrullas. Eso es lo que nos inquieta, por algo no lo presentaron”.
La última vez que se supo del joven que estudia en la Escuela Nacional Preparatoria Miguel E. Schulz, la “Prepa 8”, fue el martes cuando se encontraba afuera de la terminal de Metrobús Rosario acompañado de un amigo y le pidió a otro joven que pasaba por ahí tomarle una foto con el graffiti de un muro.
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“Lo desaparecieron porque son los últimos que tuvieron contacto con él, después de golpearlo lo esposaron y lo subieron a la patrulla. Su amigo que iba con él dice que le dijo a otro muchacho que iba pasando que si le podía tomar una foto. En eso estaba cuando un policía llegó y le dijo: ‘qué, te estás robando’. ‘No, le estoy tomando una foto’, le contestó, pero llegó otro policía y que dijo: ‘sí, sí le está robando’. Entonces mi hijo corrió hacia adentro del Metrobús y ahí fue donde lo agarraron y lo golpearon. Forcejeó, lo maniataron, le pusieron esposas, llegaron los otros y lo subieron a la patrulla”, recordó el padre.
El amigo que lo acompañaba, sostuvo el señor, les pidió a los policías subirse a la patrulla con el muchacho, pero se negaron y le dijeron que se dirigiera la Agencia 40 del Ministerio Público, ubicada en Azcapotzalco.
“No encontró nada ahí, y se dirigió a la de 22 de febrero que está adscrita en Azcapotzalco [Coordinación Territorial Azcapotzalco 2] y no lo halló. Entonces fuimos a buscarlo, pensamos que era algo sencillo, pero en ningún lado lo encontramos. En la 22 de febrero estaban renuentes, no nos quisieron levantar un acta. De ahí llamaban por radios a las patrullas y nos dijeron que ya lo habían soltado, pero no dijeron ni dónde ni cómo”, narró.
El padre del joven aseguró que en la Coordinación Territorial Azcapotzalco 2 se negaron a levantar un acta argumentando que debían pasar 48 horas. Y acusó que ahí le cuestionaron sobre “si el chamaco no se iría con la novia”.
La madre de Marco Antonio Sánchez Flores realizó la denuncia de hechos extraviado/ausente ante el Centro de Atención de Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA) de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México que quedó archivada en la carpeta de investigación CI-E-DGAVD/CAPE/UI-2 S/D/00242/01-2018.
TEMOR POR LA SUERTE DEL JOVEN
El padre del muchacho no deja de repetir el temor que tiene de que a su hijo lo hayan golpeado y abandonado por ahí. Hasta el momento, dijo, las autoridades capitalinas tratan de ubicar la ruta que siguió la patrulla que se lo llevó, pues las cámaras de vigilancia aledañas al Metrobús El Rosario no sirven.
“Me dice mi esposa que ya declaró uno de los policías, pero ¿dónde están los otros?, ¿por qué los encubren? Nos urge saber el nombre de estas gentes, son delincuentes con uniforme; eso es lo que nos preocupa, porque al no presentarlo a la delegación es que se les pasó la mano, lo golpearon y tan mal estaba que ya no lo llevaron. Quién sabe a dónde lo fueron a tirar”, insistió Sánchez Chávez.
Marco Antonio agregó que la policía del Metrobús El Rosario tampoco levantó ningún informe sobre los sucedido.
“Ellos saben bien lo que hicieron. ¿Dónde lo vamos a buscar nosotros?, ¿dónde lo tiraron? Ya le dimos reporte a la Universidad, ya se movió el director de la Prepa 8, el jurídico. Los rumores es que los policías están al acecho de los jóvenes que andan por ahí, los sorprenden y los extorsionan. Lo que no entiendo, ¿por qué a nuestro jóvenes?, ¿por qué no se enfrentan a la delincuencia como debe de ser? Con ellos sí son muy valientes y con los delincuentes tiemblan”, reclamó.
Los policías de varios estados del país se han visto involucrados en la desaparición de jóvenes. Muchas veces entregan a las víctimas a grupos del crimen organizados o en medio de tortura los han privado de la vida. El caso más reciente es el del plagio y tortura de siete jóvenes en Chilpancingo, Guerrero. Hoy dos de ellos siguen sin aparecer.
Un total de 34 mil 270 personas tienen reporte de desaparición en el país, según las últimas cifras disponibles.
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