La noche que desapareció, Johana se vistió informal: de pantalón de mezclilla, blusa holgada y zapato bajo. Le dijo a la señora Rosario, su mamá, que iba con 'unas morras', pero no le dijo quiénes. Desde entonces no ha vuelto.
Por Marcos Vizcarra
Sinaloa/Ciudad de México, 23 de enero (Noroeste/SinEmbargo).- Johana le dijo a su mamá, la señora Rosario, que se iba a ir a cenar con unas "morras". Afuera de su casa estaba estacionado un carro rojo, donde había alguien esperándola. Fue la noche del 18 de julio, cuando su mamá regresaba de vender tamales.
Rosario se dio cuenta de que afuera esperaba alguien arriba de un carro rojo. Era un tipo sedán, pero no recuerda si era Volkswagen, Honda o Nissan. Sólo recuerda el color.
"Yo entré a mi cochera y el carro se hizo para adelante. Duró horas, incluso como unas tres horas la estaba esperando. Mucho duró", recuerda.
Esa noche Johana se vistió informal: de pantalón de mezclilla, blusa holgada y zapato bajo. Le dijo a la señora Rosario que iba con "unas morras", pero no le dijo quiénes.
"No me dijo con quién, sólo que se iba con unas 'morras'", dijo la madre.
No se supo nada de Johana sino hasta el tercer día, cuando ella le hizo dos llamadas por Whatsapp a la señora Rosario. Eso pasó en la madrugada, después de las 2:00 horas, cuando la señora estaba dormida.
Después de las llamadas, Johana publicó una fotografía en su Facebook. Rosario asegura que es una fotografía vieja, de alguna fiesta que ocurrió tres meses antes de la desaparición, en una casa donde hay una alberca.
Era usual que Johana tardara en regresar a su casa cuando se iba de fiesta, pero ese día que se fue iba a cenar, era algo informal, pero no le sorprendió a la señora Rosario.
Una semana después de que Johana salió de su casa se interpuso una denuncia en el Ministerio Público, donde se abrió una carpeta de investigación y se le asignó un número al caso. En ese lugar se le dijo a la señora Rosario que la buscarían, que harían la promoción con carteles con la que se trataría de dar con los posibles responsables. Hasta hoy no hay nadie detenido y Johana no aparece.
La señora Rosario acusó a distintas personas como posibles responsables, pero a la fecha no han sido interrogadas, asegura.
El Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas establece que en Sinaloa hay 375 casos de mujeres que no han regresado a sus casas, y 100 de esos casos ocurrieron en 2017. Uno de esos es el de Johana.
La señora Rosario cree que su hija está viva y que ella es víctima de trata de personas.
Ella comenzó a pegar carteles con la fotografía de su hija desde hace un par de semanas, y fue así como le hicieron llegar un mensaje en el que le aseguraban que la habían visto en distintas zonas de Culiacán.
"Yo creo que está viva, que me la tienen en algún lado y yo lo que quiero es que ya me la regresen", señaló la mujer.
Se estima que 375 mujeres no han regresado a sus casas en Sinaloa.
