El 2 de febrero de estrena La región salvaje, la cuarta película del cineasta y por la que ha recibido el León de Plata a la mejor dirección en el Festival de Cine de Venecia. Fue en 2016, pero recién ahora puede estrenar su filme aquí. “El cine mexicano pertenece a las corporaciones”, afirma.
Ciudad de México, 28 de enero (SinEmbargo).- La región salvaje es otra película más de Amat Escalante (1979), nacido en Barcelona, España, pero más mexicano que nunca y que se defiende cuando le decimos que sus películas son válidas para los festivales.
“Nadie ve mi cine más que los mexicanos, en ningún país pasa esto. No le hago caso a lo que dicen”, clama, en una actitud que probablemente tenga más con la imposibilidad de ver su cine, más que con la buena recepción que le han dado los encuentros cinematográficos del mundo.
De hecho, en el Festival de Cine de Venecia recibió el León de Plata a Mejor Director por La región salvaje (2016), el cuarto largometraje de Escalante.
Sus dos primeras obras, Sangre (2005) y Los bastardos (2008), fueron estrenadas en la sección Un Certain Regard, y con Heli (2013), su tercera película, obtuvo el reconocimiento a Mejor Director en el Festival de Cannes.
Fue hace ya una década cuando estrenó Sangre, venía de colaborar con Carlos Reygadas, su mentor, su amigo, alguien que como él está haciendo cine lateral, repulsivo, jugado, más allá de las corporaciones, en México.
En 2008 estrenó Los bastardos, cuando aquí estaba toda la epidemia de la influenza y pocas ganas teníamos los mexicanos de ir al cine.
No fue hasta 2013 con Heli, su película polémica y su gran apuesta por mirar a este país a los ojos, cuando el director se puso tú a tú con los espectadores y se ganó un lugar de privilegio.
Es cierto lo que dice Amat: “filmar 160 películas por año tiene que ver con las corporaciones”. ¿A qué marca le va a interesar mostrar lo que pasa con la violencia, con el sexo, con los deseos inacabados que tanto nos representa?
Ahora, con La región salvaje, lo ha vuelto a hacer una vez más. Siempre filma la realidad como si fuera una película de terror, ha dicho en la conferencia de prensa y esta vez el terror ha derivado en una especie de cine fantástico, pero otra vez, es una película de Amat Escalante.
La sinopis es de una joven madre y ama de casa que cría a sus hijos, junto a su marido Ángel, en una pequeña ciudad de México. Su hermano Fabián es enfermero en un hospital local. Sus vidas provincianas son alteradas con la llegada de Verónica. El sexo y el amor son frágiles en ciertas regiones donde existen los valores familiares y donde la hipocresía, la homofobia y el machismo son fuertes. Verónica los convence de que en el bosque cercano, en una cabaña aislada, existe algo misterioso que es la respuesta a todos sus problemas. Es algo a cuyo poder no se pueden resistir.
La creación y la interactuación de una criatura fantástica, que lo emparienta con Guillermo del Toro, a quien dice admirar y que además llevó a cabo tareas para que el filme de Amat Escalante se estrene, lo pone ahora en una nueva dimensión. A eso vamos.
–Se me ocurre que todas tus películas son ultramexicanas, a pesar de que la gente diga que haces cine para los festivales
–Sí, claro, yo también cuando me imagino la película, toda la inspiración viene de aquí. Son elementos ciento por ciento mexicanos, la materia prima de la película es de aquí, así que de eso no me preocupo, ni siquiera tengo en cuenta, no me importa eso que dice. Vivo en México, mis ideas son de aquí, soy alguien que observa mucho…
–Me interesaba comenzar a hablar de este tema porque pienso que hay muchísimas miradas que no quieren “ver” tu cine…
–Claro, por eso no le pongo mucha atención. Si no ves mi cine, ¿qué es lo que es muy mexicano, entonces? Las películas con albures y con sentido de humor mexicano, es complejo. Sí tengo mucho éxito en México, es donde la gente ve más mis películas, es dónde la gente más me conoce a mí. A veces la gente me pregunta, ¿por qué mis películas tienen más éxito en el extranjero? No lo veo así para nada. Sí tengo suerte que mis películas se estrenen en muchos países, están en muchos festivales, en los Estados Unidos salió en 20 salas, aquí sale en 100. Para mí decir que tienen más éxito en el extranjero, es una excusa, es un pretexto. Ni Carlos Reygadas, ni Michelle Franco ni yo, tenemos más éxito que el tenemos en México. Tal vez Alejandro González Iñárritu, Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón, pero creo que ellos tienen igual de éxito aquí que en los Estados Unidos.
–Vamos a La región salvaje, ¿en el miedo está la falta o la no concreción del deseo?
–Sí, no ser libre, no estar consciente del deseo bien, y desviar esos sentimientos desde la infancia, desde la adolescencia, por cuestiones sociales y familiares, es lo que va deformando el deseo, creando una incomodidad y una violencia en muchos casos que es la que me interesaba ponerle el dedo.
La región salvaje, está producida por Fernanda de la Peza y su reparto está integrado por Simone Bucio, Ruth Jazmín Ramos, Jesús Meza, Edén Villavicencio, Andrea Peláez, Oscar Escalante, Bernarda Trueba y Kenny Johnston. La música original pertenece a Guro Moe.
–Justo va a salir en la desafortunada época en que los feminicidios y los ataques a los homosexuales están a la orden del día
–Sí, de hecho viene de ahí. En México no funciona la ley, donde el 98 por ciento de los crímenes son impunes, se va creando una monstruosidad. Un espíritu, un fantasma, una ambigüedad de la justicia y del crimen que siempre he sentido. ¿Quién está asesinando a estas personas y por qué? Existe un por qué semi-racional, todos asumimos cosas, lo peor que podríamos asumir es que el mexicano es violento y que no hay nada que podamos hacer. Eso es lo que justamente trato de explorar en la película. Creo que la religión tiene mucho que ver, los efectos que ha tenido el catolicismo en la sociedad y como fue impuesta esa religión, de una forma tan brutal, hacia el pueblo mexicano. Parte de esa ignorancia es el catolicismo y esa es la cosa que la gente con poder usa y ha usado en el pasado para que México sea lo que es hoy. La violencia tan extrema y el desprecio a la vida que existe, no son casualidad, no vienen de la nada. Hay razones muy concretas y tanto en Heli como en La región salvaje trato de aproximarme a esos misterios que tengo.
–Eres todavía joven, pero tu cine me hace acordar un poco a Roman Polanski
–Curioso que menciones a Polanski, es alguien que siempre me impactó mucho y que ahora justo estoy leyendo su biografía, Roman by Polanski, donde habla de su niñez, de cómo su familia fue asesinada por los nazis, de lo que le pasó a Sharon Tate con Charles Manson…he vuelto a leer su historia y recordando todo lo que me inspiró su cine, me parece tan acertado, tan ácido, tan filoso. Y de dónde él agarró su forma de ver la vida, es alguien muy interesante. Para alguien que sufrió tanto y que no dejó de sufrir hasta ahora. Para alguien que ha sido víctima y victimario. Las tragedias más terribles que ha vivido el mundo él las ha vivido y él ha hecho cosas no muy apropiadas.
–¿Pensar en la supervivencia nos obliga a pensar en el deseo, volviendo a La región salvaje?
–Tal vez, por mera lógica, la supervivencia es la reproducción y la reproducción es sexo. La sexualidad siempre ha sido una parte muy esencial de contar las historias que quiero contar. Hay un misterio que me atrae mucho ahí, es tan abierto, tan ambigüo y es tan contradictorio en cada quien. El sexo es como la violencia y las trato de mezclar y de asociar en mis películas lo más posible. Es algo que percibo, que aparenta ser lo más lejano a nuestra cotidianidad, pero a la vez la violencia y el sexo están muy unidas en todo. También en las noticias que vemos, esa violencia tan extrema, ¿de dónde viene, cómo es que existe eso? En esta película lo trato de ligar a esa especie de frustración, de confusión, de juzgamientos por parte de la iglesia, de la sexualidad.
–En la película están los niños, como abandonados
–Desde Heli los niños han sido importantes. Hay una niña en Heli que no puede abortar. Es un caso que se da nacionalmente. ¿Cuáles son las consecuencias de esas mentalidades? Las consecuencias son grandes. En la película hay un hombre que está con su esposa e hijos, pero él debería estar con un hombre. Su familia, su sociedad, no permitió eso y entonces de ahí viene la violencia y el odio hacia la mujer. Me parecía un poco simplista hacerlo así, por eso están las criaturas, para hacerlo más complicado.
–¿Cómo inventaste la criatura?
–Viene del cine mismo, de las leyendas, de las historias, viene de una coproducción con Dinamarca. Esta es la primera película mexicana con producción de allí. Sin esa criatura y sin esa experiencia para hacerla no sé si hubiera logrado al nivel que quería lograrlo. Incluso yo que soy muy detallista con eso, me sigue convenciendo cada vez que veo la criatura, que se integró bien.