La malnutrición en México representa una pérdida neta del 2.3 por ciento del Producto Interno Bruto anual, equivalente a 28 mil 800 millones de dólares, estimó un estudio de la ONU.
En los últimos 20 años, México ha logrado "importantes avances" en la reducción de la desnutrición, pero al mismo tiempo también se ha producido un aumento del sobrepeso y la obesidad, además de enfermedades crónicas relacionadas.
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México, 4 de enero (Xinhua).- La malnutrición está costando cada año 28 mil 800 millones de dólares a México, de acuerdo con un estudio proporcionado por la ONU.
Al presentar un estudio realizado en 2017 por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), muestra cómo los países latinoamericanos están pagando directamente el costo por la malnutrición a través de la atención médica y la escolarización, e indirectamente a través de la pérdida de productividad de la población afectada.
Aclara que en los últimos 20 años, la región de América Latina y el Caribe ha logrado "importantes avances" en la reducción de la desnutrición, pero al mismo tiempo también se ha producido un aumento del sobrepeso y la obesidad, además de enfermedades crónicas relacionadas.
Al estimar el impacto combinado de la doble carga de malnutrición en México, muestra que el impacto representa una pérdida neta del 2.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) anual, equivalente a 28 mil 800 millones de dólares).
Pero en el caso de Ecuador representa una pérdida neta del 4.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) anual (4 mil 300 millones de dólares), mientras que en Chile, donde asegura que ya se ha erradicado la desnutrición, el costo es del 0.2 por ciento (500 millones de dólares).
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Para estimar el costo de una dieta desequilibrada en la región, detalla el estudio, se utilizó una metodología diseñada originalmente para medir el costo de la desnutrición infantil, incluyendo ahora el impacto del sobrepeso y la obesidad.
Destaca como la desnutrición afecta el potencial educativo y menciona que una alimentación inadecuada durante los primeros mil días de vida, desde la concepción hasta su segundo cumpleaños, genera un menor desarrollo cognitivo. De igual manera señala que al no tener suficientes nutrientes durante la edad escolar, los menores generan problemas para concentrarse en clase, afectando su rendimiento escolar.
"Por lo tanto, los niños subalimentados tienen mayores probabilidades de repetir los años escolares, generando un costo para los gobiernos y las familias", enfatiza el documento.
Destaca que el potencial educativo desaprovechado conduce a la pérdida de productividad toda vez que los niños que sufren de desnutrición son más propensos a tener un desarrollo cognitivo deficiente y niveles educativos más bajos que aquellos con una alimentación adecuada, limitando su potencial de trabajo a lo largo de su vida.
Finalmente asegura que tanto la desnutrición como el sobrepeso y obesidad están asociados con los costos en el sector de la salud pues destaca que los niños que sufren de desnutrición tienen mayores posibilidades de contraer enfermedades, principalmente diarrea e infecciones respiratorias.